Las elecciones se celebran a fin de que los electores elijan a sus representantes o tomen decisiones sobre asuntos públicos. Los candidatos y los partidos tratan de obtener el apoyo y el voto de los electores. El voto consolidado de los electores decide quién gana y quién pierde la elección. La participación eficaz, justa e informada de los electores es un factor esencial para la integridad electoral.
Los electores participan en una elección de diferentes formas. Cada paso es importante para la integridad general del proceso electoral. Estos pasos incluyen:
- registrarse como elector y votar a fin de que puedan expresar su voluntad el día de la elección;
- hablar sobre los candidatos y los asuntos de campaña para estar informados y poder hacer una elección racional;
- observar y evaluar el proceso, y quejarse si hay algo incorrecto;
- expresar su apoyo por un candidato o partido político por medios éticos, tales como el uso de botones o colores del partido, de la bandera del partido en el patio de su casa o una calcomanía en el automóvil. También pueden participar en la campaña del candidato o contribuir con dinero para el partido político o el candidato;
- asistir a los mítines de campaña para obtener información y prestar su apoyo;
- cabildear para solicitar mejoras en la ley o los procedimientos electorales, mejoras en la aplicación de las leyes, en la seguridad electoral para que el sistema sea más justo, preciso y creíble;
- contender como candidato; y
- protestar por los actos injustos o éticamente arbitrarios mediante cartas a los editores, peticiones a los organismos de administración electoral o al gobierno y mediante las manifestaciones pacíficas.269
Los electores generalmente participan por interés propio. La cantidad de tiempo y la forma en que participan dependerá en gran medida de su percepción del proceso y de la situación general. Otros factores incluyen el carisma de un candidato en especial, la situación de la seguridad y el tipo de cuestiones que se van a decidir con la elección.
La integridad de la participación electoral se discute normalmente en relación con el fraude electoral (ver Discriminación, Intimidación y Fraude ), la cantidad de electores que se presentan a las mesas de votación (ver Votación) o las donaciones cuantiosas por parte de individuos a favor de los candidatos de su preferencia (ver Financiamiento de las Campañas). Sin embargo, cierta cantidad de conflictos potenciales para la integridad surge debido factores relacionados con la participación de los electores, entre los cuales se cuentan los siguientes:
La necesidad de contar con electores informados
Un sistema electoral libre, justo y competitivo debe contar con ciudadanos informados, Los electores con sentido cívico para quienes el bienestar común está por encima de los intereses privados, puede ser la base para la verdadera integridad electoral y para que los procesos electorales y políticos funcionen con eficacia.
Según la ONG CIVITAS, (un marco para la educación cívica hecho por el Centro para la Educación Cívica de Los Ángeles), los principios con base en los cuales los ciudadanos deberían actuar en una "democracia sana" son:
- cortesía y respeto hacia los demás, con el uso del discurso cívico;
- responsabilidad por las consecuencias de sus acciones;
- autodisciplina y adherencia a las reglas requeridas para mantener una democracia constitucional sin la necesidad de una autoridad externa;
- orientación cívica y disposición para considerar el bienestar común por encima de los intereses personales cuando es necesario;
- actitud abierta, incluyendo cierto escepticismo sano y el reconocimiento de las ambigüedades de la realidad social y política;
- disposición para el compromiso, sabiendo que los valores y los principios a veces están en conflicto, atenuados por el reconocimiento de que no es posible comprometerse con todos los principios o los valores dado que cierto compromiso puede poner en peligro la existencia continua de la democracia;
- tolerancia ante la diversidad, y empatía hacia los demás;
- paciencia y persistencia en la persecución de objetivos públicos; y
- lealtad hacia el gobierno y sus valores.270
La importancia de tener electores informados
Los electores informados pueden hacer buen uso de su voto si pueden evaluar las consecuencias de las diferentes opciones que se les ofrece en la papeleta. Estar bien informado significa que los electores tienen información adicional de quiénes son los candidatos que contienden, así como comprender las obligaciones y responsabilidades civiles y tener suficiente conocimiento sobre la elección y los candidatos, como para hacer una elección informada. De acuerdo con Civitas, "la participación competente y responsable se basa en la reflexión y el conocimiento."271
Los electores informados y responsables son un mecanismo de integridad clave. No hacen declaraciones falsas que puedan perturbar u obstaculizar una elección. No participan en la manera hostil o ilegal de intimidar a otros electores ni tratan de manipular los resultados de la elección. Participan de modo responsable y se presentan a votar en la elección debido a que comprenden la importancia de su participación.
