Aquellos educadores encargados de establecer las
necesidades educativas, tratarán de identificar los distritos electorales y la
infraestructura del país, lo cual en primera instancia, puede parecer como una
tarea que debe ser asumida empezando de cero. Posiblemente lo tengan que hacer,
aunque investigar fuentes de datos existentes trae ciertos beneficios:
- menor tiempo para conducir la
investigación
- menos costos
- carencias ya identificadas que permiten
un mayor enfoque
- los vacíos con respecto a los datos
generales ya han sido identificados y de esta forma se puede prestar mayor
atención al desarrollo general del propósito
Hay muy pocos lugares donde no se tiene dato alguno. Y
hay muy pocos lugares donde no existe una sola fuente de información.
Las organizaciones internacionales deberían trabajar de
cerca con las personas nativas del área. Muchas veces no están al tanto del
conocimiento existente, particularmente si se trata de tradiciones orales, y
siempre son las primeros en asumir que algo nuevo e impactante debe hacerse al
respecto. Pero aquellos que trabajan con programas de educación electoral deben
entender que su trabajo debe desarrollarse dentro del gran marco de la
democratización. Los que gobiernan, así como la sociedad civil, necesitan buena
información. Y las elecciones deben estimular el que se reúna y se haga pública
esta información.
Papel,
personas o bytes
La información que está disponible en bases de datos
tiene la ventaja que puede ser fácilmente manipulada, revisada y movida de un
lugar a otro. Cuando ha sido cuidadosamente recolectada, y el software y el
hardware son los apropiados, la base de datos puede ser extraordinaria. Aún
cuando también puede ser frustrante, especialmente en los países en vías de
desarrollo. La información puede estar almacenada en formatos incompatibles, o
puede estar desactualizada, incompleta y muchas veces inaccesible. Las
computadoras pueden ser una maldición al igual que pueden ser un gran apoyo
para una democracia abierta.
La información en papel, por el contrario, no sufre
problemas de incompatibilidad. Si los documentos y las publicaciones están
disponibles, los problemas radican en la facilidad para manejar la información,
la forma en que ha sido preservada y los costos de su revisión.
Las personas sólo ven hasta donde llega su
horizonte
Los encargados de buscar datos deberán tener presentes cuestiones
de confiabilidad, disponibilidad y costos.
En algunos entornos, por ejemplo, donde ha habido sistemas autoritarios,
no hay cultura oficial de “libertad de información”. Los burócratas
gubernamentales pueden no responder a pedidos de información. Podrían considerar
esa información como privilegiada o incluso como un secreto de Estado. Existe también
el peligro de que los datos recolectados por el gobierno sean manipulados por
razones políticas. Eso quiere decir que, aunque la información llegue a ser
públicamente disponible, puede no ser útil para los educadores.
Pero aún datos correctos pueden presentar a los educadores,
una variedad de cuestiones de utilidad. Esto es porque hay un mar de
información que requiere una selección cuidadosa. Los educadores deberán establecer
con precisión, qué información requieren y cómo la van a usar, incluso antes de
empezar la búsqueda. Estas preguntas se repetirán constantemente, porque cuando
alguna información resulta disponible, ésta conduce a más preguntas. Lo
esencial es no perder nunca el enfoque inicial.
Buscar
en los lugares obvios
Los registros electorales y datos relacionados proporcionan un primer punto
de arranque, si fueron recolectados nacional o regionalmente. Pueden
proporcionar información básica sobre el número de electores y su dispersión
geográfica. Sin embargo, en países en desarrollo y en sociedades en transición,
el registro de electores puede ser de mala calidad. En este tipo de
situaciones, los educadores necesitan evaluar qué tan correcto y actual es el
registro electoral para poder determinar su utilidad.
Para establecer estos listados, se debe disponer de información
sobre los encargados de realizar el registro, los lugares donde se llevó a
cabo, y quizás hasta de los lugares finalmente no se utilizaron. Entre estos
lugares podemos encontrar muchos sitios públicos como bibliotecas, colegios,
clínicas y oficinas del gobierno, al igual que estructuras temporales que
tienen relación con los centros donde se reúne la gente en la comunidad tales
como campos deportivos, mercados y demás.
