Todo el personal, sin importar su posición en la
organización, debe recibir la capacitación que necesita para desempeñar su
trabajo apropiadamente, así como para realizar el trabajo educativo más
sencillo o explicar los objetivos del programa educativo.
Pero aquellos que deben llevar a cabo programas
educativos requieren capacitación adicional.
Esta sección del área temática trata sobre la preparación de los
educadores y no de la capacitación del personal a nivel interno y
administrativo.
Principios estándar de capacitación
El nivel de capacitación requerida depende de las
estrategias educativas seleccionadas. Si el trabajo directo (cara a cara) es
reducido, y la mayor parte del programa se basa en comunicación masiva y correo
directo o técnicas similares, es probable que la necesidad de capacitar al
educador sea limitada.
Por el contrario, puede que sea necesario capacitar a un
pequeño grupo de encargados de hacer visitas domiciliarias, de funcionarios
encargados de la información, o de operadores telefónicos.
Cualquiera que sea el caso, se aplican los mismos
principios:
- Entrenamiento en
cascada, sujeto a las limitaciones descritas abajo
- Métodos de
aprendizaje activo
- Programas de
orientación
Entrenamiento en cascada
Un programa de capacitación masiva que requiera ser
instrumentado en un tiempo límite debe consistir en un sistema en cascada. Se
debe tener mucho cuidado para que esta modalidad no se convierta en un
entrenamiento a gotas. Con el debido cuidado y entusiasmo del personal que
recibe la capacitación, es mucho lo que se puede alcanzar.
El entrenamiento en cascada está basado en el principio
de capacitar a un grupo avanzado de educadores, quienes después transfieren sus
conocimientos y habilidades a un segundo grupo de personas, y éstos a un tercer
grupo, y así sucesivamente. Si cada evento de capacitación opera sobre una
proporción de un miembro del personal por cada quince participantes, al llegar
a la tercera ronda de entrenamiento es posible, teóricamente, que se haya
llegado a mil cien personas. La cuarta
ronda llegará a casi diecisiete mil personas.
Para que esto sea efectivo, los materiales para todo el
programa deben estar disponibles, y dotar a los participantes con el adecuado conocimiento
del contenido, así como de la habilidad para transferirlos a otras personas.
Puesto que posiblemente la mayoría de aquellos que participan tendrán
capacidades educativas limitadas, es esencial el establecer diseños fijos de
los cursos que pueden ser reproducidos fácilmente.
Por esta razón, es necesario que cada evento, incluyendo
el primero, sea conducido en circunstancias similares a las que enfrentarán los
que están en la parte final de la cascada. En muchos programas se comete el
error de asumir que la primera ronda es la más importante, y que por ello puede
conducirse en forma diferente (normalmente en entornos más saludables y
costosos).
Limitaciones del entrenamiento en cascada
Calidad — el sistema en cascada
tiene ciertas limitaciones que imposibilitan una estricta progresión
geométrica. Lo primero es que aquellos que son reclutados pueden no ser capaces
de duplicar la calidad del primer evento. Al igual que la fotocopia de una fotocopia,
los programas en cascada tienden a degradarse, incluso cuando existe un monitoreo
del programa.
Hay varias razones por lo que esto sucede:
- El grupo encargado
de preparar el primer evento, típicamente, se constituye de educadores
altamente capacitados, quienes tienen el privilegio de preparar los
materiales con tiempo, y puesto que es el primer evento, lo realizan con
cuidado, con una preparación tan elaborada que es imposible de repetir en
el campo de trabajo.
- La primera ronda
de reclutamiento atrae a las estrellas; las rondas siguientes, deben
conformarse con personas más ordinarias.
- Las personas
encargadas de conducir la segunda y tercera rondas, y de ahí hasta el
final, tienen que prepararse para realizar los programas en condiciones
que no facilitan la reflexión y que posiblemente se encuentran lejos de
los recursos disponibles.
Selección de los participantes — la segunda limitación se
relaciona con la elección de los participantes. A menos que se haga un trabajo
considerable antes de todos los eventos, es probable que los participantes
consistan en una mezcla de los conocedores y competentes, los que están
dispuestos pero que son menos capaces, los confundidos que han sido enviados
por una persona que obtuvo la información, y los que están buscando un trabajo
de medio tiempo o hasta de tiempo completo.
