IDEA Internacional publicó en 2018 “Gender-targeted
Public Funding for Political Parties: A comparative analysis”
(disponible en inglés). Según este estudio, “el financiamiento público con
enfoque de género significa que la cantidad de financiamiento público de un
partido político recibe está conectado con el nivel de igualdad de género entre
los candidatos que presenta para la elección (o que logran ser elegidos), o que
una cierta proporción de la financiación pública que recibe un partido está
destinada a actividades relacionadas con el género”, como la capacitación para
mujeres miembros del partido. Los principales objetivos de la financiación
pública con enfoque de género incluyen aumentar la representación de las mujeres
en los organismos electos y empoderar a las mujeres en los partidos políticos.
El financiamiento público con enfoque de género puede ser un instrumento eficaz
para promover la participación de las mujeres, especialmente en sistemas donde
“la proporción del ingreso total de las partes que se recibe de fuentes
públicas es alta”, como es el caso de Albania, donde el 90 por ciento de los
presupuestos de los partidos proviene del financiamiento público. [1]
Ejemplo: En Georgia, “se otorgará un 30 por ciento adicional en financiamiento
a los partidos que tienen 3 mujeres por cada 10 candidatos”. [2]
Ejemplo: En Moldavia, “los partidos con 40 por ciento de mujeres candidatas
reciben un financiamiento público adicional del 10 por ciento, más un múltiplo
no especificado para cada mujer electa”.[3]
Ejemplo: En Albania, “30 por ciento de los candidatos deben ser mujeres en
todas las elecciones. El incumplimiento es punible con multas, que se toman de
la financiación pública respectiva de cada partido”.[4]
Ejemplo: En Francia, “si la diferencia de género entre los candidatos es mayor
al 2 por ciento, la financiación pública se reduce en 1,5 veces esta
diferencia”.[5]
Ejemplo: En Panamá, “al menos el 10% de la financiación pública se destina a
actividades de educación cívica y política. El 2,5% se canalizará únicamente
para apoyar las actividades de capacitación de mujeres”. [6]
Ejemplo: En México, “cada partido debe dedicar el 2% de su financiamiento
público regular anual a la capacitación, promoción y desarrollo del liderazgo
de mujeres”. [7]
En una discusión en línea de 2018 de iKNOW Politics sobre “Financiamiento
para mujeres candidatas”, los participantes hicieron las siguientes
recomendaciones para mejorar la participación de las mujeres a través de mecanismos
de financiamiento.
- “Limitar los
presupuestos de campaña para reducir las carreras de recaudación de fondos;
- Asegurar la
transparencia en el financiamiento de campañas para limitar el uso de dinero
ilegal y de redes ilícitas;
- Reforzar el mandato y
el presupuesto operativo de los OGE para monitorear adecuadamente los gastos de
campaña y pedir cuentas a los partidos políticos;
- Proporcionar préstamos
sin intereses a mujeres candidatas;
- Deducir los impuestos
de los donantes que financian las campañas de mujeres candidatas;
- Introducir incentivos
financieros para aumentar la participación política de las mujeres”.[8]
[2] Ohman, Magnus (2018): op. cit.