Si se utilizan de manera apropiada, las encuestas o sondeos de opinión
pueden ser un método útil para determinar lo que los electores piensan acerca
de temas electorales específicos, los partidos y candidatos. Los diarios y las
cadenas de radio y televisión suelen realizar sus propias encuestas para
obtener información sobre las preferencias de los electores. Una encuesta también
puede ser una forma de averiguar lo que los electores piensan sobre cuestiones
específicas, o sobre qué asuntos consideran que son los importantes. Puede ser
que estos asuntos no sean los mismos que les parecen importantes a los
políticos. Podría decirse que, las encuestas ayudan a mejorar las decisiones
democráticas. Por ejemplo, en un sistema electoral de mayoría relativa pueden
ayudar a quienes desean votar tácticamente para asegurar que determinado
candidato no resulte triunfador.
El peligro con las encuestas de opinión es que pueden ser manipuladas de
distintas formas: al seleccionar las preguntas, la muestra, el momento de
aplicarlas, etcétera. Lo anterior, independiente al margen de error natural que
comporta toda encuesta, que en una elección muy reñida puede ser mayor que la
diferencia que separa a los partidos. Una encuesta bien diseñada y aplicada
suele ser muy confiable. Se estima que una muestra de mil personas puede
reflejar con cierta precisión las opiniones de más de 200 millones de adultos
de los Estados Unidos. Pero sus limitaciones también deben ser claramente
advertidas. Es por ello que los reportes mediáticos sobre los resultados de los
sondeos exige los más altos estándares profesionales. También es por ello que
se puede deducir que, los reportes sobre encuestas de opinión deben ser
regulados por el organismo electoral para garantizar que no están comunicando
falsedades de manera deliberada.
En el Reino Unido, la BBC cuenta con lineamientos internos con los que se
le recuerda a su personal sobre la importancia de ubicar en su justa dimensión
el significado de los resultados de las encuestas y enfatizar que sólo
representan una muestra fotográfica de la opinión en un momento determinado. Se
logra una mayor precisión si los medios informan sobre el resultado de todos
los sondeos, en especial si después sacan un promedio de los resultados,
minimizando así el impacto de encuestas "falseadas", que pueden
ocurrir aún con las técnicas más profesionales de sondeo.
Una cobertura profesional de las encuestas de opinión implica plantear un
conjunto de preguntas clave acerca de ellas, y ofrecerle al público las
respuestas:
- ¿Quién la conduce? ¿Es una empresa reconocida e
independiente?
- ¿Cuál fue el tamaño de la muestra (cuántas personas
fueron entrevistadas)?
- ¿Cómo fueron seleccionadas?
- ¿Los resultados publicados se basan en las
respuestas de todas las personas entrevistadas?
- ¿Cuándo se aplicó la encuesta?
- ¿Cuál es el margen de error?
- ¿Qué preguntas se hicieron, y cómo fueron
formuladas? ¿En qué orden fueron presentadas?
- ¿Cómo se comparan los resultados de esta muestra con
los de otras?