Las personas débiles o de edad avanzada pueden
estar muy enfermas como para abandonar sus hogares y acudir a un sitio o mesa
de votación. Los sistemas de votación igualitarios contendrán disposiciones que
les brinden a esas personas la oportunidad de votar sin tener que salir de sus
hogares. Surgen dudas razonables sobre qué tan estrictos deben ser los
criterios que les permitan votar desde su casa, especialmente cuando esos
métodos impliquen costos adicionales o puedan ser percibidos como menos
íntegros que el acudir a una mesa de votación.
Por esta razón puede resultar apropiado exigir
una solicitud o registro previo para votar desde el hogar, de acuerdo con los
criterios definidos en la legislación, ya sea como parte del proceso ordinario
de registro electoral o como un ejercicio por separado.
Especialmente si los electores recluidos en su
domicilio van a ser atendidos mediante la visita de oficiales de votación - ya
sea como parte de una unidad móvil o de una mesa ordinaria - es imperativo para
efectos de planeación y programación que el número y ubicación de esos
electores sea conocido antes del inicio de la votación.
Facilidades ofrecidas
Las facilidades que se pueden ofrecer son del
siguiente tipo:
- Voto por
correo;
- Ser
visitados por una unidad móvil de votación, ya sea durante el periodo
previsto para la votación anticipada, o el día de los comicios generales.
- Ser
visitados el día de la jornada electoral por oficiales del sitio o mesa de
votación en la que están registrados como electores.
- Nombrar
un agente que recoja y regrese su material de votación, ya sea de la mesa
en la que están registrados para votar o, si existen facilidades para el
voto en ausencia, de una oficina electoral o alguna otra mesa de votación.
- Nombrar
a alguien que vote personalmente en su representación en la mesa en la que
está registrado como elector..
En los contextos tecnológicamente más avanzados,
los desarrollos en el campo de la votación por teléfono y computadora también
pueden hacer mucho más factibles los métodos de votación desde el hogar.
Cada uno de estos métodos implica costos o
factores de integridad particulares que necesitarán ser cuidadosamente
considerados al determinar el más apropiado en un ambiente electoral
específico.
Los métodos permitidos deben estar claramente
definidos en la ley. Cualquiera que se ponga en práctica debe ser aplicado de
manera consistente. Ofrecer servicios sólo en algunas áreas, tales como voto
móvil en comunidades urbanas, sin que se ofrezca un método complementario en
otras áreas, despertará sospechas de que el acceso está siendo manipulado para
favorecer a algunos electores en lo particular.
Voto por correo
En los casos en que se emplean generalmente
sistemas de votación por correo, incluyendo el confinamiento en el hogar por
razones de salud o edad como un criterio general de elegibilidad, este método
se aplica a los confinados en su hogar dentro de los sistemas de votación
convencionales. En los casos en los que se mantienen registros permanentes de
electores, permitiéndole a los enfermos crónicos o ancianos registrarse
permanentemente como votantes por correo, esto también puede permitir su acceso
a los materiales de votación en su propio domicilio. Sin embargo, esto debe ser
acompañado por revisiones regulares escrupulosas de ese registro.
Como ocurre con el voto postal en general, puede
haber dudas sobre si este método de votación deja que otros residentes en ese
domicilio permitan influir sobre el comportamiento del elector, especialmente
cuando es de edad avanzada.
Cuando sea probable que esas inquietudes terminen
por cuestionar el resultado de la elección, se deben valorar métodos distintos
al del voto por correo. Sin embargo, el voto por correo puede ser la única
solución práctica en las áreas rurales con baja densidad de población.
Unidades de votación móviles
El uso de unidades móviles en centros de
asistencia social, puede suministrar integridad y efectividad para dar
servicio a los pacientes. Existen algunas cuestiones ligadas a la votación en
centros de asistencia social que deben considerarse:
- Es
preferible que las mesas de votación móviles de los centros de asistencia
social estén bajo administración de una oficina local del organismo
electoral, por ejemplo, la administración del distrito electoral o la
comisión electoral del distrito;
- El
organismo electoral debe determinar y publicar formalmente el horario y
los lugares en donde habrá servicio de mesas móviles, de la misma forma en
que se hace en las mesas ordinarias;
- Se tiene
que tener comunicación con las instituciones, para acordar horarios
adecuados para las mesas de votación, de manera que no afecten la rutina
institucional o afecten a los pacientes.
