Los preparativos para proporcionar servicios
electorales que se ajusten a las necesidades de minorías específicas o de
segmentos vulnerables de la población, son una parte importante del
mantenimiento de las condiciones de accesibilidad y equidad que debe tener la
logística electoral. La clase de preparativos electorales que se pueden
ofrecer, estarán determinados en gran medida por la flexibilidad y las
oportunidades consagradas en la legislación.
Suministrar estas oportunidades bajo parámetros
de costo-efectividad, compete a los responsables de la logística electoral.
Asistencia a los electores
Los electores pueden presentar necesidades
especiales con respecto a la comprensión del proceso de votación, o al llenado
de los documentos correspondientes.
Reflejar estas necesidades en el diseño de los
materiales de votación, en las campañas informativas, en los criterios de
reclutamiento del personal de votación y en las disposiciones para asistir a
los electores, ayuda a prevenir que estas personas estén marginadas del proceso
electoral.
Desventajas ocupacionales o
situacionales
Puede ocurrir que algunos sectores de la
población no estén en condiciones de acceder a las facilidades de la votación,
debido a su ocupación ..
Ofrecer este tipo de facilidades de votación a
estos sectores de la población incrementaría el costo por elector.
Que dicho gasto sea efectivo, dependerá por
un lado, de si la exclusión de esos electores representa un riesgo para la
validez de la elección, de la importancia que se le conceda al principio de
equidad en el sistema electoral y de la eficiencia que tengan los métodos
seleccionados para incluir a dichos electores.
Unidades de votación y urnas móviles
El uso de unidades de votación móviles
puede mejorar significativamente el acceso a facilidades de votación para
quienes viven en áreas remotas, o para los que se encuentran en hospitales u
otras instituciones de salud, así como para personas muy enfermas o de edad muy
avanzada que no puedan atender una mesa regular.
Suministrar facilidades de votación móvil demanda
un cuidado especial, ya que estas son especialmente susceptibles de alegatos
sobre falta de seguridad, de integridad y de transparencia. Por eso, tienen que
ser controladas cuidadosamente, siendo sujetas a la supervisión de los
participantes políticos y observadores independientes, para evitar que puedan
presentarse abusos.
En algunos casos, se ha optado por introducir
unidades móviles de forma parcial, en la medida en que se ha percibido que son
menos vulnerables al abuso, siendo supervisadas adecuadamente, a la vez que se
usan medios alternativos como la votación por correo para suministrar acceso a
dichas categorías de electores.
Para que se puedan incrementar las condiciones de
accesibilidad, siendo efectivas, es importante que se aumenten los niveles de
confianza y transparencia en los sistemas de la logística electoral.
Operación de las unidades móviles de
votación
Se pueden adoptar distintos métodos para
dirigir las unidades móviles de votación, por ejemplo:
- En su
forma más simple, se puede permitir que el día de la jornada electoral, el
personal oficial lleve el material de votación a las personas que por su
edad o alguna enfermedad no puedan entrar a votar (denominada
"votación de cuneta").
- De
manera alternativa, el personal de las mesas de votación puede planear por
anticipado visitas a ciertas locaciones y hospitales del área, para
permitir que los enfermos voten.
- De una
manera más extensiva, los oficiales de votación capacitados especialmente,
pueden hacer visitas planeadas a los hogares de ancianos y enfermos, a
algunas instituciones como hospitales, o incluso realizar rutas prefijadas
por áreas remotas donde la población está demasiado dispersa como para
localizar efectivamente una mesa de votación normal.
Las unidades de votación móviles, pueden
operar únicamente el día de las elecciones o durante cualquier periodo previsto
para la votación anticipada. Sólo resultarán efectivas cuando el sistema electoral
permita el voto en ausencia, especialmente en hospitales
Planeación de las operaciones de
votación móvil
Al planear las operaciones de las unidades de
votación móvil se podrían considerar las siguientes directrices:
Se debe considerar con cuidado si deben existir procedimientos especiales de registro
para los electores que deseen ser atendidos por las unidades móviles de
votación, para luego recopilar la lista especial para estos efectos.
La planeación de las rutas de las unidades
móviles requiere por lo menos, de una
vinculación cuidadosa entre los administradores de las operaciones de votación
y los administradores de instituciones, de organizaciones comunitarias en áreas
remotas y de otros clientes potenciales, para que se pueda determinar el
número de usuarios, así como su identidad para asegurar la integridad.
Para mantener la integridad y protegerse contra
alegatos de sesgos, es importante que se consideren todas las instituciones
relevantes y comunidades remotas para determinar si el servicio es necesario.
La planeación debe prever un número suficiente de
unidades móviles de votación, intentando programar rutas que ofrezcan tiempos
convenientes para los servicios electorales, quienes podrían estar sujetos a
rutinas institucionales restrictivas.
Los
horarios de las unidades móviles deben planearse con anticipación y su
ubicación o rutas ser anunciadas oficialmente por la autoridad electoral.
