Aunque la forma en que los representantes llevan a cabo sus actividades de observación puede variar en función del sistema electoral, contar con un procedimiento abierto y transparente generalmente les brindará los siguientes derechos a los representantes dentro de las mesas de votación:
- Observar todas las actividades que se realizan dentro de la mesa de votación, con excepción del momento en que los electores marcan la papeletas; desde la revisión de las papeletas y el sellado de las urnas antes del comienzo de la votación, hasta el embalaje final del material al cierre de la votación;
- Impugnar el derecho de cualquier persona a votar.
- Cuestionar ante el presidente de la mesa de votación y ante los administradores electorales cualquier decisión que hayan tomado los oficiales de la mesa;
- Supervisar la forma en que los oficiales que ayudan a electores sin alfabetización o que tienen algún impedimento físico marcan las papeletas, siempre y cuando dicha asistencia se permita;
- Tomar notas sobre cualquier acontecimiento, obtener copias de los documentos oficiales y registrar cualquier declaración ofrecida de manera por los electores.
No obstante, el ejercicio de estos derechos está sujeto a:
- Que estén acreditados de forma válida en la mesa de votación;
- Que permanezcan dentro de la mesa mientras desempeñan sus funciones;
- Cualquier restricción que exista sobre el número de representantes por partido o candidato.
Actos de campaña dentro de la mesa de votación
Las jurisdicciones tienen definiciones distintas sobre el significado de "campaña". Sin embargo, evitar que los representantes de partidos y candidatos realicen campañas dentro de la mesa de votación es importante para prevenir que los electores sean presionados cuando van a votar.
En términos generales, se debería prohibir cualquier intento de influir en los electores dentro de la mesa de votación, ya sea mediante el despliegue o distribución de literatura política, hablándoles, o transmitiendo cintas que puedan escucharse dentro de la mesa.
Frecuentemente también se prohíbe la distribución de cualquier material político en las inmediaciones de la mesa de votación. El área de esta zona varía ampliamente entre las distintas jurisdicciones, dependiendo de factores como:
- El contexto de seguridad;
- La postura cultural hacia los electores para permitirles un descanso antes del día de la votación;
- Los antecedentes de hostigamiento de los electores fuera de la mesa de votación.
El área de exclusión puede ser tan reducida como cinco metros o llegar incluso hasta el kilómetro. Cuando es establecen áreas de seguridad más amplias alrededor de las mesas, también se podría prohibir cualquier acto de campaña política dentro de ella.
Así mismo, algunas jurisdicciones prohíben que los representantes de partidos o candidatos porten cualquier prenda o distintivo partidista dentro de la mesa (esta cuestión deberá ser muy estricta cuando pueda surgir un conflicto durante la votación). En otros casos se prohíbe totalmente la distribución de cualquier material propagandístico durante la jornada electoral.
Conducta de los representantes
Es conveniente que, como una condición para obtener su acreditación, los representantes acepten formalmente el código de conducta aplicable.
Si no se ha desarrollado un código completo, para que obtengan la acreditación sería apropiado que realicen una declaración formal en donde aseguren que sus acciones preservarán la secrecía del voto, que se ajustarán a las indicaciones de los oficiales electorales, que no interferirán en el proceso de votación y que estarán sujetas al marco legal.
Cuando los representantes se encuentran dentro de la mesa de votación se espera que se adhieran a las condiciones que impone el código de conducta y a cualquier requisito que imponga la legislación electoral. No obstante, los requisitos varían mucho dependiendo del sistema de votación; pero en principio, la conducta de los representantes dentro de las mesas de votación debería:
- Evitar influenciar o intimidar a los electores;
- Evitar intimidar, hostigar, amenazar o interrumpir las labores de los oficiales electorales;
- Que su comunicación con los oficiales y electores sea solo para realizar sus labores;
- No manejar ni marcar material electoral (con excepción de cuando presencien el registro de la votación), no intentar sustraerlo, destruirlo o introducir material electoral ajeno a la mesa de votación;
- Acatar todas las instrucciones que les den los oficiales encargados de atender a los representantes;
- No realizar actos de campaña o promoción del voto dentro de las mesas;
- No suministrar información falsa sobre su elegibilidad a las personas que se presenten en la mesa de votación;
- No entrar a los compartimientos de votación, a menos que haya sido nominado por el elector para asistirlo, o que se requiere que presencie el voto de alguna persona que es ayudada por un oficial (siempre que este previsto por la ley).
En algunos casos también se prohíbe que los representantes usen cualquier dispositivo de comunicación (teléfonos celulares, radios) desde el interior del recinto cuando la votación se encuentra en curso.