Las Organizaciones No-Gubernamentales tienen un amplio
rango de razones para monitorear la cobertura de los medios en una elección. Su
principal propósito posiblemente es el mismo que el de la Autoridad Electoral o
el de una Misión Internacional de Observación: asegurar que la cobertura de las
noticias sea equitativa y profesional y que los diferentes partidos y
candidatos tengan acceso a los medios.
Además de éste propósito, los de la Autoridad Electoral
(o de otros monitores no gubernamentales) pueden ser más complejos. Ellos
pueden preocuparse, por ejemplo, del contenido de la cobertura electoral. ¿Qué
temas cubren los reportes de los medios? ¿El debate electoral está representado
de manera profesional y desapasionada? O ¿Los medios inflaman los sentimientos
partidistas por su lenguaje o el estilo de su cobertura? ¿Qué tanto estos
reflejan las particularidades de las agendas de los partidos políticos o de los
candidatos?
¿Los medios cumplen con la información que los electores
necesitan (una pregunta obvia pero que se pregunta con frecuencia)? ¿Las
posiciones de los partidos y candidatos se evalúan desde el punto de vista del
elector – ver “Reportaje de la Voz de los Electores” – o por la complicidad de
los medios con los candidatos en la presentación poco crítica de sus políticas?
¿Los medios están jugando un rol efectivo con los candidatos? Y ¿Les dicen (a
los electores) por qué necesitan saber dónde, cómo y por qué votar?
¿Que tanto se reflejan los intereses y las voces de las minorías
o de los grupos marginados en los medios de comunicación? ¿Se están escuchando
las voces de las mujeres adecuadamente en la campaña electoral a través de los
medios? Y si no es así, ¿Por qué? ¿Los medios de comunicación están reflejando
las tendencias sociales sin criticarlas, o están haciendo un esfuerzo por
cuestionarlas?
La gama de asuntos a que los monitores de los medios de
comunicación no gubernamentales se han enfocada es amplia. Raramente, una
operación de monitoreo de los medios podrá encargarse de todos los problemas.
Sin embargo, lo que pueden hacer es tener una habilidad particular para usarla
en algún aspecto de la cobertura de los medios de comunicación.
A menudo esta área de habilidad estará en el área de los
mismos medios de comunicación. Las Organizaciones No Gubernamentales que se
preocupan por la libertad y los estándares profesionales están más a menudo
dedicados al monitoreo. El propósito puede ser defender a los medios de
comunicación contra la interferencia política, ya sea por parte de gobiernos o
propietarios privados; o puede ser promover el profesionalismo a la
cobertura.
En el mejor de los casos, la información publicada por el
grupo de monitoreo de los medios podría influenciar la calidad de la cobertura
mediática. Algunas veces, como en Mozambique en 1994, el diálogo entre
monitores y periodistas puede ir un paso más allá. La sala de redacción de
Radio Mozambique sostenía una reunión semanal para discutir las observaciones
de los monitores, decidir si acordaban con ellas o no y discutir planes para
las mejoras. La mejora en el balance de la cobertura de la radio – fuera de las
fuertes tendencias del partido mayoritario – fue verificable a lo largo del
periodo de campaña.
En las elecciones de 2000 en Tanzania, el proyecto de
monitoreo de los medios se inició por el Concejo de los Medios de Comunicación,
que es un organismo profesional voluntario, en conjunción con otros Organismo
No Gubernamentales preocupados por la libertad de los medios y el
profesionalismo. El proyecto comenzó con una conferencia, a la cual asistieron
representantes de los medios más importantes, quienes redactaron un código de
conducta para la cobertura electoral. El propósito del monitoreo fue
explícitamente examinar si la cobertura cumplía con los estándares que los
medios mismos habían acordado. Pero ellos probaron estar listos para
comprometerse en el dialogo, lo cual fue benéfico para la calidad de la
cobertura.
En otras ocasiones, la relación entre los monitores no
gubernamentales y los medios ha sido más difícil. La hostilidad entre los
medios gubernamentales y los monitores no gubernamentales es común. Los últimos
son acusados de promover su propia cuasi agenda política. Algunas veces, las
casas privadas de medios de comunicación presentan una reacción similar, por
ejemplo, en Moldova, en 2005, cuestionando la competencia y la buena fe de un
grupo de monitoreo, lo cual produce resultados críticos.
En algunas ocasiones, el monitoreo de los grupos se
encargara también de otros temas.
Un buen ejemplo de este enfoque más amplio es el monitoreo de los medios en
las elecciones presidenciales de Ucrania en el año 2004. Un grupo no
gubernamental llamado Equal Access
(Acceso Igual), llevo a cabo un largo y exhaustivo monitoreo que se encargo
particularmente del asunto de la distribución del acceso a los medios a los
distintos candidatos. Paralelamente, otras dos organizaciones, El Instituto de
Medios Masivos de Comunicación y el Grupo de Derechos Humanos Kharkiv, llevaron
a cabo un proyecto de monitoreo que se encargo de otros temas aunados a la
asignación de tiempo y espacio de los candidatos. Estudiaron la cobertura de
asuntos de particular preocupación para los grupos étnicos minoritarios –
incluyendo Crimean Tatars – y la representación de las mujeres en la cobertura
electoral. La información que encontraron fue casi sorprendente – reportando
las preocupaciones de las minorías y la poca frecuencia de la voz de las
mujeres como nuevas fuentes- pero otorgaron bases de información importantes en
el caso de que estos temas vallan a ser afrontados en el futuro.