Decidir
qué información es necesaria
¿Qué información se desea recolectar y por qué? El
proceso empieza por formular unas preguntas simples: "¿Sobre cuáles opiniones
o posibles comportamientos desea usted saber al respecto?" En el argot de
la ciencia social esto es llamado la variable dependiente. "¿Cuáles cree
usted que son las causas?" Estas son las variables independientes. Las
respuestas serán cimientos importantes para el contenido de la encuesta.
Suponga que quiere saber sobre las causas de la
participación electoral, o la variable dependiente. Se decide, entonces,
evaluar los diferentes impactos de los factores causales potenciales, tales
como:
- información
- motivación
- interés
- eficacia
- percepciones del grado de competencia electoral
entre partidos en una determinada elección
Estas serán las variables independientes. Básicamente, se
habrán identificado cinco factores clave que son importantes y que necesitan
ser medidos. Sólo restará definir cada uno de estos conceptos, o factores, para
que todos coincidamos en lo que significa, por ejemplo, "competencia
electoral" o "motivación".
Se crea entonces un "marco conceptual de
trabajo" que sirve como esquema para el proyecto entero. En cualquier momento
del desarrollo del proyecto, se sopesar si lo que se está haciendo ayuda a medir
alguno de los elementos identificados con anterioridad. Si no es así, puede que
se haya perdido el rumbo (lo cual es muy fácil), y encontrar que se está
trabajando en algo lejano a los intereses reales.
Al mismo tiempo, mientras se estructura el contenido de
la encuesta, también se puede notar que hay cosas importantes que realmente
quiere saber, pero que no están en el esquema. En este punto, no se debería
adecuar una pregunta a lo ya establecido, sino que se debería revisar el
esquema e integrar el nuevo tema.
La conceptualización se basa generalmente en:
- el conocimiento que ya se tiene sobre
el contexto local;
- la revisión de lo que se conoce y lo
que ha sido publicado sobre el tema, por ejemplo la participación
electoral; y,
- consultas a expertos en el campo.
Antes de que el Servicio de Opinión Pública (POS, por sus
siglas en inglés) del Instituto para Alternativas Democráticas en Sudáfrica (Institute
for Democratic Alternatives in South Africa, IDASA) condujera una encuesta en Cape Flats, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica,
sobre la visión pública del crimen, las políticas y la acción colectiva, por
ejemplo, se consultó a una gama de criminólogos, sociólogos, trabajadores sociales
y periodistas con extensa experiencia en el campo y en la literatura académica
relevante. Esto ayudó a identificar las áreas conceptuales clave, y los
parámetros del cuestionario.
Operatividad
En esta etapa, la meta es empezar a formular un cuestionario
estructurado mediante el diseño de preguntas específicas que midan la
existencia en "mundo real" de fenómenos o actitudes de acuerdo al marco
conceptual de trabajo. En otras palabras, el marco conceptual de trabajo se convierte
en un cuestionario.
Idealmente, se deben diseñar varias preguntas que midan
cada concepto clave. Una sola pregunta, con frecuencia, puede ser un indicador
poco confiable de las actitudes de las personas en esta área. El objetivo final
consiste en ser capaces de promediar las respuestas a todas las preguntas sobre
un concepto para proveer un valor acumulado, válido y confiable, o índice del
concepto (como "el interés”). Las preguntas no deben simplemente medir la
misma cosa, sino extraer varias dimensiones o elementos de "interés político".
Una pregunta, o serie de preguntas, válida es la que mide
lo que se pretende con eficacia. Una forma de validez es la llamada "validez
aparente". Esto se refiere que al leer las preguntas, los términos parecen
referirse a lo que se quiere investigar. Otra es la llamada "validez
estructural". Esto es cuando la respuesta a una pregunta, o serie de
preguntas, parece correlacionarse internamente la una con la otra, o con otras
preguntas que miden cosas que se esperaría que estén relacionadas con el interés
político.
La "confiabilidad" se refiere a si se dará la
misma respuesta a las preguntas de una muestra a otra. Existen varios tipos de pruebas
estadísticas para poder evaluar la validez estructural y la confiabilidad.
La "operatividad" es probablemente el aspecto
que más tiempo consume en el proceso de las encuestas. Convertir conceptos en
preguntas válidas y confiables que midan exactamente lo que se quiere, requiere
un cuidadoso análisis en el vocabulario que ha de emplearse.