Bases para la transparencia en el reclutamiento
Al reclutar al personal de logística electoral, es necesario que el proceso se adhiera a las directrices que promueven la transparencia. Las garantías básicas de transparencia deberían aplicarse a:
- Revelar públicamente los criterios para distribución de posiciones;
- Un proceso documentado de selección a través de la evaluación equitativa y por escrito de los solicitantes, para después compararlos con los criterios relevantes de selección, incluyendo especificaciones sobre las razones por las cuales se tomó la decisión de aceptar o rechazar;
- Una vía para la resolución abierta e imparcial de cualquier queja sobre los procesos de selección del personal de logística electoral.
Se puede incrementar la transparencia si se hace una invitación pública para recibir solicitudes para los empleos de logística.
Garantizar la transparencia en el reclutamiento creará carga de trabajo adicional por la recepción de solicitudes y por la evaluación a los solicitantes, sin embargo, de esta forma se realiza un proceso de selección adecuado.
El beneficio más palpable de la transparencia en el reclutamiento, es que promueve la confianza pública en la imparcialidad y en la capacidad de los oficiales de mesa, contribuyendo también a que las mesas de votación y los centros de escrutinio funcionen adecuadamente gracias a la selección del personal mejor calificado.
La transparencia también es necesaria para asegurar que:
- No se manipule la designación de tal forma que se elija a personal del que se sospeche pueda apoyar puntos de vista políticos al realizar sus labores oficiales;
- El patrocinio en la designación del personal evite contratar gente que carezca de habilidad para realizar sus tareas.
Prebendas políticas o ganancia financiera
Debido a que se tiene que reclutar una gran cantidad de personal para que trabajen en las mesas de votación y en los centros de escrutinio. Cuando el reclutamiento es descentralizado, podría surgir la tentación de designar a parientes, amigos o socios sin tomar en cuenta su idoneidad para los cargos. La tentación será mayor en regiones con índice de desempleo elevado, en donde los empleos de logística electoral podrían ser la única oportunidad disponible para obtener un sueldo.
(Este es un caso distinto de cuando la política gubernamental, da preferencia a personas desempleadas para que funjan como oficiales de mesa de votación). Las jurisdicciones tienen enfoques distintos para evitar el mal uso del patrocinio y del nepotismo en la designación de oficiales, que muchas veces ocasiona que se contrate personal ineficiente. Al definir los controles adecuados, es importante que se tomen en cuenta los resultados deseables del reclutamiento, para que se contrate al personal más efectivo que pueda desempeñar las tareas necesarias, de forma imparcial y cuyo designio esté libre corrupción. Sin embargo, las personas que conozcan o que sean parientes de algún oficial de mesa, no necesariamente quedarán excluidas del reclutamiento.
El control básico reside en la intensidad que tenga el monitoreo regional o central del proceso de reclutamiento: para asegurar que los seleccionados para recibir capacitación, cumplan con las capacidades básicas definidas formalmente y que cualquier queja sobre predisposición en el reclutamiento se revise abierta y rápidamente.
Los controles secundarios se dan en la etapa de capacitación, en donde las personas reclutadas como favor político que no son idóneas pueden descalificarse (este puede ser un control ineficaz en los sistemas de capacitación de cascada, en donde el capacitador y el reclutador pueden ser la misma persona).
Los controles específicos que usan algunas jurisdicciones para evitar el nepotismo en el reclutamiento de personal para logística electoral, incluyen:
- Prohibir que parientes trabajen en la misma mesa;
- Prohibir que los administradores y oficiales de mesa responsables del reclutamiento contraten a sus parientes. Aunque estas prohibiciones contribuyen a fomentar la percepción de integridad en el proceso, podrían excluir a potenciales oficiales de mesa bien calificados.
También podría incrementarse la percepción de integridad, si se solicita que el proceso de selección suministre pruebas de altos méritos, acompañadas por la designación de un oficial superior del organismo electoral.
