Las redes sociales en línea se han vuelto cada vez más populares y disponibles,
lo que demuestra que “las formas en que las personas se comunican y comparten
información han cambiado rápidamente”.[1]
Esta profunda transformación del panorama de las comunicaciones ha tenido un
impacto en los procesos electorales, al cambiar los canales utilizados por los
ciudadanos y los votantes para obtener información, las estrategias de
comunicación de los OGE y las plataformas donde los candidatos presentan sus
ideas y programas políticos.
Los medios sociales pueden ofrecer a hombres y mujeres un espacio para
ejercer su derecho a la libertad de expresión y participar en la vida pública
como ciudadanos comprometidos. También ofrece a las mujeres políticas y
candidatas una plataforma para presentarse y presentar sus programas políticos
ante los ciudadanos. Teniendo en cuenta “su bajo costo y el papel que desempeña
la iniciativa personal en su uso”, las redes sociales “pueden servir como
igualador para las parlamentarias que de otro modo están en desventaja
política”, teniendo el potencial de promover la participación de las mujeres en
la política. [2]
De acuerdo con un estudio del Parlamento Europeo de 2013, los nuevos
medios de comunicación tienen un potencial impacto positivo en el
empoderamiento de las mujeres, permitiéndoles “establecer contactos con otras
mujeres, generar confianza en línea y atraer a otras mujeres y a pares a través
de estilos y temas que son directamente relevantes y atractivos, y proporcionan
una base de poder alternativa que podría ser de interés para los políticos en
general”. La comunicación política en línea, especialmente a través de las
redes sociales, permite a los políticos tener más control sobre sus propios
mensajes, y esto funciona especialmente bien para mujeres no electas o jóvenes,
cuya situación hace que sea menos probable que se vean restringidas por el
aparato del partido político. [3]
Una encuesta realizada en 2016 por el Foro Global de Mujeres en
Parlamentos, Facebook y el Centro Shorenstein sobre Medios, Política y
Políticas Públicas de la Escuela Kennedy de Harvard, analizó el uso de las
redes sociales por parte de parlamentarias en 107 países. Sus hallazgos
mostraron que más del 85 por ciento de las parlamentarias encuestadas usan las
redes sociales, especialmente durante el período de campaña. Los hallazgos de
esta investigación incluyen información detallada sobre las plataformas en
línea más utilizadas, las audiencias más comunes, así como la edad, los ingresos
y la maternidad de las parlamentarias que usan las redes sociales. Facebook
fue, con mucho, la plataforma más utilizada, siendo utilizada por el 90 por
ciento de las parlamentarias encuestadas. La audiencia principal estaba
compuesta por votantes, electores y equipos de campaña, seguidos por audiencias
de élite, como periodistas y otros políticos. La edad y los ingresos parecen
ser factores importantes que determinan el uso de las redes sociales, con un
mayor uso entre los encuestados menores de 50 años y entre aquellos con
ingresos muy altos o por encima del promedio. La maternidad no fue un factor
determinante en el uso de las redes sociales por parte de las mujeres políticas
encuestadas, ya que las encuestadas con hijos eran tan activos como el resto. [4]
El uso efectivo de las redes sociales puede ayudar a las candidatas a
mejorar sus estrategias de comunicación durante la campaña. Las iniciativas de
desarrollo de capacidades y de formación dirigidas a mejorar el conocimiento y
las habilidades de las mujeres políticas en las redes sociales pueden
fortalecer sus estrategias de comunicación y los planes de alcance al
electorado.
Los medios sociales también pueden ser un espacio hostil para las
mujeres en la política, con ataques crecientes y restricciones muy limitadas al
acoso, la difamación y las amenazas. El anonimato y la impunidad de quienes
cometen actos de violencia en línea contra las mujeres impide revertir esta
tendencia, pero ciertas estrategias de comunicación pueden ayudar a las mujeres
a responder al abuso en línea. En marzo de 2018, ONU Mujeres, el ACNUDH y la
Relatora Especial sobre la violencia contra las mujeres organizaron en Nueva
York una reunión de un grupo de expertos sobre "Violencia contra las
mujeres en la política, sus causas y consecuencias”. El informe de esta reunión
da cuenta del alcance, la naturaleza y las implicaciones de la violencia en
línea contra las mujeres políticas y presenta los enfoques existentes para
prevenir y combatir este tipo de violencia. [5]
Ejemplo: En Armenia, el Consejo de Europa brindó capacitación sobre redes
sociales a mujeres candidatas, con el propósito de “crear un grupo de expertos
[...] capaces de mejorar el conocimiento y las habilidades sobre redes sociales
de mujeres candidatas que se pondrán en práctica en las elecciones locales de
2016 y ofrecerles orientación individual si así lo solicitan”. La iniciativa
consistió en un taller sobre mujeres en la política y representación en línea,
así como una formación de formadores de dos días sobre la comprensión de las
redes sociales para mujeres candidatas. Los temas tratados durante estas
actividades incluían los principios de las redes sociales, las principales
redes sociales, las estrategias para redes sociales y la medición de las redes
sociales, entre otros asuntos. [6]
Ejemplo: En los Estados Unidos de América, la organización VoteRunLead brinda
capacitación a mujeres candidatas de todos los partidos políticos, abordando el
acoso en línea, la violencia y el trolling, entre otros temas. Su directora,
Erin Vilardi, sugiere estrategias de comunicación para lidiar con el abuso en
línea: “informe a la policía si hay problemas de seguridad, use el humor si es
posible [...] y, por último, encuentre la oportunidad de hacer algo más largo,
como escribir un artículo de opinión sobre el incidente”. [7]
Ejemplo: En Irak, una serie de campañas de difamación en las redes sociales atacaron
a mujeres candidatas durante las elecciones parlamentarias de 2018, como lo
denunció el Representante Especial del Secretario General (SRSG) de las
Naciones Unidas para Irak. El SRSG instó a los partidos políticos y otros
actores relevantes a luchar contra esta práctica dañina, que socava la
integridad electoral y la gobernabilidad democrática. [8]