Las estructuras de poder dominadas por los hombres y los modelos
masculinos tradicionales de ejercicio del poder a menudo crean obstáculos para
la participación de las mujeres, excluyéndolas del proceso político dentro y
fuera de los partidos políticos. Sin embargo, en varios países, los partidos
políticos han adoptado estrategias y medidas concretas para crear un entorno de
apoyo para las mujeres y mejorar su participación dentro de sus estructuras
internas y en los procesos internos de toma de decisiones. Los partidos
políticos pueden desarrollar políticas internas y marcos normativos propios para
asegurar que las voces de las mujeres sean escuchadas y que estén representadas
de manera justa a todos los niveles dentro del partido. Pueden adoptar medidas
para promover la representación de las mujeres en la toma de decisiones, como
las cuotas internas para mujeres en las juntas directivas y en otros órganos
electos. Las secciones de mujeres de los partidos también pueden desempeñar un
papel importante en la integración de las voces e intereses de las mujeres en
la toma de decisiones interna, dando visibilidad al tema de la igualdad de
género y sirviendo como plataformas para fomentar el liderazgo femenino.
Además, los partidos políticos pueden integrar la igualdad de género en el
desarrollo de políticas, apoyando políticas públicas que promuevan los derechos
humanos de las mujeres. [1]
[1] PNUD y NDI (2012): op. cit.