Los partidos políticos a menudo
desempeñan una función de vigilancia durante el período electoral y son
responsables de supervisar los procedimientos y operaciones del proceso de
votación, así como de detectar irregularidades, como la compra de votos, la
intimidación de votantes, el fraude electoral y la organización deficiente. Los
partidos políticos reclutan y capacitan a agentes de partidos, y pueden tratar
de asegurarse de que las mujeres estén bien representadas en este proceso.
Además, las listas de verificación utilizadas por los supervisores de los
partidos pueden incluir preguntas centradas en el género para evaluar las
barreras existentes a la participación de las mujeres como votantes y
candidatas.
[1]
[1] PNUD y NDI (2012): op. cit. p. 36.