Cierto número de países proporcionan programas mixtos de acceso directo
gratuito y de propaganda política pagada. Éste puede ser un efectivo compromiso
entre el argumento de la "libertad de expresión", que no permite la
prohibición de propaganda, y el argumento de "igualdad de
oportunidades", que postula que todos los partidos y candidatos deben
tener voz.
Barbados, por ejemplo, cuenta con un sistema mixto de esta naturaleza. A
los candidatos partidistas e independientes se les permite comprar propaganda
en radio y televisión, en adición de su asignación de transmisiones gratuitas.
Sin embargo, únicamente pueden comprar espacios de tiempo hasta un número
predeterminado, calculado sobre la base del número de candidatos que su partido
presenta en la contienda. El sistema para determinar estos límites es de hecho
distinto del utilizado para determinar las transmisiones gratuitas, pero tienen
el mismo efecto. También hay un tiempo límite para cada espacio de publicidad
(30 segundos en radio y 60 segundos en televisión).
En Montenegro las regulaciones para los medios de comunicación estatales en
las elecciones estipulan una combinación de propaganda pagada y gratuita. A
cada listado electoral se le concede cinco minutos de tiempo de acceso directo
en total, de los cuales dos minutos son gratuitos y transmitidos en el horario
especificado en las regulaciones. Los tres minutos restantes son comprados a
las tasas del mercado y sus horarios de transmisión son acordados entre las
listas de partido y la estación de
radiodifusión. Esto significa que se aplican tasas variables (como en el caso
de la publicidad comercial) que dependen de cuándo la propaganda política sea
transmitida.
El sistema canadiense es también, en efecto, mixto. Entre periodos
electorales existe una asignación de tiempos gratuitos de transmisión: 60% para
los partidos de oposición y el 40% para el partido en el poder. La asignación
exacta de estas transmisiones generalmente es elaborada por los propios
partidos (aunque la Corporación Canadiense de Radiodifusión tendrá a su cargo
la asignación si los partidos no llegan a ningún acuerdo). Adicionalmente a
estos "tiempos gratuitos de transmisión" existen transmisiones
ministeriales ocasionales. También, existe un derecho de respuesta de la
oposición a esto último, pero no al primero. En periodos electorales, sin
embargo, este sistema está recubierto por un sistema de propaganda política
pagada. Existe una determinada cuota de tiempo de publicidad disponible, el
cual es asignada a los partidos de acuerdo a una fórmula acordada entre ellos.
Después, se les permite que compren tiempo de publicidad hasta el límite de su
cuota.1
1 Howard
R. Penniman y Austin Ranney, "The Regulation of Televised Political
Advertising in Six Selected Democracies" ("La Regulación de la
Propaganda Política por Televisión en Seis Democracias Seleccionadas"),
Comité para el estudio del electorado americano, n.d.