En la mayoría de los países, el
proceso de inscripción del electorado es una etapa clave para garantizar el
derecho al voto de toda la ciudadanía, ya que estar registrado en el padrón
electoral se considera comúnmente como un criterio de elegibilidad para los
votantes. Asegurarse de que las mujeres estén bien representadas en el proceso
de registro puede contribuir a fomentar su participación. Aunque los datos
desagregados por sexo sobre la composición del padrón electoral pueden ayudar a
detectar brechas e irregularidades en la inscripción de electores, este tipo de
datos a menudo no están disponibles. Según una encuesta de investigación que
evaluó la igualdad de género en 35 OGE, realizada por ONU Mujeres y el PNUD
entre 2011 y 2012, solo el 50 por ciento de los OGE encuestados contaban con
datos del padrón electoral desagregados por sexo. [1]
Los datos de participación de los
votantes desagregados por sexo proporcionan un indicador claro de la
participación de las mujeres en el proceso electoral. En la mayoría de los
países, las estadísticas oficiales de participación de votantes desagregadas
por sexo no son publicadas por las autoridades electorales, en parte porque el
secreto del voto dificulta que los OGE recopilen dicha información. Aunque
algunos países, como Australia, India o Costa Rica, recopilan este tipo de
datos, la mayoría de los OGE no asumen esta tarea. [2] Según la encuesta del PNUD y ONU
Mujeres 2011-2012, solo el 30 por ciento de los OGE encuestados contaban con
datos desagregados por sexo sobre la participación de los votantes. [3]
[1] ONUD y ONU Mujeres (2012): “Survey on Gender Mainstreaming in
Electoral Management Bodies”.
[3] PNUD y ONU Mujeres (2012): op. cit.