Algunos
pacientes podrían necesitar más tiempo que otros para completar su voto,
cuestión que depende de la edad y de la condición física en la que se
encuentren. Cuando se tienen sistemas de votación, es probable que estos
electores necesiten más de quince minutos para completar su voto. Los sistemas
equitativos atenderían esta situación sin imponer algún tipo de limitante sobre
el tiempo que deben usar los electores para votar. Cuando las mesas móviles van
de cama en cama, es posible que solo se pueda servir entre cinco a diez
votantes por hora. La mezcla de pacientes y la distribución de sus
instituciones (cuántos niveles, rutas de acceso, área total) afectarán la
velocidad en que los equipos de las mesas puedan atender a los electores, y por
lo tanto influirán en los recursos necesarios;
- Al
determinar la cantidad necesaria de mesas de votación móviles, así
como el personal necesario, es
importante que se analice el volumen de trabajo que representan los
centros de asistencia social. Cuando las instituciones son pequeñas, no es
necesario que se asigne una mesa para cada lugar. En instituciones grandes
será necesaria más de una mesa móvil (o varios equipos de personal que
operen desde una sola mesa) para atender a todos los electores. Dependiendo
del número de votos implicado, generalmente resultará más práctico y menos
costoso aplicarlo durante cualquier periodo previsto para votación
anticipada, permitiendo así que un número menor de unidades móviles opere
en días sucesivos, más que tratar de cubrir toda una demarcación durante
la jornada electoral. Utilizar esta última alternativa requeriría la
participación, capacitación y equipamiento de un excesivo número de
oficiales.
Multiplicidad
de controles para la votación
Cuando los pacientes de instituciones tienen las opciones de votar por
correo o en mesas de votación móviles, se tienen que tener sistemas de control
lo suficientemente rigurosos como para prevenir que se pueda votar varias
veces.
La elaboración de listas de electores especiales para las mesas de votación
móviles puede parecer un método efectivo, sin embargo, muchos pacientes podrían
desconocer si se van a encontrar en la mesa de votación el día de la votación.
El método más efectivo para maximizar la accesibilidad y el control, puede ser
el uso del voto ensobretado, que incluya información sobre la identidad del
elector para comprobar su elegibilidad.
Mesas de votación localizadas en centros de asistencia social
En los sistemas que permiten la votación ausente, podrían existir ventajas al
establecer mesas de votación ordinarias con facilidades para la votación
ausente en los hospitales más grandes para los pacientes que puedan caminar,
con mesas de votación móviles para las personas que están confinadas en camas.
Se debe aplicar un criterio consistente, para determinar si dichas facilidades
se pueden garantizar de acuerdo al número potencial de electores que se
encuentren en la institución (cuestión que se determina ya sea con el uso de un
registro especial o por estrecha cooperación con la administración de la
institución).
Voto por procuración
El voto por procuración es el método más
económico y más sencillo de administrar. Sin embargo, reviste inquietudes sobre
si el voto emitido por el representante en nombre del enfermo, y especialmente
de una persona de edad avanzada, realmente refleja sus deseos, así como sobre
la pertinencia de autorizar el voto por procuración en cualquier forma.
Representantes del elector
La legislación puede permitir que los electores
recluidos en su domicilio designen a alguien que recoja en su representación el
material y documentación electoral que le corresponde y se lo lleve a su
domicilio para que el propio elector lo complemente y luego lo devuelva a
través de su representante o por vía postal a la autoridad electoral.
En los casos en que se permite el voto por
anticipado, ese servicio puede ser integrado a esa modalidad, así como a la
votación en las mesas ordinarias. Este método puede tener algunas ventajas
sobre el de voto postal ordinario, especialmente en las áreas donde el servicio
de correos no es confiable. Además, si se restringe a la jornada electoral,
requiriendo que el representante recoja y entregue la documentación el mismo
día, es un método muy recomendable en términos de costo-efectividad de servir a
los electores recluidos en su domicilio. Padece los mismos problemas de
integridad que el voto por correo, en el sentido de que no es posible asegurar
que el elector esté libre de influencias al momento de emitir su voto.
Prisiones
Elegibilidad
para votar
En los países donde se mantiene el derecho al
voto a todas o ciertas clases de prisioneros durante su periodo de
encarcelamiento, este derecho resulta ilusorio a menos que se ofrezcan
facilidades para que puedan votar. Hay algunas cuestiones básicas que se deben
resolver para poderles ofrecer facilidades de votación a los prisioneros, entre
ellas:
- ¿En qué
dirección se registran para votar? ¿En la de la prisión, que si es muy
grande puede alterar los patrones de votación, en la de su último lugar de
residencia o en cualquier otra dirección civil?
