Los consorcios y coaliciones que existen para la
educación al votante tienen que contar con información para que sus programas
sean efectivos, y es probable que aquellos que no la tengan tiendan a frustrarse
y a experimentar conflictos permanentes.
Información esencial para los educadores de
votantes
Quienes conducen programas de apoyo a una autoridad
electoral necesitan información que sólo tiene la autoridad electoral. Y la
necesitan a tiempo si quieren producir recursos educativos o informativos
precisos y confiables. Igualmente necesitan información que provenga de otras
autoridades estatuarias, de empresas comerciales y sin ánimo de lucro, además
de la que puedan compartir entre sí.
Desafortunadamente, la información es un bien que puede
conferir poder y beneficios económicos. Como resultado, la tarea de la
educación al votante está llena de restricciones con respecto al acceso a la
información. Los consorcios y coaliciones tienen que desarrollar formas para
sobreponerse a estas restricciones.
Cláusulas sobre divulgación pública
En primer lugar, los consorcios y coaliciones pueden
guardar la información que obtengan las unas de las otras para que esto no
genere ventajas competitivas o no impacte en la capacidad de alguna de las
organizaciones para obtener beneficios a futuro. Aquellos que conformen un
equipo querrán incluir cláusulas que eviten que los socios revelen información
que hayan obtenido el uno del otro o sobre el otro.
A pesar de que estas cláusulas puedan parecer de
naturaleza reservada y motivadas por intereses particulares, ofrecen la
confianza que los socios necesitan dentro de un ambiente competitivo. Actúan
como protocolos para determinar la forma en que la información general con relación
al programa va a ser compartida con el público.
Transparencia
En las relaciones personales, los requisitos que uno se
auto impone son los que marcan el tono de la revelación pública de la
información y los que generan la confianza de las contrapartes. Es probable que
un nivel de transparencia similar entre las coaliciones o consorcios y el mundo
externo, mejore las oportunidades de reciprocidad informativa. El deseo de
hacer que la información esté disponible para los donantes, los visitantes
internacionales y la prensa en una forma simple y confiable puede producir
beneficios que recompensen todo el trabajo que ello implica y los riesgos que
pueden surgir.
Autoridades
electorales
Difundir la información:
La autoridad electoral tiene que considerar formas para
divulgar masivamente la información. A medida que se aproximan las elecciones,
aumenta la presión sobre el personal electoral y las decisiones que debe tomar.
Es muy fácil ignorar las pequeñas decisiones que pueden tener un serio impacto
en los programas de educación al votante, como los cambios en las regulaciones
relacionadas con el papel de ciertos oficiales electorales, los juicios de las
cortes electorales que tienen impacto sobre la conducta de los competidores y
otras de ese tipo. Muchas de ellas se traducirán en pequeños cambios. Pero en
una elección de transición puede haber muchos cambios importantes que no son
comunicados, tales como la decisión de utilizar dos urnas en lugar de una sola
o cambios en relación con el diseño de las papeletas. Dichos cambios pueden
desacreditar severamente los programas de educación al votante preparados con
anterioridad y que no pueden ser ajustados en el último momento; y pueden tener
un impacto sobre el desempeño electoral de aquellos que han asistido a sesiones
de educación electoral o de capacitación partidista. En algunos casos, los
conflictos que se presentan en los sitios de votación han sido agudizados por
imprecisiones derivadas de la retención de información.
Apertura a la información
externa:
Aparte de la responsabilidad de distribuir la
información, las autoridades electorales son más y más renuentes a información
generada por otros que pudiera requerir cambios en, por ejemplo, la publicidad
oficial o las decisiones respecto a la capacitación del personal electoral. Las
razones para cerrarse a ello pueden ser buenas. Después de todo, las presiones
sobre las autoridades electorales pueden incrementarse y ser guiadas por
consideraciones políticas, o pueden provenir de gente con una visión muy
limitada de las elecciones. Existirá la necesidad de establecer un mecanismo
que pueda responder y revisar la información dada por programas de educación al
votante y por programas de apoyo similares. Cuando tal información puede ser
verificada, puede proveer sistemas relativamente económicos y muy extendidos
para alertar sobre problemas potenciales.
Información
general a nivel estatal y gubernamental
Quienes conducen iniciativas de educación al votante
necesitan tener acceso a información sobre el país y los ciudadanos. Los
problemas se reducen cuando esta información es pública. Pero hay países donde
la información es restringida, por razones de política o infraestructurales. En
algunos lugares, las estructuras estatales pueden resistirse activamente a que
la información esté disponible para ciertas organizaciones.
De manera que las coaliciones y los consorcios tendrán
que desarrollar relaciones a nivel individual o con instituciones estatales,
utilizando la reputación apartidista y profesional de alguno de sus miembros,
para obtener la información que de otra manera se les negaría.
En algunos casos, tales negociaciones únicamente pueden
ser realizadas por las autoridades electorales. Este es un servicio que puede
ser ofrecido por las autoridades que han entendido la importancia de asegurar
la participación de un amplio rango de individuos e instituciones en
iniciativas de educación al votante.