Proteger la integridad de la evidencia reunida es un factor importante para el cumplimiento de la ley. Si la integridad de la evidencia es puesta en duda, puede poner en riesgo su empleo durante el juicio y quizá la posibilidad de someter a una persona culpable a la justicia.
En países con un historial de imperio de la ley, se ha desarrollado un complejo marco de reglas y procedimientos para recabar, utilizar y preservar la evidencia. Para que la evidencia resulte admisible ante los tribunales, deben respetarse esas reglas. Los derechos procedimentales protegen los derechos de los acusados y aseguran que la evidencia no sea alterada a fin de manipular los resultados de la investigación o del juicio.
Es muy importante para la integridad de la aplicación de la ley que cualquier persona que maneje evidencia durante una investigación esté familiarizado con las reglas relativas a la admisión de evidencia y las respete.
Protección de la evidencia
La existencia de procedimientos apropiados para manejar y almacenar la evidencia puede coadyuvar a que no sea alterada, extraviada o reemplazada con falsa evidencia después de que haya sido tomada en custodia. Estos procedimientos usualmente incluyen documentar continuamente la posesión de la evidencia.
Algunos de los procedimientos usados normalmente para proteger la integridad de la evidencia mientras se encuentran en custodia oficial comprenden:
- identificar la evidencia tan pronto como haya sido tomada en posesión. A cada pieza de evidencia se le debe dar un número de referencia y ser descrita, junto con una anotación sobre dónde y cuándo fue tomada en custodia (fecha y hora). Se le debe dar una copia o duplicado del recibo a la persona que originalmente suministró la evidencia y conservarse otra copia en el expediente;
- sellar los documentos y evidencias originales en cajas o contenedores y utilizar únicamente fotocopias para las investigaciones;
- conservar un inventario de la evidencia en custodia. Es una buena idea almacenar la evidencia en cuartos a prueba de fuego que cuenten con acceso controlado y limitado;
- conservar registros escritos de los manejos y movimientos de la evidencia. Se puede adherir a cada pieza de evidencia una hoja de control de movimientos, donde se incluyan todos los datos pertinentes, incluida la causa para su retiro temporal;
- mantener los registros relativos al manejo de la evidencia por separado del archivo de la denuncia; y
- devolver la evidencia a su propietario al final del proceso, mediante la firma del certificado correspondiente.