Los códigos de conducta de los observadores nacionales se centran en la observación ética de las elecciones. En función del sistema, pueden formar parte de las regulaciones internas de las ONG's, o pueden formar parte de un proceso de acreditación y una condición de un conjunto de observación determinado por el organismo de administración electoral.
Algunos de los estándares sobre el comportamiento esperado de los observadores locales incluyen:
- Obedecer la ley, las regulaciones sobre observación y las reglas internas de las ONG's;
- Conocer y entender la legislación, procedimientos y calendario electorales;
- Realizar sus actividades de manera no intimidatoria, neutra e imparcial. No portar armas;
- No obstruir la administración de las elecciones o interferir con el registro de electores y la misma votación;
- No vestir colores partidistas o emblemas cuando realicen sus actividades de observación, y no laborar a nombre de cualquier candidato o partido. No respaldar ni criticar a ningún candidato;
- Revelar parentescos, tanto personales como profesionales, que puedan conducir a la percepción de un conflicto de intereses en la observación;
- No aceptar regalos de cualquier institución o personas objeto de la observación; y
- Revelar los objetivos de sus tareas de observación.