Hay dos razones por
las cuales los recintos electorales deben ser utilizados como lugares primarios
para la información y educación electoral.
- La información y la educación
pueden proporcionarse de manera más económica.
La distribución de información puede incorporarse a otros
materiales electorales. La publicidad puede mostrarse sin ningún costo y los materiales
promocionales pueden ser distribuidos por el personal existente. Además, el mismo
personal puede encargarse de dar a conocer la información mientras están involucrados
en otras actividades.
- Los materiales de educación
e información electoral que se exhiben, identifican y hacen más visibles estos
sitios de votación.
Los votantes se sienten atraídos al lugar y se satisfacen
uno de los objetivos básicos de la información electoral, asegurarse que las personas
sepan dónde ir a votar, y otro de los de la educación electoral, asegurarse que
exista confianza en el proceso y la administración, al tiempo que se logran otros
propósitos.
Tal vez sea obvio que los sitios de votación pueden
ser lugares para informar y educar (ver Educación electoral en los recintos de
votación). Pero es probablemente menos obvio que las oficinas administrativas
del gobierno en general, los centros de registro y los de escrutinio pueden servir
a propósitos similares (ver Oficinas de la autoridad
electoral y Educación
electoral en los centros de escrutinio). También puede ser menos obvio el hecho
de que esa sea la intención de las autoridades electorales. La ubicación de las
mesas y oficinas, su accesibilidad al público, el servicio que se presta y el cuidado
con que cada mesa de votación es dispuesta, son todas lecciones para el público
votante. En la medida en que son visibles y resultan comprensibles para los no votantes,
también sirven para alertar a las personas y, por ende, para incrementar el número
de posibles votantes en futuras elecciones.