Puede
haber una variedad de ropa con lemas y diseños de elección, desde playeras y
gorras de béisbol hasta ropa hecha con el mensaje de la elección trabajado
directamente sobre el diseño de la tela, como ocurre en África, donde las
mujeres pueden, literalmente, convertirse en carteles caminantes por una causa.
La
ropa puede ser usada para ayudar a promover eventos y programas de educación
electoral, como las campañas del estilo de “Rock
the Vote”; para identificar a los participantes en esas campañas (o a
ciertos grupos de monitoreo electoral o equipos de educación electoral); y para
crear ímpetu por el activismo ciudadano, por ejemplo, alentar a las personas a
registrarse y votar.
La
ropa puede imprimirse relativamente a bajo costo utilizando impresión en
bloque, serigrafía o métodos de impresión de más calidad.
Todos
estos artículos pueden ser medios para autofinanciar los mensajes de educación
electoral y tienden a ser relativamente fáciles de distribuir debido a la
demanda popular. Sin embargo, la experiencia en los países en vías de
desarrollo es que los que organizan la educación terminan pagando por todo y no
recuperan su inversión inicial.
La
normatividad de la elección a menudo restringe el uso de ciertos tipos de ropas
en los días de la elección. Si bien estas normas están destinadas a evitar los
conflictos y la campaña electoral en las inmediaciones de las mesas
electorales, la ropa distribuida por los grupos apartidistas de educación que
ostenta algún lema o la imagen de alguna personalidad pueden ser confundidos
con la distribuida durante las campañas, o puede incluso llegar a ser asociada
con un partido o un grupo de partidos en particular después de algún tiempo.
Por
lo tanto, las condiciones locales deben ser tenidas en cuenta al momento de
desarrollar este tipo de materiales.
En
Taiwán, la ropa con propaganda electoral y la parafernalia que la acompaña
—mascotas, bandas de tela para la cabeza y los brazos, botellas de agua, y toda
clase de artefactos para hacer ruido y pancartas— se han convertido en parte
intrínseca de las campañas. Estas tienen la ventaja de darle vida a las
elecciones, vea Los partidos políticos y la educación electoral.
En otros países, una participación tan exuberante puede ser intimidante y
limitar la libertad de movimiento y de asociación. Ese ha sido ciertamente el
caso en elecciones conducidas bajo condiciones de conflictos latentes y no
resueltos u opresión.