Influencia política
Hay dos conceptos opuestos sobre cómo controlar la influencia política en la designación de los oficiales de mesa. En la mayoría de los contextos, el modelo más eficaz consiste en asegurar la ausencia de influencia política en la elección de oficiales mediante:
- Transparencia integral en los procesos de reclutamiento, según se señaló anteriormente;
- La descalificación de cualquier persona que sea miembro de un partido político, partidario, candidato electoral, o que haya desempeñado un papel activo en la campaña para la elección.
Si bien estas descalificaciones son una medida para asegurar la integridad/ transparencia en el reclutamiento, debe tenerse cuidado de que no se les use de manera parcial para excluir injustamente a personas con supuestas conexiones con los partidos de oposición. Las medidas de control contra este tipo de mentiras, dependen de que el proceso de reclutamiento cumpla con los requisitos integrales de transparencia, así como de la independencia que tengan los mecanismos de revisión y de quejas.
El control de la influencia política en los nombramientos del personal, adquiere una naturaleza diferente en los sistemas en donde los oficiales de mesa son designados con base en su afiliación a un partido político. Sin embargo, se necesitarán mecanismos rigurosos para garantizar que los distintos intereses políticos estén representados en todas las mesas de votación.
Este sistema podría ser apropiado en sociedades que históricamente, han tomado decisiones imparciales mediante las revisiones y los balances proporcionados por los distintos intereses, que poseen un trasfondo de integridad institucional y en donde existen pocas organizaciones políticas.
Sin embargo, en otros contextos resulta un mecanismo inadecuado. Debido a que depende de las medidas de revisión y control en las mesas de votación, que por la velocidad de los hechos podrían ser difíciles de aplicar. También podrían excluir a los representantes de candidatos independientes o de partidos emergentes de ser designados como oficiales de mesas. Además, podría requerir el nombramiento de más oficiales de mesa y por lo tanto, costos más elevados que de otra forma no serían necesarios, de forma que sólo se puedan realizar acciones importantes con la actuación conjunta de oficiales pertenecientes a distintos partidos. Normalmente, los participantes políticos reciben un mejor servicio cuando designan representantes para que monitoreen el trabajo de los oficiales en las mesas de votación.
Contextos que tuvieron conflictos
En los contextos que están saliendo de un conflicto, sería más conveniente que los oficiales de las mesas de votación sean representantes de intereses políticos, ya que podrían revisar y balancearse entre sí, fomentando la aceptación general sobre la integridad de la logística electoral. Cuando el conflicto haya sido por nacionalidad o por partidos, será poco probable que toda la comunidad acepte la independencia de los oficiales de mesa.
Designar en cada mesa de votación un número equivalente de oficiales pertenecientes a distintas nacionalidades o partidos y garantizar que los procedimientos tengan que consultarse y aprobarse por todos los intereses, podría ser el medio más práctico aunque no el más eficiente para neutralizar la desconfianza.
Sociedades tradicionales
En áreas que aún están bajo un liderazgo tradicional, en donde las responsabilidades de apoyo a la familia están muy arraigadas, o donde los líderes del clan siguen detentando poderes de prebendas políticas y lealtad, podría ser difícil instrumentar un proceso de reclutamiento de oficiales abierto y transparente.
Se debería tratar de hacer una selección de oficiales independiente, mediante negociaciones con las autoridades tradicionales. Una posible solución consistiría en negociar la importación de algunos oficiales de áreas externas. Esto contribuirá a proporcionar medidas de revisión y de control, así como pericia en los operativos de las mesas.
Sin embargo, si esto es imposible (llevar equipos completos de oficiales provenientes del exterior y designados de forma transparente), se podrían provocar efectos negativos en la cooperación con la elección, en la asistencia electoral y en la capacidad para suministrar el servicio electoral.
La única solución posible sería que el organismo electoral, los representantes de partidos y candidatos y los observadores, prestaran atención especial a cuestiones de imparcialidad durante la capacitación, realizando un monitoreo estricto de las mesas de votación y de los centros de escrutinio.