Los votantes y los ciudadanos no son simplemente
individuos en el limbo. Tampoco son los partidos políticos los únicos mediadores
de sus intereses en la arena política. Esta área recurrirá al término
"sociedad civil". Esta sección trata sobre la importancia de la
sociedad civil en las negociaciones y en la definición de un mandato cívico y
educativo, así como del desarrollo de una definición funcional de sociedad
civil.
Sociedad civil: una definición funcional
Esta sección tendrá un acercamiento pluralista y liberal
al concepto de sociedad civil. Es mucho más instructiva la definición que nos
brinda Larry Diamond cuando describe la sociedad civil como:
“[...] el
reino de la vida social organizada de forma voluntaria, auto generadora,
(ampliamente) apoyada en sí misma, autónoma del Estado, cohesionada por un
orden legal o un conjunto de reglas compartidas. Es diferente a la sociedad en
general, puesto que involucra ciudadanos que actúan colectivamente en la esfera
pública para expresar sus intereses, pasiones e ideas; intercambiar
información; alcanzar metas comunes; realizar demandas al Estado;
responsabilizar a los empleados oficiales...; excluye... el realizar esfuerzos
políticos para controlar el Estado.”1
En otras palabras, la sociedad civil consiste en un rango
de asociaciones y miembros de organizaciones que agrupan ciudadanos para actuar
en los reinos de la política. No se le puede segregar del sector privado, como
se hace en algunas ocasiones, porque inevitablemente incluirá asociaciones con
intereses comerciales y de negocios. La sociedad civil tampoco puede ser
considerada como un sector independiente, dado que ésta puede tener un carácter
partidario. Por el contrario, ésta podría ser considerada como un conglomerado
amorfo de intereses y recursos que puede, en momentos históricos cruciales de
un país, estar a favor de determinadas metas sociales.
Para
los efectos previstos en este documento, los autores advierten sobre cualquier
uso del término que sugiera una connotación ideológica. En muchos de sus usos,
se supone que la sociedad civil es progresiva, o que tiene una política social
coherente en favor de los pobres y desfavorecidos, o que tiene una visión particular
de las relaciones sociales y económicas. Cuando se usa de esta manera, sin
embargo, el término puede volverse polémico, sobre todo cuando se usa en un
contexto electoral. En entornos donde los políticos o autoridades electorales
están decididos a limitar la competencia política, el uso ideológico del
término sociedad civil puede llevar a la exclusión de la sociedad civil tanto
de las campañas como de las elecciones.
Movilizar a la sociedad civil durante una elección
Una elección es un evento en que la sociedad civil —dados
sus recursos, su voluntad natural, sus variadas habilidades y su capacidad para
llegar a todos los sectores de la sociedad— debe movilizarse y estar a favor de
actividades educativas apartidistas hasta donde sea posible.
Durante un periodo electoral, diferentes grupos podrían
involucrarse en la educación o en la observación electoral, así como encargarse
de actividades de corte más político, como apoyar a un partido político o
candidato sobre otro, y hacer proselitismo en su nombre.
Estos grupos pueden no tener necesariamente actividades políticas o
electorales, o incluso educativas como su principal objetivo. Como resultado,
tienen que negociar toda actividad política con sus miembros. Estos tipos de
grupos incluyen sindicatos, grupos de la comunidad, asociaciones de empresas y
profesionales, y, posiblemente, entidades religiosas.
Pueden existir otras organizaciones y asociaciones que
apoyarán una elección exitosa pero que permanecerán independientes frente a los
candidatos y a las autoridades electorales. Entre éstos podemos encontrar
organizaciones de interés público profesional con un cuerpo administrativo, y
posiblemente con una membresía pública limitada, comúnmente conocidas como
organizaciones no gubernamentales u ONGs dedicadas a educación electoral y
cívica, activismo público, supervisión de las elecciones y escrutinios
paralelos, y derechos humanos. Un ejemplo bien conocido de este tipo de grupo,
en los EE.UU., es la Liga de Mujeres Votantes.
