Los
organizadores educativos y los líderes de equipo encargados de conducir los
programas durante la época electoral no pueden proteger a los miembros de su
equipo contra todas las eventualidades. En circunstancias de conflicto de
carácter electoral, los promotores de la elección también pueden encontrarse en
riesgo. En programas educativos conducidos en situaciones donde hay un
significativo número de eventos y un número limitado de personal, las
posibilidades de accidentes se incrementan.
Aunque
todos los programas deben tomar precauciones y cuidados básicos, nada garantiza
su perfecta seguridad. Existen necesidades específicas en relación con la
seguridad, que deben ser consideradas al administrar un programa de educación
electoral o cívica.
- En instituciones restringidas o protegidas
tales como prisiones, cuarteles del ejército, lugares de seguridad, entre
otros, la educación electoral puede ser esencial, pero la naturaleza de
las instituciones requiere de una segunda línea de atención alterna a la
corriente principal del programa.
- Cuando se presenta un conflicto
comunitario, posiblemente generará reductos territoriales que seguirán
existiendo hasta que se verifique una elección. Es necesario desarrollar
programas para tales lugares. Algunos afirmarán que en estos lugares es
donde son más necesarios los programas de educación cívica y electoral.