Elegibilidad para votar en el extranjero
El voto en el extranjero, como una modalidad del
voto en ausencia, puede brindarse por razones de accesibilidad y equidad.
Pudiendo imponerse limitaciones a la elegibilidad para usar esta modalidad de
votación a los electores registrados que:
- hayan
estado fuera del país de origen más allá de un período predeterminado;
- tengan
la intención de volver al país de origen dentro de un período
predeterminado.
Un asunto general a resolver es si el voto desde
el extranjero debe quedar restringido a quienes se registraron como electores
antes de abandonar el país, o si se pueden registrar como electores desde el
extranjero.
Si bien permitir que las personas se registren
como electores estando en el extranjero obedecería al principio de equidad,
especialmente cuando se trata de trabajadores migrantes y de sus
dependientes o de refugiados, se podrían presentar dificultades mayores cuando
se busca mantener la integridad respecto a:
- La
aplicación de normas similares a las que se utilizan en el país para
autentificar y validar los registros electorales;
- La
determinación de los distritos o circunscripciones en los que esos
electores deben ser registrados para votar.
Los sistemas más restrictivos tienden a limitar
la posibilidad de votar en el extranjero en categorías específicas de empleados
estatales o gubernamentales, cuya actividad laboral haya requerido su
radicación en un país del extranjero.
Sin embargo, la accesibilidad no presenta mejoras
importantes, pudiendo incluso generar cuestionamientos sobre las razones
ocultas, o sobre la integridad que tienen las facilidades que suministra el
país extranjero.
Es probable que la cuestión de la elegibilidad
para votar en el extranjero resulte polémica, especialmente en los casos en que
el electorado potencial fuera del país:
- representa
una porción significativa de la población en edad de votar;
- representa
a grupos nacionales o políticos específicos (por ejemplo, refugiados).
La información sobre la elegibilidad y el procedimiento
para votar en el extranjero debería estar disponible de manera pública y
permanente, especialmente en lugares estratégicos como agencias de
viajes, representaciones diplomáticas del país en el extranjero, aeropuertos y
puertos similares de salida (para ejemplos de ese material informativo.
Cuestiones administrativas
Existen numerosas dificultades administrativas
que deben superarse para asegurar que las papeletas de los electores que
voten en el extranjero sean validadas y recibidas a tiempo para ser incluidas
en el escrutinio general, así como para asegurar que las instalaciones
dispuestas para la votación, ofrezcan las mismas normas de integridad que los
centros de votación ubicados dentro del país.
Es más viable ofrecer facilidades para el voto en
el extranjero para elecciones de distritos de gran magnitud, a nivel nacional y
provincial; pero es muy poco práctico y complejo cuando se tiene un gran número
de distritos electorales pequeños.
Podrían existir asuntos complementarios que
atender en los casos en que los electores potenciales en el extranjero sean
refugiados o migrantes indocumentados. Los métodos de registro y votación
requerirán de una evaluación cuidadosa, para evitar que pongan en riesgo la
situación de los electores, así como la integridad de la elección.
Registro especial
El fijar como requisito para votar en el
extranjero un registro específico, ya sea antes de abandonar el país o a través
de una representación diplomática en el exterior, puede facilitar la planeación
y la logística del proceso.
Para dichos efectos, se pueden compilar registros
especiales para ser utilizados en las distintas locaciones en el extranjero, o
bien hacer una anotación especial en los registros ordinarios de los electores
en el extranjero.
Distritos electorales
La legislación electoral determinará los
distritos en donde será aplicable el voto de los electores en el extranjero.
Sería más sencillo que pudieran conservar o recuperar el registro en el
distrito o demarcación electoral correspondiente a su último lugar de
residencia dentro del país o, en caso de que no contaran con registro previo,
en el distrito o demarcación con el que mantuvieran algún nexo formal (lugar de
nacimiento o de residencia de sus familiares).
Por otro lado, en el extranjero se tendría que
utilizar una lista especial de electores o algún otro método para verificar la
elegibilidad del elector. Sin embargo, se necesitarán controles rigurosos para
prevenir que alguien pueda votar en una mesa dentro del país utilizando el
nombre de un elector en el extranjero.
En algunos países (por ejemplo, Croacia), se
crean distritos electorales especiales de carácter "no-geográfico"
para los electores en el extranjero. En virtud de que generalmente se carece de
recursos o posibilidades para realizar una supervisión independiente en los
centros de votación en el extranjero, ese tipo de distritos electorales
especiales suelen ser vistos como un intento de manipular los resultados de la
elección, particularmente cuando los requisitos o posibilidades para
registrarse en ellos le conceden alguna ventaja a nacionalidades, comunidades o
grupos específicos.
