Las desigualdades de género en la sociedad a menudo encuentran eco en
los medios de comunicación, con representaciones estereotipadas de hombres y
mujeres, así como una menor presencia de mujeres entre el personal de las
empresas de comunicación, especialmente en puestos directivos. Las
investigaciones recientes sobre la representación de las mujeres en el
contenido, el personal y la gestión de los medios de comunicación muestran
tendencias preocupantes.
El Informe global sobre el estado de las mujeres en los medios de
comunicación de noticias (The Global
Report on the Status of Women in the News Media, disponible en
inglés), publicado por la International Women’s Media Foundation en 2011,
examinó más de 500 empresas de medios de comunicación en 59 países, lo que
mostró que “los hombres ocupaban la mayoría de los puestos de trabajo de
gestión y recopilación de noticias en la mayoría de los países”. Esta
investigación mostró que los hombres ocupaban el 73 por ciento de los puestos
de alta dirección y el 64 por ciento de los puestos de periodista. Además, el
informe identificó techos de cristal para mujeres en 20 de 59 países, más
comúnmente en los niveles de gerencia media y superior. Las mujeres periodistas
a menudo sufren de discriminación y estereotipos de género dentro de los medios
de comunicación y tienden a tener poca influencia en el contenido de la
cobertura. Los editores con la última palabra sobre el contenido de las
noticias tienden a ser en su mayoría hombres y, en algunos contextos, los periodistas
se esfuerzan por obtener la aprobación para que se publique su contenido sobre
igualdad de género. [1]
Respecto a la representación de las mujeres en el contenido mediático,
el Proyecto Global de Monitoreo de Medios (The Global
Media Monitoring Project, GMMP por sus siglas en inglés) mostró que
en 2015 las mujeres solo representaron “el 24 por ciento de las personas que fueron
leídas, escuchadas o vistas en noticias de periódicos, televisión o radio”.
Entre los roles en los que se representaba a las personas en las noticias, las
mujeres rara vez aparecían como expertas (19 por ciento de todos los expertos),
portavoces (20 por ciento), protagonistas (26 por ciento) o testigos oculares
(30 por ciento), y también estaban subrepresentadas al compartir opiniones
populares (37 por ciento) y contar su experiencia personal (38 por ciento).
Además, el estudio mostró que el 16 por ciento de las mujeres que aparecían en las
noticias eran retratadas como víctimas. [2]
La siguiente tabla, extraída de esta investigación, muestra los principales
hallazgos del GMMP para el año 2015 (disponible en inglés).

Teniendo en cuenta estos datos, “parece que por la subrepresentación de
las experiencias y de las voces de las mujeres en los medios de comunicación,
estos se convierten en un actor poderoso en la censura de las mujeres, y no
solo en un mensajero indirecto, ni simplemente en un espejo pasivo que refleja
los valores y las normas de la sociedad”.[3]
Las voces de las mujeres son silenciadas por los medios simplemente porque son
mujeres, lo que socava los principios de pluralidad y diversidad. La
subrepresentación de las mujeres en el contenido de los medios muestra que “la
censura de género sigue siendo una realidad evidente en ausencia de voces
plurales”.[4]
Las personas LGBTI en general también están subrepresentadas en los
medios de comunicación, y a menudo se las retrata a través de la lente de los
estereotipos dañinos. El Informe de Diversidad en los Medios 2018 (2018 Diversity
Media Report), que monitoreó las noticias de televisión de
diferentes canales italianos durante el año 2017, concluyó que de las 50.803
noticias analizadas, solo 291 cubrían temas, personas o eventos LGBTI, representando
apenas el 0,57 por ciento del total de la muestra. Esta información muestra un
aumento menor en la representación de los medios LGBTI, ya que durante el
período comprendido entre 2005 y 2014, las noticias relacionadas con temas,
personas o eventos LGBTI representaron en promedio un 0,3 por ciento de la
muestra total. Los hallazgos de este estudio también mostraron que el tema más
común en las noticias sobre cuestiones LGBTI fue el crimen y la violencia que
involucran a miembros de esta comunidad, lo que representa el 45 por ciento de
las noticias registradas sobre cuestiones LGBTI. Los casos de discriminación
homofóbica y transfóbica recibieron atención limitada, representando el 14 por
ciento de las noticias analizadas sobre la temática LGBTI.[5]
En contextos electorales, el principio de pluralidad es de suma
importancia para la cobertura mediática, ya que el derecho de los ciudadanos a
obtener información precisa e imparcial implica que todos los actores políticos
deberían poder expresar sus opiniones a través de los medios de comunicación,
incluidas las mujeres. Sin embargo, los estereotipos y prejuicios de género en
la cobertura que realizan los medios de comunicación afectan negativamente a
las mujeres políticas y candidatas, lo que contradice el principio de igualdad
de trato. Los estereotipos mediáticos de las mujeres en la política contribuyen
a crear y apoyar una cultura política que las excluye, socavando su participación
y representación política real en los órganos de toma de decisiones. Con
frecuencia, su visibilidad se minimiza, como lo muestra un informe del Consejo
de Europa de 2017: “las candidatas reciben comparativamente menos atención de
los medios que sus homólogos masculinos”. Este estudio también revela que “las
mujeres políticas reciben más atención sobre su apariencia, sexo, vida privada
y vida familiar en comparación con los hombres” y, a menudo, se las presenta
como líderes débiles.[6]
Debido a la atención innecesaria hacia la vida privada de las candidatas, que
los candidatos masculinos tienden a no recibir en la misma medida, las
aspirantes mujeres pueden ser desalentadas a postularse para el cargo. Esta
tendencia también se puede observar en otros contextos regionales.
Los medios de comunicación también pueden tener un papel importante en
la creación de una opinión pública positiva sobre la participación de las
mujeres en la vida política y pública. Según la Unión Interparlamentaria, los
medios de comunicación pueden “prestar atención para evitar presentar imágenes
negativas o menospreciativas de las mujeres y su determinación y capacidad para
participar en la política, destacando la importancia del papel de las mujeres
en la vida económica y social y en el proceso de desarrollo en general”. [7]
Los actores electorales clave pueden tomar medidas para promover una
cobertura mediática sensible al género del proceso electoral, mejorando su
inclusión y pluralidad. Se puede utilizar una amplia gama de estrategias para
promover una cobertura de medios inclusiva.
- El monitoreo de los
medios sensible al género puede ayudar a identificar las desigualdades entre
hombres y mujeres en la cobertura de las elecciones, cuantificando el espacio y
el tiempo recibido por los candidatos hombres y mujeres, así como la
importancia dada a la igualdad de género entre otras cuestiones programáticas.
- Las iniciativas de formación
y de fortalecimiento de capacidades dirigidas a periodistas y profesionales de
los medios de comunicación pueden contribuir a crear conciencia sobre la
importancia de la igualdad de género en las elecciones y ayudarles a mejorar
sus habilidades en la presentación de informaciones desde una perspectiva de
género.
- Los códigos de conducta
para los medios de comunicación en las elecciones pueden integrar disposiciones
sobre la igualdad de género, involucrando a periodistas y profesionales de los
medios en la construcción de una cobertura mediática inclusiva a lo largo del
ciclo electoral.