- ¿Cómo se
les brindará a los prisioneros la oportunidad de registrarse para votar y
si van aparecer en listas normales o especiales?
- Cuando
existan complicadas disposiciones legales para determinar las clases de
convictos o prisioneros que siguen siendo elegibles para votar ¿cómo se
puede obtener información precisa para determinar en qué categoría queda
comprendido cada uno de ellos.
Asuntos de planeación
El qué tan bien sea posible organizar la votación
para los prisioneros, dependerá de las facilidades disponibles que contemple el
sistema electoral, como voto anticipado, por correo, en ausencia o a través de
unidades móviles. Cuando se prevea del otorgamiento de facilidades de votación
a los prisioneros, hay algunas consideraciones relativas a la planeación que
requieren respuestas específicas, por ejemplo:
- Determinar
el número de prisioneros en cada recinto que son elegibles para votar y
que desean hacerlo, mediante consultas con funcionarios del sistema
judicial y de las prisiones.
- Recurrir
a la ayuda de los propios prisioneros, grupos asistenciales y autoridades
penitenciarias para informarle a los demás presos acerca de los
procedimientos para votar y las facilidades que se encuentran a su
disposición -no se recomienda apoyarse únicamente en las autoridades
penitenciarias ya que algunos pueden tener reservas para transmitir
información sobre esos derechos.
Un ejercicio
óptimo necesita que el organismo electoral establezca una relación con los
oficiales gubernamentales que se encargan de la administración de justicia en
las prisiones, para asegurar que se suministren los procedimientos más
efectivos para todos los electores.
Votación dentro de las prisiones
Tratándose de prisiones de gran tamaño, podría
ser conveniente instalar una mesa de votación especial en su interior durante
la jornada electoral, o bien programar la visita de una unidad móvil durante el
periodo de votación anticipada o la jornada electoral.
Los oficiales de votación a quienes se comisione
para estas tareas tienen que ser cuidadosamente seleccionados para garantizar
que sean adecuados para trabajar en un ambiente penitenciario. Para utilizar
esos métodos se necesitan efectuar arreglos precisos con las autoridades penitenciarias
a efecto de:
- Garantizar
el acceso a todos los prisioneros que quieran votar.
- Asegurar
que las autoridades penitenciarias ofrecerán una adecuada seguridad a los
oficiales de votación.
- Organizar
los horarios de votación conforme a las rutinas penitenciarias.
Si se realiza una votación personal dentro de las
prisiones, puede ser difícil gestionar la presencia y observación por parte de
representantes de partidos o candidatos. El método más recomendable puede
consistir en utilizar papeletas ensobretadas para todos los electores del tipo
de las utilizadas en el voto en ausencia, de forma tal que la papeleta sea
colocada en un sobre sellado, acompañada de la documentación pertinente sobre
la identidad del votante para que posteriormente pueda ser verificada su
elegibilidad en presencia de observadores.
Voto por correo
En contrapartida, los prisioneros podrían
solicitar que se les enviaran papeletas por correo, que ellos pudieran
completar personalmente y enviar de regreso a la autoridad electoral correspondiente.
No obstante, este método podría representar problemas significativos, tales
como:
- Es más
fácil que los prisioneros puedan ser objeto de intimidación respecto a la
forma en que voten y el voto por correo, sin ningún oficial u observador
independiente o representante partidista que lo testifique, podría
permitir que esa intimidación ocurriera sin conocimiento alguno.
- Los
envíos y recepciones postales son a menudo inspeccionados por las
autoridades penitenciarias por lo que, a menos que se tomen medidas para
asegurar que los sobres de votación no van a ser abiertos durante este
procedimiento, no hay ninguna garantía de que los votos por correo de los
prisioneros van a permanecer en secreto.
Sin embargo, el voto por correo puede ser la
única forma de manejar adecuadamente en términos de costo-efectividad el voto
de un reducido número de votantes elegibles en una prisión. En este caso, será
necesario tomar contacto con las autoridades penitenciarias para proveer a los
prisioneros con los formatos requeridos para solicitar votar por correo y
asegurar que el material de votación es manejado debidamente dentro de los
recintos penitenciarios.