Además,
probablemente existirá una serie de grupos de intereses especiales que llevarán
a cabo educación electoral y movilización dirigida principalmente a su propia
clientela. Tales grupos pueden incluir jóvenes y votantes por primera vez,
electores mujeres, minorías étnicas o lingüísticas, comunidades rurales o
remotas, electores discapacitados, y desplazados internos o refugiados. Algunas
de estas clientelas pueden estar "en riesgo" debido a su relativa
falta de información, apatía, sentimiento de alejamiento de las instituciones y
procesos existentes, o vulnerabilidad ante la manipulación.
ONGs
y sociedad civil
El uso del término colectivo "ONG" en
conjunción con sociedad civil, y la tendencia de algunos líderes de ONGs a
asumir el papel de voceros de la sociedad civil, no debe confundir a los
educadores y a las autoridades electorales sobre la diferencia entre éstas.
Aunque las ONGs sean importantes, son en realidad un segmento de la amplia
categoría designada como sociedad civil.
Esa amplia sociedad civil incluye todos los tipos de asociaciones
anteriormente mencionadas. Los educadores, empero, deberán mirar mucho más de
cerca a un rango más o menos visible de cuerpos, tales como clubes deportivos y
sociales, y asociaciones cooperativas y de ahorro. Los miembros de estos grupos
representarán todas las persuasiones políticas y, por ende, se convertirán en
un recurso comúnmente apartidista para un programa educativo.
Organizar a la sociedad civil
Es posible enviar una invitación a una autoridad
electoral para que asista a una reunión. Es posible hacer uso de una lista de
partidos registrados, o partidos con escaños en el parlamento, para realizar
una invitación similar a los candidatos. Es posible también persuadir a los
candidatos para que se reúnan y coordinen sus esfuerzos de colaboración durante
una elección.
Pero cuando se trata de la sociedad civil, puede ser más
difícil encontrar una lista completa de todos los grupos de ciudadanos
organizados informal o independientemente. Además que algunos podrían no estar
interesados en brindar ningún apoyo. Y los que puedan estar interesados,
probablemente no se conozcan entre sí o no tengan experiencia trabajando
juntos. Por su propia naturaleza, la sociedad civil no puede ser coordinada a
través de un cuerpo único. Sectores de la sociedad civil pueden estar alineados
y, a través del uso de organizaciones centrales, algunas de ellas pueden ser
alentadas a organizarse por sí mismas de forma más eficiente según los
propósitos de un evento o programa específico de educación electoral.
Se pueden adoptar medidas para informar y apoyar a grupos
de la sociedad civil e incluso para coordinar sus esfuerzos en apoyo de las
elecciones. Estas incluyen reuniones regulares para informar a los grupos (por
ejemplo, acerca de la evolución de la campaña electoral en curso, como puede
ser la adopción de nuevas regulaciones o nuevos procedimientos electorales o
tecnologías) y para facilitar la cooperación y la coordinación; sesiones de
formación para ayudar a preparar a los encargados de hacer participar los electores,
reuniones informativas regulares por parte de las autoridades electorales;
libretos y preguntas comúnmente formuladas (FAQs, por sus siglas en inglés)
distribuidas vía fax o correo electrónico y actividades similares que
contribuyan al consenso.
Grupos de participantes en la educación electoral
Es esencial tratar a la sociedad civil como un grupo
participante en el desarrollo de metas, objetivos y parámetros del programa de
educación electoral. Estas organizaciones tienen la habilidad para proveer información
rápida y confiable sobre el electorado. También pueden tener voluntarios o
personal con acceso a, o experiencia de trabajo con, comunidades locales.
También pueden ofrecer opciones a un costo relativamente bajo para llegar a la
base y reforzar personalmente mensajes comunicados por medios de comunicación
masivos.
Notas:
1 Larry Diamond, "Towards Democratic
Consolidation," Journal of Democracy 3 (July 1994): 5.