El proceso de selección de
candidatos es clave para promover el acceso de las mujeres a funciones de
representación y se articula a través de diferentes etapas. Los candidatos
elegibles incluyen a todos aquellos que cumplan con los requisitos legales para
postularse para cargos electos. El grupo se reduce cuando se trata de
aspirantes, quienes realmente considerarían presentarse como posibles
candidatos. La siguiente etapa en el reclutamiento de candidatos, el proceso de
designación, es la más crucial para que las mujeres ocupen el cargo.[1] Las estructuras de liderazgo dominadas por
hombres a menudo obstaculizan la designación de candidatas, lo que resulta en
una débil representación de las mujeres, ya que este proceso generalmente
ocurre a través de acuerdos a puerta cerrada y de redes a las que las mujeres
no tienen acceso. Además, garantizar una composición equilibrada de género de
los comités responsables de seleccionar a los candidatos del partido puede ser
fundamental para aumentar las candidaturas de las mujeres, ya que los comités
de selección dominados por hombres tienden a resultar en la práctica en niveles
más bajos de participación de las mujeres en la competencia electoral. Cuando
existe una “organización interna débil, falta de democracia interna o reglas
internas de selección poco claras, las decisiones tienden a ser tomadas por un
número limitado de miembros de la élite, típicamente hombres”. Los procesos de selección
deben ser transparentes y formalizados, lo que generalmente lleva a una
democracia interna más fuerte y a una mayor equidad en la representación. [2]
El siguiente recurso gráfico,
extraído de la publicación de 2012 del PNUD y de NDI titulada “Empoderando
a las mujeres para el fortalecimiento de los partidos políticos: Una guía de
buenas prácticas para promover la participación política de las mujeres”,
describe las
etapas principales en la selección de candidatos.

Las medidas especiales de carácter
temporal pueden ayudar a los partidos políticos a abordar las desigualdades
entre hombres y mujeres en la práctica y asegurar ciertos niveles de
representación para las candidatas. Los partidos políticos pueden adoptar
cuotas voluntarias, buscando un objetivo para la representación de las mujeres
en las candidaturas. Según datos de 2013 extraídos del Atlas de cuotas de
género electorales, en alrededor de 37 países o territorios, una o más partes
han adoptado este tipo de medida de acción afirmativa. Las cuotas voluntarias
de los partidos son cada vez más populares entre los partidos de izquierda o
centro-izquierda en Europa, como los partidos Verde, Socialista y Socialdemócrata,
aunque son ampliamente utilizados en muchos países por todo tipo de partidos
políticos, independientemente de su posición ideológico. Las cuotas voluntarias
han contribuido a aumentar la representación política de las mujeres en países
como Suecia, Alemania, Australia, Mozambique, Namibia, Nicaragua, Sudáfrica y
el Reino Unido, entre muchos otros. [3]
Ejemplo: En Seychelles, el Partido
Nacional de Seychelles (SNP) adoptó en 2009 una política de promoción de la
igualdad de género en la participación política, a través de una cuota del 33%
para mujeres en el Comité Ejecutivo, en posiciones de liderazgo a nivel de
distrito y también en la lista de candidatos a la Asamblea Nacional. [4]
Ejemplo: En Burkina Faso, el partido Congreso para la Democracia (CDP) adoptó una cuota del 25 por ciento
para mujeres en las listas de candidatos de los partidos para las elecciones
parlamentarias de 2007. [5]
Ejemplo: En Luxemburgo, el Partido Popular
Social Cristiano (CSV) apunta a un objetivo de 33 por ciento de mujeres en sus
listas de candidatos. [6]
Ejemplo: En Sudáfrica, el ANC adoptó una
cuota del 30 por ciento de mujeres en las listas de candidatos desde 2003, que
se elevó al 50 por ciento de candidatas para las elecciones de 2009. [7]
Ejemplo: En España, el Partido Socialista
adoptó una política de que el 40 por ciento de todos los candidatos deberían
ser mujeres.
[8]
Ejemplo: En Australia, Canadá y el Reino
Unido, los partidos políticos presentan a mujeres candidatas en distritos
electorales o puestos seguros que muy probablemente van a ganar para aumentar
el número de mujeres electas. [9]
[1]Ballington, J. (2004): “Strengthening Internal Political Party
Democracy: Candidate Recruitment from a Gender Perspective”, IDEA
Internacional.
[2] PNUD y NDI (2012): op. cit. p. 21.
[3] IDEA Internacional, Unión Interparlamentaria y Universidad de
Estocolmo (2013), op. cit.
[4] IDEA Internacional (2013): op. cit.
[5] PNUD y NDI (2012):op. cit. p. 25.
[6] PNUD y NDI (2012):op. cit. p. 25.
[7] PNUD y NDI (2012):op. cit. p. 25.
[8] PNUD y NDI (2012):op. cit. p. 25.
[9] PNUD y NDI (2012): op. cit. p. 25.