Los países que tienen sistemas postales confiables
cuentan con una fuente de información inestimable. Los educadores y
administradores electorales que logran diferenciar su correo de aquel que es
comercial, y en el que envían publicidad no solicitada (propaganda por correo),
y que son capaces de prepararlo para que tenga un alto status y sea fácil de leer, son capaces de penetrar directamente a
todos y cada uno de los ciudadanos. En países donde no se cuenta con un sistema
postal confiable, las campañas de correo directo no serán factibles.
Prepararse
Para lograr esto, los educadores deben:
- Tener acceso a las
direcciones de correo de los ciudadanos, a través de distintas listas
estatutarias o a través de una lista de votantes computarizada,
- Asignar suficiente
dinero para preparar y enviar el material, o llegar a un arreglo especial
con los servicios postales para que envíen artículos gratis o con un
descuento sustancial,
- Tener un sistema para
preparar y personalizar los artículos enviados.
Decidir el contenido
Una campaña exitosa por correo directo puede ser conducida
sobre la base de un conjunto efectivo de materiales que tengan utilidad para el
ciudadano. Cuando los materiales son personalizados, el valor por unidad puede
aumentar, pero la motivación por leer material un poco menos útil también se
incrementa.
El material que se envía por correo puede incluir
información sobre el proceso de registro y de la votación, información general
sobre la elección, información general de la Constitución, y material
promocional.
El paquete de correo directo que tiene mayor
impacto incluye una carta personal en papel membretado y unos panfletos
suplementarios referenciados y explicados en la carta. Dicho paquete puede
incluir más de un tipo de material. Si no es posible escribir una carta (o
cuando menos una circular en forma de carta), entonces la cantidad de material
contenido en un sobre debe ser reducido para evitar que quien lo reciba se
confunda.
En algunos países, el organismo electoral debe
enviar, por ley, “invitaciones” para votar o notificaciones sobre el voto.
Estas invitaciones normalmente incluyen el nombre del elector, un número de
identificación del elector, y el número y el local de la mesa de votación
asignada. Los educadores pueden aprovechar este envío para incluir mensajes
breves de educación electoral en la invitación o adjunta a ella.
Precisión en los nombres
Si se incluye el nombre y dirección del
destinatario, estos deben ser precisos. Si hay alguna probabilidad de que estos
sean inexactos, es necesario agregar una nota de disculpa e invitar al
destinatario a realizar la corrección. Esto permite revisar la lista con
exactitud y establecer el impacto de la campaña, pero requiere de un sistema
que corrija el error una vez detectado.
Entrega personal/en
mano
Mientras que es posible entregar el correo
personalmente, esto es muy poco valorado por el destinatario, especialmente si
la carta está dirigida al dueño de la casa o a ninguna persona en particular.
En algunas circunstancias, este correo puede incrementar su impacto si forma
parte de una campaña más ambiciosa y si viene con el nombre de una organización
en el sobre, y su llegada es esperada por el destinatario.
Costos e impacto
Mientras que una campaña por correo directo
requiere de un sólido soporte infraestructural, como se mencionó anteriormente,
y mientras que el costo total de dicha campaña puede ser elevado, el costo
individual por pieza enviada puede ser bastante bajo. Puesto que los materiales
son estandarizados, se pueden preparar centralmente con un número reducido de
personal y sin mayor experiencia. Sumado a esto, si la información es
importante y se prepara anticipadamente, la entrega a un individuo puede ser
bastante confiable.
La suposición que guía dicha campaña es que el
paquete tiene una relevancia general y será bien recibido. En campañas privadas
por correo directo, donde se pretende que los destinatarios respondan con una
donación o compra, las respuestas llegan a un 5% del total del correo enviado.
Esto sugiere que una campaña que descanse sobre el
correo directo con propósitos motivacionales o para promocionar eventos o
productos educativos, debe contar con un universo masivo de nombres antes de
convertirse en algo significativo.
Respuestas al correo directo
El correo directo busca incrementar el número de
respuestas, volviéndose más científico en su determinación del universo y
dirigiendo información basada en estudios demográficos más sólidos. Cuando las
respuestas vienen de los individuos, éstas se pueden rastrear. Cuando se hacen
compras o se solicitan servicios particulares, éstos también pueden rastrearse
y el correo que se envía puede revisarse para satisfacer las necesidades de los
individuos en forma más directa.
Es por todas estas razones que los sistemas de
correo directo buscan obtener respuestas, y por lo que un creciente número de
instituciones comerciales utilizan las tarjetas de crédito y otros sistemas de
tarjetas para rastrear los patrones individuales de consumo.
Hasta el momento, no existen ejemplos de un
programa educativo que haga uso de estas técnicas, a pesar de que las compañías
privadas las utilizan.
Obtener listas de
correo
Además de las listas de votantes, las
organizaciones que trabajan con programas educativos más generales pueden
decidir añadir el componente de correo directo a su programa. No obstante,
puede que no sepan cómo obtener listas de correo sustanciales.
En algunos países, estas pueden comprarse en un
mercado abierto. Sin embargo, un programa democrático, dado su valor social,
puede que logre hacerse de dichas listas a un menor costo y obtener acceso a
listas que con muy poca frecuencia son vendidas. Dentro de éstas podemos
encontrar las listas de registro de instituciones terciarias, las listas de
miembros de una iglesia, las listas de los miembros de los sindicatos, las
listas de registro de propietarios de un automotor y las listas de las
licencias de conducir.
Envíos por correo cuando éste no existe
Un programa puede decidir que, a pesar de la
dificultad de enviar un paquete de materiales a los individuos, desea hacerlo
con el fin de superar las dificultades de organizar reuniones al aire libre,
los prejuicios y el miedo del único equipo de información o educación
disponible, o la desconfianza en otras formas de comunicación.
Es posible preparar materiales y distribuirlos a
través de organizaciones nodales, redes de la sociedad civil, departamentos de
gobierno, o enviarlos a un depósito para que la gente vaya y los recoja. Dichos
sistemas son menos confiables que el servicio postal, pero pueden operar como
servicios postales informales para otro tipo de paquetes. Sin embargo, hay que
tener en cuenta que una campaña puede no llegar en forma confiable a cada
individuo, y que es posible que se pierdan materiales, lo cual incrementará el
costo por paquete entregado.