Determinación de los objetivos y del nivel de servicio
Como en cualquier actividad enfocada al servicio, antes de determinar los perfiles del personal necesario para proporcionar las facilidades de votación, es importante definir el nivel de servicio y lo que se espera de él. Formalizar los objetivos del servicio es esencial para que la logística electoral pueda determinar las funciones que deberá desempeñar el personal y para que realice una distribución de recursos efectiva. Es igualmente importante que se desarrollen prácticas de trabajo, que permitan instrumentar la votación de forma adecuada.
Inculcar en el personal los objetivos del servicio durante su capacitación, contribuye a proporcionarles una plataforma ética. Así mismo, permitir que los estándares de servicio que el organismo electoral intenta alcanzar estén disponibles para el público, constituye una parte esencial para que la administración del proceso electoral rinda cuentas.
Criterios del servicio
Los objetivos de los servicios de votación generalmente están enfocados a cumplir con los siguientes criterios:
- Tráfico. La cantidad de electores que cada mesa de votación puede atender adecuadamente por hora;
- Exactitud. El nivel de exactitud que se debe alcanzar durante el procesamiento de los electores;
- Integridad. El nivel de integridad aceptable y el riesgo de que sea infringida.
En entornos con recursos ilimitados, se pueden instalar facilidades que eviten que los electores tengan que esperar para votar, que ayuden a que sean procesados adecuadamente y a que se tenga control sobre todos los aspectos que protejan la integridad de la elección. Sin embargo, raramente se dispone de dicha cantidad de recursos. Por otro lado, los estándares de servicio varían dependiendo de los distintos entornos en donde se celebren las elecciones, especialmente debido al tráfico de electores, por eso, es necesario que se realice un balance entre el servicio y su costo, de forma que el resultado sea aceptable para todo el público.
Medidas para la afluencia
El aspecto más visible de la logística electoral es el tiempo que deben esperar los electores en las mesas de votación para emitir su voto. Existe un número importante de factores que afectan la afluencia en las mesas de votación.
El tiempo que tarda el personal en entregar los materiales de votación constituye un indicador importante sobre su desempeño. Siendo preferible que se desarrollen estándares y exámenes minuciosos sobre la expedición de material que los oficiales deberían entregar a los electores por hora. Este podría convertirse en un determinante sobre el nivel que tiene el personal.
El índice que pueda alcanzar la expedición de materiales en los distintos entornos dependerá de los siguientes factores:
- Los mecanismos elegidos para verificar la identidad y la elegibilidad del elector;
- La exactitud y el diseño de la lista de electores que se utilice;
- La cantidad y el estilo de las papeletas expedidas;
- El método de votación, especialmente si se trata de un llenado manual de las papeletas, de máquinas o de computadores.
Todavía no existen materiales de votación estandarizados que puedan utilizarse en todos los contextos. En algunos lugares, los oficiales de votación pueden conseguir fácilmente índices de expedición de materiales que alcanzan los sesenta electores por hora. Por otro lado, las mesas de votación móviles que atienden a ancianos o a electores con alguna discapacidad, sólo pueden atender entre cinco y diez personas por hora.
También existen otros factores importantes que influenciarán la tasa en la que se puede procesar a los electores. Incluyendo:
- El número de compartimentos de votación que se haya proporcionado;
- La cantidad de electores que necesiten asistencia o una explicación detallada sobre los procedimientos de votación;
- La complejidad de las papeletas y por ende, el tiempo que le tome a cada elector completarla.
Tiempo en la fila
Las expectativas que tenga la sociedad sobre la calidad del servicio electoral, determinará la cantidad de tiempo que considerarán aceptable para permanecer en fila. En sociedades con mayor desarrollo, la tolerancia del público para hacer fila es mucho menor.
Por ejemplo, en las elecciones federales de Australia, el objetivo del servicio está enfocado a que los electores no tengan que hacer fila por más de diez minutos antes de que les sean entregados los materiales de votación.
En lugares con poca experiencia en elecciones democráticas, o en donde las personas están acostumbradas a que los servicios gubernamentales tengan largas filas, los electores al esperar su turno para votar. Sin embargo, será inaceptable que cualquier elector tenga que esperar más de treinta minutos para votar.
Períodos con alta afluencia
Es poco probable que se tenga un flujo uniforme de electores durante las horas de votación. Por varias razones, como la disponibilidad de transporte o el fomento a votar temprano, los electores tienden a llegar al mismo tiempo a la mesa de votación. Para que el personal pueda lidiar de forma efectiva con los periodos de alta afluencia, es necesario que se realice una investigación sobre los registros de asistencia de elecciones pasadas.
Se puede conseguir mayor efectividad en los costos si se elabora un modelo que permita la inclusión de personal adicional durante las horas pico (que en muchos sistemas tiende a presentarse en las primeras horas después de abrir), que ayude a informar y a expedir material a los electores. Cuando dichos modelos se instrumentan, se necesitan controles adicionales para garantizar que todas las acciones de los oficiales estén sujetas a rendición de cuentas.
Evaluación del servicio
Para la planear mejoras en términos de costo-efectividad, es importante que se evalúe si el servicio de votación alcanzó los objetivos propuestos y si estos se adecuaron al contexto.
Las metodologías adecuadas para este efecto pueden incluir el análisis de las quejas que hicieron los electores, de los registros sobre retrasos en filas, de los resultados de encuestas sobre el servicio, o de informes sobre la conducción del organismo electoral.