Las Autoridades Electorales deben monitorear la cobertura
de los medios por varias razones:
- Para
determinar si se están respetando las leyes o las normas sobre el acceso a
los medios de comunicación – por ejemplo, en la designación y coordinación
del acceso directo gratuito, de los espacios de publicidad, de la
observación de los “periodos de reflexión”, del respeto por las normas
sobre el contenido de la publicidad y el acceso directo, etc.
- Para
revisar más ampliamente si los partidos políticos y los candidatos están
recibiendo acceso y cobertura equitativa, por ejemplo en la cobertura de
las noticias.
- Para
identificar cualquier asunto emergente relacionado a la gestión electoral
o a la conducta de la campaña que la Autoridad Electoral debe dirigir.
- Para ver
cómo se están reportando las actividades de la Autoridad Electoral.
Los primeros dos de estos objetivos implican la
recolección extensiva de datos cuantitativos – en efecto, una escala completa
de un proyecto de monitoreo de los medios. Los otros dos podrían ser logrados
por medio de una revisión más casual y no sistemática de la cobertura de los
medios, de manera que el Organismo de Gestión Electoral pueda de igual manera
conducirla a manera de rutina.
A medida que la experiencia sobre el monitoreo de los
medios crece y las metodologías se expanden ampliamente, se ha vuelto más común
para las Autoridades Electorales (u otros organismos normativos) contratar a
expertos exteriores para que monitoreen a los medios. Éstos podrían ser
estudios de medios de comunicación universitarios, otros departamentos de
ciencias sociales u otras organizaciones no gubernamentales.
El cambio puede ser observado, por ejemplo, en Sudáfrica.
En 1994 el encargado del monitoreo de los medios fue la Comisión de los Medios
Independientes, un organismo regulador especializado, establecido especialmente
para la duración de la campaña electoral. Para las siguientes elecciones, en 1999,
el regulador de transmisión contrató al Proyecto no gubernamental de Monitoreo
de los Medios para hacerlo en su lugar.
La ventaja de contratar a un experto exterior es,
claramente, la reducción de la carga administrativa para la Autoridad Electoral
(en un momento donde otras presiones van a ser de mayor peso). Sin embargo, hay
dos desventajas potenciales, las cuales variaran en su importancia dependiendo
de las circunstancias.
La primera desventaja potencial de contratar a alguien es
que los medios y los partidos políticos pueden no percibir como algo autentico
de la Autoridad Electoral lo que se encuentra en el monitoreo. Si la Autoridad
Electoral necesita actuar sobre ellos, la información encontrada puede
considerarse como base para la negociación en vez de como algo autoritario.
Algunas Autoridades Electorales han concluido que la creación de su propia
unidad de monitoreo de los medios, con una duración igual a la del periodo
electoral, es una mejor opción.
La segunda desventaja potencial es que la Autoridad
Electoral no desarrollará su propia experiencia con base en los asuntos
mediáticos. Dado que muchas Autoridades Electorales tienden a encerrarse en si
mismos y a ser conservadores en sus tratos con los medios, alentar la
alfabetización mediática entre el personal de las instituciones podría tener
mejores y más amplios beneficios. A largo plazo – dado que las elecciones son
eventos recurrentes – el desarrollo de experiencia interna podría ser de igual
manera más rentable.