Así pues, es mucho el tiempo que se utiliza en aclarar las
metas del programa, las cuestiones administrativas, y en manejar a un grupo
diverso en términos de competencias educativas.
La tasa de deserción aumenta, a menos que el programa
tenga estrictas obligaciones contractuales y un grupo específico que se
encargue de organizar los eventos para que los capacitadores sólo tengan que
impartirlos.
Recursos de último nivel — la última limitación puede
surgir bastante rápido. Mientras que la intención del programa en cascada es
eventualmente crear un cuadro de educadores quienes puedan conducir un programa
cara a cara con la audiencia seleccionada, ésta usualmente empieza a llegar al
programa en la parte más alta de la cascada. Los organizadores pueden prever
esta situación en una cascada de educación al votante cuando es claro que los
asistentes están aprendiendo, pero no tienen ninguna intención o inclinación en
salir al campo y educar a otros. Esta situación también puede ocurrir cuando no
hay suficiente tiempo para aplicar la formación en cascada antes de las
elecciones, por ejemplo. Cuando el tiempo es corto, la pirámide puede
derrumbarse a medida que crece la presión para llegar a la audiencia final, en
lugar de preparar formadores que no van a tener tiempo para ejecutar las
actividades de capacitación antes del día de las elecciones.
Pero los programas que llegan al último nivel
adecuadamente necesitan prepararse para la posibilidad de que los recursos
disponibles no puedan "estirarse" lo suficiente. Cuando se cuenta con
diecisiete mil personas, los organizadores deben ser capaces de solventar 17
mil eventos locales a un costo nominal de USD$2 por persona para un taller de
quince personas, el presupuesto repentinamente asciende a medio millón de
dólares. Y tiene que ser resuelto de forma tal que se asegure que esos
diecisiete mil eventos sean organizados.
Las cascadas siguen siendo importantes
A pesar de estas limitaciones, es posible usar métodos en
cascada para llegar a un número relativamente grande de personas y prepararlos
para la tarea deseada, ya sea para conducir eventos de educación electoral,
proporcionar información pública, o visitar electores y distribuir materiales.
Métodos de aprendizaje activo
Las metodologías de capacitación de capacitadores que
mejor funcionan son las que combinan una considerable atención a las metas y
objetivos, las que proporcionan simulaciones y oportunidades para ensayar, y
que aseguran que el personal encargado de capacitar a otros entiende los
principios que entraña el curso y la forma en que deben ser dirigidos a otros.
Ver Aprendizaje grupal, Simulacros, y Técnicas de educación a distancia para metodologías apropiadas.
Un aspecto importante de la simulación y el ensayo de
actividades es la preparación de los formadores para tratar participantes
difíciles. Si bien la mayoría de los participantes, sean los futuros formadores
o la audiencia final, pueden tener la mejor de las intenciones, siempre hay un pequeño
grupo que puede ser conflictivo. Las simulaciones pueden ayudar a preparar a
los formadores en la manera de abordar desafíos a su autoridad y dinámicas de
grupo difíciles.
Los capacitadores no deben apoyarse en que las personas
tengan que llevar grandes cantidades de material para revisar en casa. Los adultos
cuentan con tiempo limitado (ver Aprendizaje de los adultos) y esperan que un taller sea
la principal experiencia educativa.
Programas
de orientación
Además de la capacitación detallada, se presentan
situaciones donde los materiales producidos tienen que ser utilizados por otros.
Es posible que sea necesario orientar a las personas sobre el uso de estos
materiales.
Esta actividad puede hacerse con grupos numerosos,
limitando el número de asistentes en función del tamaño del sitio de reunión y
la calidad de sistema utilizado para dirigirse al público.
La orientación algunas veces se disfraza de capacitación;
pero un verdadero entrenamiento en grandes grupos requiere un diseño del curso
que dé lugar al equivalente de un gran número de grupos reducidos con algunos
conceptos teóricos ofrecidos al grupo más grande; y prácticas, reflexiones,
ensayos, y retroalimentación a lo largo de muchas sesiones subsecuentes.
Un programa de orientación es un recorrido por los
materiales elaborados, con oportunidades para discutirlos y familiarizarse con ellos.
Se presume que las personas son lo suficientemente competentes como para tomar,
preparar y exponer el material adecuadamente con intervenciones de capacitación
limitadas, que pueden proporcionarse al volver a casa, por ejemplo, al hacer el
repaso para un evento próximo.