Permitir que se atiendan solicitudes de servicio recibidas, digamos, el día de
la elección, puede generar desconfianza acerca de las actividades de la
votación móvil, alterando la operación de las unidades. Se debería establecer
una fecha de corte, después de la cual no se podrían atender solicitudes de
servicios de votación móvil. Esto es de particular importancia para la
integridad de la votación, en sistemas que exigen un porcentaje mínimo de
participación para declarar que la elección fue válida.
Andar a la caza de votos "domésticos"
el día de la elección, podría percibirse como un intento partidista por
alcanzar ese porcentaje.
Los
partidos y candidatos deben ser notificados de los horarios con suficiente
anticipación, para que puedan enviar representantes a las unidades móviles.
Cuando las unidades móviles visiten locaciones remotas por aire, tierra o mar,
se debería permitir que los representantes de partidos y candidatos, así
como observadores independientes viajen con los oficiales electorales.
Se debe
asignar un mínimo de dos oficiales de votación experimentados a cada unidad
móvil de votación, al menos uno de los cuales debe tener la experiencia
o capacitación suficiente para fungir como administrador o responsable de la
unidad.
Cuando las unidades móviles requieran que el
personal de votación abandone sus responsabilidades en una mesa para conducir
la votación móvil, el servicio a los
electores en la mesa ordinaria se debe mantener en un nivel aceptable,
en términos de materiales y personal, con los recursos remanentes.
Los materiales que lleve abordo cada unidad móvil
deben ser por lo menos los mismos que
se utilizan en una mesa ordinaria. El equipo suministrado, tal como
urnas, sellos, compartimentos para votación, necesita ser ligero pero resistente. Por ejemplo,
las urnas y compartimentos de votación de plástico corrugado, podrían ser más
convenientes que las de cartón o metal.
Por razones de seguridad, las urnas utilizadas en las unidades móviles deben contener algún
dispositivo de seguridad que cubra la ranura. Este dispositivo
debe cerrarse con llave (en la presencia de observadores) al terminar la
votación en cada locación y ser abierto otra vez (también en presencia de
observadores) sólo cuando se inicie la votación en la siguiente locación.
La planeación e instrumentación de la
votación móvil, particularmente en áreas remotas que implican grandes
requerimientos de transporte, hospedaje y abastecimiento, puede representar una
empresa de gran magnitud, para la que será necesario contar con recursos
adicionales. Las capacidades de atención o procesamiento de las unidades
móviles serán considerablemente menores a las de una mesa normal - en
instalaciones hospitalarias, por ejemplo, sólo se podrán atender entre cinco y
diez electores por hora.
Generalmente, su instrumentación revestirá un
costo por elector varias veces superior al de una mesa de votación ordinaria, o
a un sistema de voto por correo. Sin embargo, en términos de servicio público,
de accesibilidad, de equidad e incluso de transparencia, puede hacer una
contribución significativa a la inclusividad de las operaciones de votación,
cuando se controla y supervisa estrictamente.
Responsabilidad de los materiales de
votación móvil
Hay diversos asuntos que requieren atención
especial para garantizar el manejo responsable y la debida rendición de
cuentas, respecto a los materiales de votación utilizados en las unidades
móviles. Entre ellos, quedan comprendidos los siguientes:
Las
papeletas y otros materiales contables deben ser mantenidos en depósitos
cerrados con llave cuando no se usen e igual que las urnas, nunca deben
quedar desatendidos, ya sea durante los recorridos o en la votación.
El
conteo y conciliación de las papeletas exige controles muy estrictos.
Esto es crucial cuando las papeletas son retiradas de una mesa ordinaria para
conducir la votación móvil, o cuando las unidades móviles están en operación
durante varios días.
Se deben
llevar registros de las papeletas utilizadas en cada locación visitada
por la unidad móvil. Cuando la unidad opere por más de un día, el material de
votación debe ser conciliado con toda precisión, por lo menos al final de cada
día y cualquier discrepancia debe ser reportada inmediatamente a la autoridad
responsable.
Cuando las unidades operen por más de un día, también se deben adoptar medidas
estrictas de seguridad para los materiales de votación fuera de los horarios de
funcionamiento. En áreas urbanas, esto puede significar el regreso de
los materiales a una oficina electoral local o regional o a algún otro sitio
para su resguardo seguro (su almacenamiento en instalaciones bancarias o
policíacas puede o no resultar apropiado, dependiendo del contexto político).
En áreas remotas puede ser necesario que uno o más oficiales de seguridad
acompañen a la unidad móvil.
Otras locaciones especiales
A menudo, atender a otros sectores específicos de
la comunidad puede significar sólo un pequeño costo adicional o ninguno en
absoluto. En los sistemas donde se permite el voto anticipado o en ausencia, un
análisis cuidadoso de la historia electoral indicará los lugares óptimos en los
que se podrían brindar servicios adicionales, por ejemplo, universidades,
aeropuertos, terminales de autobuses o del tren y dormitorios estudiantiles.
En los sistemas donde se reservan asientos para
minorías específicas, el cuidado en el diseño de las estructuras de los centros
de votación, para permitir el acceso de materiales de votación especial y
asistencia idiomática o lingüística donde resulte necesario, permitirá que
dicha votación se lleve a cabo en las mesas ordinarias. Esos arreglos
minimizarán las diferencias entre los asientos reservados y los otros electores.