Métodos de votación
Existe una gran variedad de métodos y
alternativas complementarias para instrumentar una votación en el extranjero.
La votación misma puede ser conducida de distintas formas:
- Vía
postal.
- En mesas
de votación instaladas en el extranjero.
- Vía fax
o medios electrónicos.
También podría ser práctico utilizarlas de manera combinada.
Cuando se opta por la vía postal, la papeleta de
votación puede enviarse al elector desde
una locación en el extranjero (una embajada o consulado del propio país de
origen), que disponga de un gran repertorio de materiales de votación para
todos los distritos electorales; o directamente desde el organismo electoral. A
su vez, el elector puede enviar de regreso su voto postal a una oficina en el
extranjero o alguna oficina específica del organismo electoral dentro del país.
En el voto en persona, se pueden utilizar
locaciones especialmente habilitadas para estos efectos, así como sedes
oficiales existentes, tales como embajadas y consulados. La votación se podría realizar
en las fechas y horarios habituales del país de origen o, en su caso, en un
período idéntico o mayor al de la votación anticipada.
Respecto a los sufragios que se vayan a emitir en
los lugares establecidos en el extranjero, se pueden utilizar los mismos
procedimientos de votación y escrutinio que se utilizan dentro del país,
incluyendo:
- Verificación
de la elegibilidad de los electores en la lista de registro
correspondiente;
- Depósito
de los votos dentro de una urna (o urnas de distintos distritos) y
realizar el escrutinio y cómputo al cierre de la votación;
- Transmisión
inmediata de los resultados por fax, teléfono o computadora al organismo
electoral competente;
- Devolución
de los materiales al organismo electoral para su verificación, resguardo o
destrucción.
Alternativamente, los votos podrían colocarse dentro
de un sobre sellado especialmente diseñado para identificar al elector, pero
que al mismo tiempo proteja la secrecía de su voto, para después colocarlo
dentro de la urna.
Al cierre de la votación, el material y la
documentación electoral se conciliarán, empaquetarán e inmediatamente serán
remitidos de la manera más segura al organismo electoral, en donde se
verificará la elegibilidad de los electores para escrutar los votos. Los votos
pueden ser contados por separado o mezclarse con otros que pertenezcan al mismo
distrito electoral antes de hacer el recuento.
Asuntos de administración general
Es probable que con el voto en el extranjero
surjan otros problemas, presentándose la necesidad de considerar costos
adicionales para materiales, planeación y capacitación. Dependiendo del método
de votación seleccionado, surgirán problemas específicos que atender. Sin
embargo, hay algunos asuntos que deben ser considerados, independientemente del
método de votación empleado.
Debido a que la votación en el extranjero requiere
de líneas de suministro y de un lapso más amplio en los tiempos de entrega del
material electoral, los materiales tienen que ser preparados con suficiente
anticipación a la jornada electoral, aún cuando los electores en el extranjero
no vayan a votar por anticipado. También se podría ocasionar que la conclusión
del conteo de los votos se demore para esperar el arribo del material de
votación.
Suministrar información sobre los procesos
electorales, partidos y candidatos a los electores en el extranjero es más
difícil. Además, generar propaganda sobre las facilidades disponibles para
votar incrementa los gastos.
La posibilidad, así como los términos y
condiciones aplicables para realizar actos de campaña o publicidad para
promover formalmente el derecho al voto en el extranjero, dependerán de las
leyes vigentes que tenga cada país.
Parece poco probable que todos los partidos
implicados y observadores independientes puedan vigilar la votación en el
extranjero. Especialmente en los casos en que el personal de las misiones
diplomáticas en los países del extranjero sea percibido por la opinión pública
como partidista, pudiendo surgir dudas sobre la integridad del proceso y de la
validez que tienen los votos emitidos. Este tipo de inquietudes se podrían
paliar a través de un control riguroso sobre el envío y la revisión de los
materiales devueltos.
Existen también inquietudes respecto a la
verificación de la elegibilidad de los electores y sobre los efectos que
podrían causar los métodos utilizados en la integridad de la votación y en el
tiempo requerido para completar el escrutinio de los votos. Cuando los votos
son emitidos en locaciones del extranjero que cuentan con un registro o lista
especial de electores, el escrutinio puede realizarse ahí mismo, transmitiendo
los resultados al organismo electoral poco después del cierre de la votación.
