En todo el mundo, las políticas y procedimientos de la administración
electoral abordan la VCME de diferentes maneras. Los OGE pueden considerar una
amplia variedad de puntos de entrada para abordar la VCME a lo largo del ciclo
electoral. La realización de evaluaciones de riesgo y el mapeo de la VCME, así
como la integración de esta dimensión en las evaluaciones de seguridad de
carácter general, pueden ayudar a los OGE a identificar puntos de acceso y
diseñar estrategias de monitoreo y mitigación efectivas. Durante los procesos
de registro de votantes y candidatos, los OGE pueden adoptar medidas para
garantizar la seguridad de las mujeres, como no publicar los nombres de los
votantes y sus características de identificación (registro anónimo) y ajustar
la ubicación, los horarios de apertura y el protocolo de seguridad de las
oficinas de registro de candidatos. Durante la campaña electoral, los OGE
también pueden luchar contra la VCME remitiendo los casos de VCME a las
autoridades competentes, implementando programas de educación cívica y electoral
y concienciando al personal electoral. La integración del tema de VCME en los programas
de capacitación y actividades de sensibilización puede contribuir a aumentar la
conciencia pública sobre la importancia de este tema para los derechos de las
mujeres. Cuando sea necesario, los OGE pueden adoptar medidas de seguridad
sensibles al género durante la jornada electoral, como filas separadas para
hombres y mujeres en los centros de votación, la contratación de suficiente
personal femenino de votación y la ubicación de los centros de votación para
minimizar el tiempo de viaje. La policía y otras fuerzas de seguridad también
pueden tomar medidas para abordar la VCME, especialmente durante el período
electoral, al evaluar los riesgos de seguridad específicos de género en la
planificación operativa para la seguridad electoral, reclutar más mujeres entre
su personal y remitir los casos de VCME a los puntos focales de género. En el
período posterior a las elecciones, cuando su mandato lo permite, los OGE
pueden iniciar investigaciones, sancionar a los perpetradores de VCME y
proporcionar pruebas en casos judiciales.[1]
Ejemplo: En Tanzania, el Proyecto de Empoderamiento Democrático (DEP),
implementado conjuntamente por el PNUD, ONU Mujeres, la UNESCO, la Comisión
Nacional Electoral (NEC) y la Comisión Electoral de Zanzíbar (ZEC), tuvo como
objetivo combatir la discriminación y la violencia contra las personas con
discapacidad en las elecciones de 2015. El proyecto permitió la revisión del
Código de Conducta Electoral, el desarrollo de directrices sensibles al género
para la observación de elecciones y la educación electoral, así como la
adopción de una Política de Género e Inclusión Social por parte de la ZEC. Esta
iniciativa también apoyó la capacitación de la policía mediante el desarrollo
de un manual de capacitación sobre género, derechos humanos y el papel de la
policía durante las elecciones, que aborda cómo los diferentes tipos de
violencia que pueden ocurrir durante las campañas electorales afectan a hombres
y mujeres. Un total de 103 oficiales de policía participaron en formaciones de
formadores y, a su vez, capacitaron a otros 6.000 oficiales de policía en todo
el país. La Fuerza de Policía de Tanzania (TPF) integró la VCM en su Sistema de
Respuesta e Informe de Incidentes (IRRS, por sus siglas en inglés), una
herramienta informática que facilita la respuesta rápida a la violencia
electoral, basada en la tipología y las listas de verificación desarrolladas en
colaboración con la Red de Mujeres Oficiales de Policía. [2]
Ejemplo: En Macedonia, la Comisión Estatal de Elecciones implementó un programa
para mitigar la práctica del voto familiar. Como parte de este programa, la
Comisión emitió una directiva para todo el personal sobre la prevención del
voto familiar y publicó una estrategia contra el voto familiar y por procuración
que permitió coordinar los esfuerzos del gobierno y los donantes en esta área.[3]
Ejemplo: En Kenia, ONU Mujeres elaboró un borrador del manual de
capacitación para formadores en 2017, con el apoyo del PNUD, para fortalecer
las capacidades de las personas que apoyan a las supervivientes de la VCME
utilizando el protocolo y las medidas existentes para informar, responder,
investigar y procesar la VCM. Este manual se creó como respuesta a la violencia
postelectoral sufrida por mujeres y niñas en el proceso electoral de 2007, y
como parte de iniciativas más amplias para luchar contra la VCME en el país.
Con un enfoque centrado en la superviviente, el manual cubre temas como la forma
de brindar apoyo directo a las personas afectadas por VCME. También proporciona
información sobre el marco legal relevante de Kenia y las respuestas de los
sectores de salud, seguridad y justicia a los casos de VCME.[4]
Ejemplo: En Burundi, en 2014, la Comisión Nacional Electoral Independiente
(CENI) desagregó las estadísticas de las elecciones anteriores para comprender
mejor la VCME en el país y para planificar estrategias de prevención en las
próximas elecciones de 2015.[5]
Ejemplo: En Papúa Nueva Guinea, la Comisión Electoral descubrió que las
mujeres estaban sujetas a coacción por las prácticas de voto familiar y comunitario,
donde el jefe de familia o el líder de la comunidad les instruía cómo votar,
comprometiendo el secreto de los votantes. Como respuesta, la Comisión
instituyó cabinas de votación separadas para hombres y mujeres, bajo el
supuesto de que las mujeres votarían libremente si sus homólogos masculinos no
estuvieran presentes. [6]
[1] PNUD y ONU Mujeres (2017): op. cit. p. 85-93.
[2] PNUD y ONU Mujeres (2017): op. cit. p. 87 and 92.
[3] PNUD y ONU Mujeres (2017): op. cit. p. 90.
[4] PNUD
y ONU Mujeres (2017): op. cit. p. 92.
[5] PNUD y ONU Mujeres (2017): op. cit. p. 88.
[6] PNUD y ONU Mujeres (2017): op. cit. p. 90.