Una vez iniciada la votación, el papel de los medios sufre un cambio con
relación al presentado en el periodo de campaña - se pueden concebir reglas
específicas que regulen este cambio. En la práctica, el cambio puede tener
lugar con anticipación mediante la imposición de una prohibición de los
reportes sobre campañas electorales, encuestas de opinión, transmisiones de
acceso directo y propaganda - o todos en conjunto.
Muchos países, por ley o costumbre, tienen un período en que los medios de
comunicación no reportan ninguna noticia sobre la elección. Es muy común que
sea así una vez que la votación se haya iniciado. Esto es análogo a las
prohibiciones habituales sobre las campañas en las cercanías de las áreas de
votación. En e Reino Unido, por ejemplo, hay una costumbre de abstención
voluntaria de informes de la campaña electoral el día mismo de la votación, y
muchos países de la Commonwealth observan una práctica similar.
Quizás Francia sea el ejemplo más conocido de un período obligatorio de
reflexión, donde tiene una duración de siete días. Italia y Suecia son otros
países donde esta suspensión de noticias es prescrita por la ley, en ambos
casos durante un día antes de la votación. Dinamarca tiene también un día de
suspensión de noticias antes del día de la votación, pero en ese caso, es
tradicional y no forzada por la ley.
Sin duda, el país con la suspensión de noticias más amplia es Israel, donde
la televisión (aunque no la radio) está prohibida de mostrar campañas políticas
durante por lo menos 30 días antes de la elección.
Los temas planteados en una prohibición de reportajes durante la votación se vuelven
proporcionalmente más complejos en función de la duración de la jornada
electoral, así como de la extensión geográfica del país. En este último caso,
si el electorado vota en distintas usos horarios, le imprime un tanto más de
complejidad ya que se puede disponer de los resultados en una zona antes de que
estén listos en alguna otra.
En esencia hay dos elementos a considerar:
La preservación de la integridad del proceso
electoral y la seguridad del voto
Asegurar que la emisión extemporánea de información
no influya de ninguna manera en la emisión del voto
La primera de ellas es mucho más directa que la segunda. Normalmente no
resulta complicado conseguir un equilibrio entre permitir a los medios cierta
difusión de la información sobre el proceso electoral, pero asegurando que no
se atente contra el secreto y seguridad de los electores.
No obstante, asegurar la
máxima transparencia y flujo de la información sin interferir con el proceso es
muy difícil, por lo que se han adoptado una gran variedad de enfoques.