Electores apáticos
Algunos ciudadanos no muestran interés en las elecciones o en la votación. Puede haber diferentes razones que subyacen a esta falta de interés, incluyendo falta de elección entre candidatos, o creer que su voto no influye en el resultado. En general, quienes carecen de interés o no comprenden el proceso tienden a participar menos.
La abstención también dependerá del Contexto Social y Político del país. En ello inciden la edad, el ingreso, el nivel académico y la profesión. La falta de participación tiene importantes implicaciones. Según Civitas, "la falta de participación de los ciudadanos en las elecciones a todo nivel es sólo un indicador que puede medirse fácilmente y es por lo tanto inequívoco, de la amplia desconexión de los ciudadanos de sus responsabilidades y de las recompensas de la participación inherentes a nuestro sistema constitucional."272
En la mayoría de los sistemas, si los electores apáticos se presentaran a las urnas, la dinámica de la gobernabilidad cambiaría, puesto que los estudios al respecto indican que votarían por representantes diferentes de los que actualmente están en el gobierno. La apatía puede combatirse mediante programas eficaces de Educación Electoral, así como mediante mecanismos tales como el voto obligatorio. Votación.
Electores excesivamente entusiastas
Los electores pueden involucrarse emocionalmente en una elección, en las cuestiones que surgen durante la campaña, y apoyando al candidato que contiende por un cargo. Esto puede incrementar el debate público y la cantidad de electores que votan, pero puede también tener un efecto negativo en la integridad del proceso si se le lleva a los extremos. El entusiasmo excesivo puede conducir a la intolerancia y a la discriminación contra quienes tienen puntos de vista diferentes, y traer consecuencias como arrancar los carteles y anuncios de los demás partidos o evitar que los electores de la oposición se registren o voten.
La mayoría de estas actividades están prohibidas en los Códigos de conducta para los partidos políticos. Para limitar estos excesos, algunas leyes electorales incluyen restricciones en el tipo de actividades que se permite realizar durante la jornada electoral. En Sudáfrica nadie puede celebrar o participar en reuniones, marchas, manifestaciones ni en actividad política alguna que no sea la de votar en el área dentro del límite de la mesa electoral. En Filipinas, como en muchos otros países, es ilegal consumir alcohol durante la jornada electoral.
Actividades no éticas e ilegales
Algunas actividades no éticas que están prohibidas en la mayoría de los sistemas incluyen:
- participar en ardides de compra de votos, ya sea vendiendo o comprando los de alguien más;
- intimidar a otro elector, agente de partido, trabajador electoral o candidato;
- destruir o alterar los carteles, anuncios o espectaculares de campañas;
- portar o mostrar un arma durante los mítines de campañas, el registro de electores o la votación;
- incitar a la violencia o actuar como parte de la turba para perturbar el proceso;
- evitar que otra persona se registre, vote o asista a un mitin político;
- evitar que los candidatos y sus simpatizantes hagan campaña;
- evitar que los observadores lleven a cabo sus labores;
- interferir con la administración electoral, sobornar a los administradores electorales, destruir o alterar los materiales electorales y los sitios de votación;
- abusar de su posición personal, ya sea de padre, patriarca, o de autoridad tradicional o de empleo, para influir sobre otros votantes o sobre las autoridades electorales, a fin de alterar la conducta o el resultado de una elección; y
- hacerse pasar por el representante de un partido registrado o de un candidato, un candidato, un miembro del personal electoral, un observador acreditado o un funcionario de la seguridad electoral. 273
Aplicación de la ley electoral
Los programas de educación civil pueden promover la participación productiva y racional de los electores. Sin embargo, esto es sólo una parte de las medidas necesarias para asegurar la integridad. La aplicación de la ley en lo que se refiere a actos ilícitos y comportamiento no ético se hace generalmente a través del sistema legal. Responsabilizar de sus actos a los electores que infringen la ley puede ayudar a disuadir a otros. La aplicación de la ley de modo oportuno y eficaz en casos tales como la destrucción de la propiedad privada, el acoso y otras conductas ilegales puede ayudar a asegurar un mejor clima electoral que conduzca a una participación más genuina.