Este método evitaría que se den demoras en la integración de los resultados.
Sin embargo, dado que estas locaciones no se
encuentran bajo un estricto control administrativo del organismo electoral, ni
generalmente son objeto de observación por parte de los representantes de
partidos o candidatos, sería prudente manejar esos resultados con carácter
preliminar, sin publicarse hasta que sean confirmado a través de una revisión completa
de todos los materiales relevantes tan pronto como sean recibidos.
Adicionalmente, el volumen de los votos emitidos
en el extranjero podría ser muy reducido; por lo que para coadyuvar a
garantizar su secrecía, sería recomendable mezclarlos con los otros
correspondientes a la misma demarcación, antes de proceder a su conteo.
A su vez, la integridad está más protegida cuando
todos los votos del extranjero son tratados de la misma forma que los votos en
ausencia o los postales. Cada uno de los votos emitidos es colocado dentro de
un sobre sellado, acompañado por la documentación sobre la identidad del
elector.
A su regreso al organismo electoral competente,
se somete a una revisión completa para determinar tanto la elegibilidad del
votante como, en su caso, las impugnaciones por parte de representantes de
partidos y candidatos. Se podrían generar demoras para determinar los
resultados.
Ambas opciones pueden resultar costosas. La
impresión de registros electorales especiales implicará costos adicionales y
requerirá verificar que los registros no estén duplicados a nivel interno y
externo. Mientras que el sellado de las papeletas de votación requerirá
materiales especiales para su ensobretado. En general, es probable que el uso
de papeletas selladas sea preferible para mantener la integridad del proceso.
Sin embargo, les muy importante que los
procedimientos de control para sellar las papeletas en sobres individuales,
para mantener su secrecía, para vigilar todo el material y para garantizar la
seguridad de todos los votos emitidos sean muy rigurosos.
Envío postal directo de los materiales de
votación al elector
En términos administrativos, este es el método
más simple y económico. Ya sea por solicitud expresa del elector a la autoridad
electoral, o mediante el envío directo a aquellos que estén registrados en las
listas de electores en el extranjero, el material de votación les es enviado
por correo.
Para verificar su validez y realizar el
escrutinio, este material puede ser devuelto a un centro especial de recepción
o a la oficina de la autoridad electoral correspondiente.
Los costos adicionales se limitan al envío postal
internacional (y a la devolución, si se trata de correspondencia con
"porte pagado" por la autoridad electoral), y al personal del centro
especial de recepción, si esta instancia adicional de control es adoptada por
consideraciones de validación y transparencia.
La mayor desventaja en el uso de este método
reside en el tiempo que se consume entre el envío y la recepción del material.
Así, para que existan condiciones de mayor accesibilidad para los electores en
el extranjero, el material electoral se tendría que enviar con mucha
anticipación a la jornada electoral (ejerciendo presión sobre la producción de
los materiales), o ampliando las fechas límite para su recepción más allá de la
jornada electoral, al punto que se demoraría el escrutinio o recuento final de
los resultados.
Envío postal desde una locación en el
extranjero
Como una variación al envío postal directo de los
materiales, se pueden enviar por servicio de mensajería o valija diplomática a
locaciones centrales, como por ejemplo las diversas embajadas del país en el
extranjero, determinando su volumen sobre la base de los registros históricos
de votación o de los electores registrados, cuando se cuente con registros.
El uso de embajadas como centros de envío postal
asegurará que el personal involucrado disponga de un conocimiento básico del
sistema electoral. Por razones de eficiencia, sólo se brindarían ese tipo de
facilidades en aquellos países donde sea probable que ubique un número
significativo de electores.
Estas locaciones en el extranjero funcionarían
como centros de votación por correo, enviando los materiales a los electores a
través del servicio postal local, ya sea a solicitud expresa o formal de los
interesados o sobre la base de la información contenida en los registros
electorales especiales. Los votos emitidos serían depositados de manera
personal o por correo en la misma sede y dentro de un plazo predeterminado.
Tratándose de votos depositados de manera personal, este plazo podría ser
cercano al del cierre de la votación, con cierta ampliación para la recepción
de los votos remitidos oportunamente por correo.
Para verificar su validez y realizar su escrutinio,
estos votos serían empaquetados de manera segura y remitidos al organismo
electoral por servicio de mensajería o valija diplomática.
