Las asociaciones LGBTI en todo el mundo han llevado a cabo campañas de
incidencia en diferentes etapas del ciclo electoral para influir sobre aquellos
que tienen la responsabilidad de implementar decisiones políticas. En algunos
países, los grupos de la sociedad civil se han dirigido a los partidos
políticos y a los candidatos antes de las elecciones, buscando colocar los
derechos de las personas LGBTI en la agenda política y asegurar el compromiso
de los políticos con políticas inclusivas. Durante el período posterior a las
elecciones, las organizaciones de la sociedad civil también pueden hacer trabajo
de incidencia, dirigiéndose a parlamentarios, OGE y otras instituciones para
asegurar la participación e inclusión de todos los ciudadanos en el proceso
político, independientemente de su identidad de género y orientación sexual.
A través de los esfuerzos de incidencia global, las organizaciones
también pueden crear conciencia sobre la situación de los derechos humanos de
las personas LGBTI y apoyar su compromiso cívico y su participación ciudadana.
De acuerdo con la Declaración de Montreal, "los derechos humanos LGBT
deben integrarse en los debates mundiales sobre temas sociales y
políticos". [1]
Ejemplo: En el marco de las elecciones legislativas francesas de 2017, un
grupo de asociaciones LGBTI realizó una campaña de cabildeo dirigida a los
candidatos, pidiéndoles que suscriban una carta de compromiso sobre los
derechos humanos de las personas LGBTI para luchar contra la discriminación y
la violencia contra esta comunidad. Las organizaciones que apoyan esta
iniciativa incluyen Inter-LGBT, Caelif, Mag Jeunes y Glup. [2]
Ejemplo: En Pakistán, TransAction, junto con otras organizaciones de la
sociedad civil, lanzó el “Manifiesto Electoral de la Comunidad Transgénero e
Intersexual 2018” antes de las elecciones generales de 2018, con el objetivo de
integrar sus reclamos de derechos humanos en la agenda política y el debate
público, luchar contra la discriminación y promover políticas inclusivas que
empoderan a esta comunidad. [3]
Ejemplo: En Macedonia, los grupos de la sociedad civil hicieron esfuerzos de incidencia
para involucrar a los parlamentarios a favor de los derechos humanos para la
comunidad LGBTI mediante la promoción de una legislación inclusiva, con el
apoyo del NDI. La organización Educación e Investigación en Salud (Health
Education and Research, HERA) testificó en varias audiencias del comité
parlamentario sobre temas como la anticoncepción, el derecho de aborto, el
acoso y el cuidado y tratamiento de las personas que viven con el VIH/SIDA.
También abogaron con éxito por el establecimiento de un comité parlamentario
sobre cuestiones del VIH, que integró a 10 parlamentarios de seis partidos
diferentes. La Coalición por los Derechos de Salud Sexual y las Comunidades
Marginalizadas (Coalition for Sexual Health Rights and Marginalized
Communities) abogó por una declaración parlamentaria sobre el discurso de odio,
en respuesta a la creciente hostilidad hacia las personas LGBTI. Aunque la
declaración no fue adoptada finalmente, la Coalición logró asegurar una amplia
cobertura de la prensa y un debate público sobre el discurso de odio. [4]
Ejemplo: En Nepal, la Blue Diamond Society realizó esfuerzos de promoción para
promover los derechos LGBTI e impulsar la implementación de la decisión de la
Corte Suprema de 2007 en el caso Pant vs. Nepal, que reconoció plenos derechos
de las minorías sexuales y de género y determinó que la identidad de género
debería basarse en la autoidentificación, creando una categoría de “tercer
género”, además de “masculino” y “femenino”. Según esta organización de la
sociedad civil, como resultado de estos esfuerzos de incidencia, la Comisión
Electoral de Nepal decidió incluir una categoría de “tercer género” en su formulario
para el empadronamiento de votantes, cumpliendo con la decisión de la Corte
Suprema. [5]
Ejemplo: En 2017, IDEA Internacional realizó la película “Viajes de inclusión
política LGBTI”, con las trayectorias de asociaciones LGBTI en Nepal y Malawi.
Su objetivo es “mostrar estrategias para la inclusión política de las personas
LGBTI como un principio de participación democrática en la vida pública”,
abogando por una mayor participación política y el compromiso cívico de esta
comunidad a nivel mundial. Algunas de las estrategias de inclusión descritas en
la película incluyen aumentar la conciencia sobre la situación de los derechos
humanos de la comunidad LGBTI, desafiar las leyes discriminatorias ante los
tribunales nacionales y realizar campañas de promoción para los partidos políticos
y los parlamentarios. [6]