Las mesas de votación son el rostro público del organismo electoral y la votación es la única ocasión en que la mayoría del público tratará directamente con los procesos democráticos.
Las experiencias del público en las mesas de votación -cómo se les trata, su percepción acerca de su eficacia e integridad- moldearán su actitud sobre la efectividad de la autoridad electoral y a menudo, del proceso electoral mismo.
Las horas de votación son un ejercicio masivo de servicio al electorado, no sólo una aplicación ciega de reglas en beneficio de las autoridades. Los administradores electorales podrían perder de vista el objetivo principal del servicio, debido a las condiciones de presión, a lo estrecho de los plazos, a la necesidad de instalar muchas mesas de votación, de equiparlas y de garantizar que los procedimientos se apliquen con integridad. La calidad del servicio es de igual importancia que la integridad y contribuye a mejorarla.
Como con cualquier actividad orientada al usuario, un servicio electoral deficiente los ahuyentará. La experiencia con filas interminables, oficiales groseros o faltos de conocimiento, procedimientos o materiales complicados y mal explicados o falta de precisión en las listas de electores, podrían provocar que el usuario decida abstenerse de participar en la votación y por tanto, en la democracia.
Las consideraciones relativas a la calidad del servicio son un componente esencial de todas las etapas de la planeación y preparación de la votación, incluyendo:
- Los procedimientos y métodos de votación utilizados y las facilidades disponibles para estimular la participación del electorado;
- Los niveles de personal y los suministros asignados a las mesas de votación;
- La información que se les proporcione a los electores;
- El diseño y la disponibilidad de los materiales y del equipo electoral;
- La capacitación brindada al personal;
- Las medidas adoptadas para garantizar la seguridad del electorado.
Consideraciones para la planeación
Al final, no importa que preparativos se hayan realizado, los niveles de servicio e integridad descansan en lo práctico que sean los procedimientos de votación y en la calidad de su puesta en marcha por el personal durante la jornada electoral. Algunos de los elementos que requieren consideración para ofrecer un servicio de calidad durante la jornada electoral incluyen:
- La ubicación, el tamaño y las facilidades en las mesas de votación deberían tener suficiente capacidad para atender a la cantidad esperada de electores.
- Diseñar las mesas de votación para dirigir a los electores en un solo sentido, desde su entrada y a través de los puntos de verificación de elegibilidad, de emisión de los materiales de votación, compartimentos de votación, emisión del voto y salida.
Instrumentación del servicio
Al poner en práctica los planes de servicio al electorado, es conveniente poner atención en:
- Los métodos para controlar las filas de electores en espera de votar, a fin de promover una atmósfera ordenada y amigable en la mesa de votación; utilizando un diseño que permitan un flujo lógico de electores dentro de la mesa y garantizar un tiempo de espera mínimo;
- Determinar la elegibilidad de los electores de forma rápida, acertada y cortés, evitando que otros electores los molesten;
- La forma de entregar los materiales y emitir los votos;
- Suministrar información que ayude a que los electores comprendan el procedimiento de votación y suministrarles asistencia en caso de que tengan alguna discapacidad física, problemas con el idioma o de alfabetización;
- Poner en práctica sistemas que ayuden a identificar de forma oportuna a los electores que pudieran requerir mayor información o asistencia, antes de que lleguen al punto para revisar su elegibilidad y provoquen alguna demora en la atención a otros electores.
- Ayudar a las personas que se presenten a votar en una mesa de votación que no les corresponda;
- Motivar y supervisar a los oficiales de votación durante el desempeño de sus responsabilidades;
- Suministrar un ambiente de seguridad en la mesa de votación.