Este método tiene ventajas de accesibilidad. El
uso del servicio postal local puede reducir significativamente los tiempos de
envío y recepción del material, haciendo más probable que los electores en el
extranjero puedan votar dentro de los plazos establecidos.
Es importante que el material de votación sea
almacenado de manera segura y que una vez utilizado sea mantenido dentro de
urnas selladas hasta su envío a la autoridad electoral. Los costos logísticos
pueden ser mayores y habrá una considerable cantidad de asuntos adicionales de
organización y capacitación que atender.
Se tendrían que disponer facilidades adicionales
para manejar el envío y recepción de los materiales electorales del extranjero.
Es probable que resulten complejos y requieran un hábil control administrativo
para asegurar que se despache a cada locación del extranjero la cantidad exacta
de materiales de todos los distritos electorales.
Para superar la capacitación limitada del
personal de las locaciones del extranjero, podría ser útil integrar paquetes
que incluyeran juegos completos de materiales e información correspondientes a
cada distrito. Con esto se incrementarían los costos de envío.
Las locaciones en el extranjero se integrarían
con personal que no recibiría una capacitación directa significativa. Quizá sea
necesario producir manuales de capacitación y hojas de trabajo adicionales para
el personal de las locaciones en el extranjero. Un nivel menor de capacitación
puede afectar el debido trato de los electores.
Cuando las embajadas sean utilizadas como
locaciones externas y su personal como oficiales de votación, puede haber
inquietudes sobre la conducción imparcial de las elecciones, particularmente en
ausencia de una vigilancia independiente o por parte de representantes
partidistas. Puede ocurrir que esos oficiales no sean empleados directos y
responsables ante la autoridad electoral.
Se debe concienciar al personal de las embajadas
sobre el sentido de urgencia que debe prevalecer en el envío del material de
votación y, muy especialmente, en su oportuna devolución a la autoridad
electoral.
Atención a los electores
Ya sea que existan disposiciones o facilidades
para que los electores sean atendidos y voten por anticipado o sólo durante la
jornada electoral, resultan igualmente relevantes las cuestiones examinadas en
"Envío postal desde una locación en el extranjero".
Dependiendo de las percepciones de imparcialidad
e integridad respecto al personal encargado de las locaciones de votación en el
extranjero, este método puede ofrecer mayores controles de validación al
momento de la votación. Instalar todo tipo de facilidades en las locaciones de
votación en el extranjero provocará costos materiales adicionales.
Métodos combinados
Se puede lograr una cobertura más efectiva de los
electores en el extranjero utilizando una combinación de los métodos señalados,
por ejemplo:
- enviar
directamente desde el país de origen y por vía postal los materiales de
votación a los electores, pero disponiendo que una vez terminado este
proceso sea devuelto por el elector a una locación en el extranjero, desde
donde serían enviados en paquete al organismo electoral para su
procesamiento y escrutinio;
- ofrecer
facilidades tanto para el voto en persona como para votar por correo en
las locaciones del extranjero (siempre y cuando las complejidades que ello
entrañe no excedan las capacidades y recursos administrativos del
organismo electoral y las locaciones del extranjero).
Voto de los refugiados
Se le puede conceder especial atención al voto en
el extranjero cuando una porción significativa de la población del país se
encuentre refugiada en países vecinos durante el período de una elección.
Problemas políticos, logísticos o de seguridad pueden impedir su regreso para
votar. En esas situaciones, existen condiciones para que el organismo electoral
gestione, con asistencia internacional, acuerdos con los gobiernos vecinos para
instalar mesas de votación, bajo control internacional, en las zonas ocupadas
por los refugiados.
El cómo y en qué distritos electorales registrar
a esos votantes serán asuntos muy debatidos en la planeación y administración
de la elección y probablemente en términos políticos también.
Votos transmitidos por fax o verbalmente
Al igual que en las áreas más remotas del país
que no sean asequibles por los medios normales de votación, la transmisión y
recepción de votos por fax, radio o teléfono puede ser valorada para las
locaciones externas donde los servicios postales sean poco confiables o
inexistentes.
Para asegurar que esos votos correspondan
únicamente a votantes elegibles y conciliar la documentación correspondiente,
esos medios de votación implicarán que la secrecía del voto no podrá ser
mantenida en su totalidad y que los electores potenciales deben estar
plenamente conscientes de ello. Sin embargo, es sólo a través de estos medios
que algunas personas, por ejemplo aquellas que habitan zonas remotas del Ártico
o la Antártica, puedan ser capaces de ejercer su derecho al voto.