Las intervenciones de sensibilización desempeñan un papel importante
en la prevención de la violencia contra la mujer, pero deben complementarse con
estrategias más amplias contra los estereotipos de género y las normas,
actitudes y conductas sociales discriminatorias, promoviendo un cambio social
positivo a largo plazo. Una amplia variedad de actores pueden involucrarse en
la sensibilización sobre las causas y las consecuencias de la VCME, incluidos
los partidos políticos, los OGE, la sociedad civil, los legisladores, los académicos
y los medios de comunicación, entre otros. En algunos países, los partidos
políticos, los OGE y la sociedad civil han lanzado campañas específicas para
promover el conocimiento de la VCME. Al proporcionar información sensible al
género y ofrecer a los periodistas una capacitación adecuada, los medios de
comunicación también pueden desempeñar un papel en la prevención de la VCME. Si
bien los medios en línea pueden convertirse en entornos hostiles hacia las
mujeres en la política, con ataques crecientes y muy pocas restricciones al acoso
y las amenazas en línea, estos tienen el potencial de promover la visibilidad
de las mujeres a través de estrategias de comunicación efectivas. Los
parlamentarios pueden luchar contra la VCM a través de la acción legislativa y
mediante la sensibilización sobre este tema de sus electores y otros
parlamentarios. Además, incluir a hombres y niños en el diálogo social sobre la
igualdad de género y la VCME, con una atención particular a hombres jóvenes y
parlamentarios hombres, es clave para promover un cambio positivo en las
actitudes y normas sociales. [1]
Ejemplo: En “Sexismo,
acoso y violencia contra las mujeres parlamentarias”, un estudio de
2016 de la Unión Interparlamentaria[2]
que analizó la información proporcionada por 55 mujeres parlamentarias de 36
países, el 81,8 por ciento de las encuestadas informó haber sufrido violencia
psicológica, el 25,5 por ciento declaró haber estado expuesta a violencia
física y el 21,8 por ciento se identificó como víctima de violencia sexual.
Estos esfuerzos de investigación contribuyeron a crear conciencia sobre el
impacto de la VCMP en las mujeres parlamentarias. [3]
Ejemplo: En Bolivia, ONU Mujeres, el Ministerio de Autonomías y la
Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa, llevaron a cabo
conjuntamente varios talleres de sensibilización en 2014, dirigidos a las
autoridades locales y a mujeres líderes, con el objetivo de fortalecer sus
capacidades para enfrentar el acoso político y la violencia en los
departamentos de Cochabamba y Santa Cruz. Las autoridades municipales y las
mujeres que habían enfrentado directamente el acoso y la violencia política
también hicieron propuestas para la implementación de la Ley 243. [4]
Ejemplo: En Burundi, las asociaciones de mujeres tomaron medidas para prevenir
y mitigar la violencia relacionada con las elecciones en 2010. El Colectivo de
Asociaciones y ONG de Mujeres de Burundi y Dushirehamwe lanzaron la campaña Pañuelos
blancos para la paz bajo el tema “Las mujeres cuentan para la paz en Burundi”.
Sus objetivos incluían demostrar el rechazo de la violencia por parte de las mujeres
burundesas e invitarlas a prevenir la violencia en sus comunidades. La campaña
recibió el apoyo del PNUD, la Oficina de las Naciones Unidas en Burundi, Panos
Paris e International Alert, con apoyo en las comunicaciones y apoyo material
de 10.000 bufandas. La campaña recibió mucha cobertura de los medios de
comunicación en las estaciones locales de radio y televisión, generando
conciencia pública y contribuyendo a la prevención de la violencia durante el
proceso electoral.[5]
Ejemplo: En Kenia, ONU Mujeres participó en una iniciativa de múltiples actores
en 2012, con el objetivo de educar e integrar mecanismos para responder a la VCME,
en colaboración con la Comisión Nacional de Cohesión e Integración, los medios
de comunicación y dos plataformas de la sociedad civil (la plataforma UWIANO
para la paz y la plataforma USALAMA). [6]
Ejemplo: En Sierra Leona, las asociaciones de mujeres lanzaron en 2007 una
campaña de incidencia para abogar por elecciones sin violencia, con el apoyo de
ONU Mujeres, dirigida a los partidos políticos en respuesta al aumento de la
violencia política. La campaña se lanzó en la ciudad sureña de Bo en medio de
violentos brotes entre grupos políticos rivales. Grupos de mujeres, acompañados
por bandas de música, marcharon por la ciudad con mensajes de paz y fueron
dirigidos por el alcalde de la ciudad. Posteriormente, se enviaron mensajes de
paz a las sedes de los partidos políticos en las cuatro provincias de Sierra
Leona. En la capital, Freetown, los dirigentes de los partidos políticos se
comprometieron a celebrar elecciones sin violencia. El PNUD y la Misión de las
Naciones Unidas en Sierra Leona ampliaron posteriormente esta iniciativa.[7]
Ejemplo: En Zimbabue, antes del proceso electoral de 2010, la organización
nacional National Constitutional Assembly (NCA) llevó a cabo la campaña de “Actuar
ahora contra la violencia política”, que duró un año. Esta campaña se centró en
las mujeres y trató de “abordar el flagelo de la violencia política a medida
que el país se aproximaba a otra elección mediante la concienciación, la
creación de estructuras de apoyo, el señalamiento público de los perpetradores,
y el desarrollo de capacidades de las mujeres y las comunidades en general para
tratar la VCME”. [8]
[1] PNUD y ONU Mujeres (2017): op. cit. p. 100-105.
[3] PNUD y ONU Mujeres (2017): op. cit. p. 103.
[4] PNUD y ONU Mujeres (2017): op. cit. p. 101.
[5] PNUD y ONU Mujeres (2017): op. cit. p. 101.
[6] PNUD y ONU Mujeres (2017): op. cit. p. 101.
[7] PNUD y ONU Mujeres (2017): op. cit. p. 101.
[8] PNUD y ONU Mujeres (2017): op. cit. p. 101.