El papel de los medios de comunicación en las elecciones se rige por un
cuerpo de leyes cada vez más vasto, tanto a nivel nacional como internacional.
Es importante comprender que la jurisprudencia está abrumadoramente dirigida a
regular el comportamiento de los gobiernos en relación a los medios, más que en
regulador a los medios mismos.
Los principios fundamentales consagrados en la legislación internacional
comprenden dos aspectos:
- Los
derechos a la libertad de expresión y a la libertad de información.
- El
derecho a participar en el gobierno del país, mediante elecciones.
En su forma original, estos principios están consagrados en los Artículos
19 y 21 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por las
Naciones Unidas en 1948. Se reproducen en múltiples tratados regionales y de la
propia ONU sobre derechos humanos que se han adoptado desde entonces. Las
decisiones de diversas instancias internacionales, como el Comité de Derechos
Humanos de la ONU, la Corte europea sobre Derechos Humanos y la Comisión Interamericana
sobre Derechos Humanos, han ido depurando estos principios convirtiéndolos en
una invaluable guía de aplicación legal.
Otros tipos de instituciones internacionales, como el Relator Especial de
las Naciones Unidas sobre Libertad de Opinión y Expresión, que en 1999 fijó
diversos principios importantes sobre el papel de los medios en las elecciones
y la obligación del gobierno de garantizar el pluralismo de los medios constituyen otra fuente en esta materia.
El enfoque de otros organismos internacionales - tales como los órganos de
las Naciones Unidas encargados de la supervisión internacional de las
elecciones- también constituyen una fuente de "leyes blandas", es
decir, que sus declaraciones no poseen una vinculatoriedad sobre los estados
miembros de la ONU, pero constituyen un importante indicador sobre las normas
imperantes a nivel internacional.
Como complemento de las normas internacionales, muchas leyes y resoluciones
de tribunales nacionales ofrecen una fuente de legislación comparada. En muchos
países, especialmente aquellos con un sistema de leyes consuetudinarias, las
decisiones de los tribunales de otros países pueden ser invocadas como
precedente y guía de referencia. Tampoco estas tiene poder vinculante, pero
dependiendo de la jerarquía del tribunal cuyas resoluciones se citan, los
jueces pueden tomar debida nota de sus razonamientos, hallazgos y resultados.