Otra información básica estará disponible en formas que pueden ser tanto rudimentarias
como altamente computarizadas. Los directorios telefónicos pueden ser útiles al
igual que los directorios del gobierno, las listas de correo y de direcciones
usadas para el cobro de los impuestos (si son documentos públicos), las listas
de licencias de televisión y radio y las estadísticas de los oyentes.
Más allá de esta información geográfica básica y de
direcciones, existirán anuarios y reportes del gobierno sobre una gran
variedad de temas. En países pobres, estos reportes puede que hayan sido elaborados
por agencias internacionales o compañías internacionales interesadas en planes
y oportunidades de desarrollo.
Además de los reportes con un enfoque en el desarrollo,
muchos países tienen oficinas de turismo y publicaciones turísticas que
contienen información básica del país y que facilitan los viajes. Los horarios
de autobuses y trenes, las listas de hoteles, así como las oficinas de contacto
para encontrar información local, incrementan la cantidad de información sobre
la infraestructura del país y de las formas básicas de gobierno.
Con la creciente popularidad del Internet, se han
hecho posibles las búsquedas de información sobre países alrededor del mundo. Si
bien no toda la información es conservada dentro del país, es sorprendente cuánta
información tienen las instituciones académicas. Actualmente, el acceso a tales
instituciones en el hemisferio occidental o norte es mayor a través de la red;
sin embargo, estas instituciones cuentan con servidores de Internet que
permiten un enlace permanente con las organizaciones y redes del hemisferio
sur.
Más allá de estas fuentes de información, existen bibliotecas,
departamentos del gobierno y unidades de investigación vinculados con los
gobiernos locales, regionales y nacionales, así como con institutos estatutarios
regionales y nacionales. Todos estos recolectan información, y la mayoría de
ellos se la suministrarán a las personas que la pidan, quizás a un determinado
costo. Las ONG internacionales y domésticas, tienen una enorme cantidad de experiencia
personal e información cotejada sobre países y, por lo general, están dispuestas
a proporcionarla de una manera más libre que los departamentos del gobierno.
Quizá los datos más útiles, y no siempre accesibles, son aquellos
recolectados en sondeos políticos y de mercadeo. La razón por lo cual son
útiles es porque tienen relación directa con las actitudes de los individuos o
grupos y sus problemáticas con respecto a las elecciones. Si es posible
desarrollar una relación con los recolectores de esta clase de información, podría
pedírseles que re-analicen datos existentes para responder preguntas
particulares que los educadores electorales puedan tener.
Todas las fuentes y las organizaciones listadas
anteriormente recolectan información teniendo en cuenta no sólo propósitos
electorales, sino por una gran variedad de otras razones, a lo largo de
periodos considerables de tiempo. Por esto, la información recolectada es tan
profunda y amplia que un funcionario que esté preparando una elección específica
nunca lograría igualar.
De igual forma, surge un gran problema a la hora de
reorganizar esta información para que sea útil para los educadores. Lo anterior
puede resultar difícil y costoso. Además, las discrepancias en los datos, la
información recolectada en diferentes periodos y con diferentes grados de
confiabilidad, así como la información desigual sobre ciudades y personas, las
actividades que generan fuentes de ingresos y los debates políticos
desactualizados, pueden obstaculizar la labor del compilador.
En ocasiones reunir esta información es más difícil, toma
más tiempo y es más costoso que salir y recolectarla de nuevo. Aunque esto es
poco común en la esfera donde trabajan los educadores. Enfocarse en el
desarrollo de la comprensión de la población de votantes, de la infraestructura
disponible que apoye el programa educativo en el país, así como de las
necesidades educativas que enfrentan los diferentes grupos y audiencias,
asegurará que los datos disponibles sean más efectivos que lo anticipado.