La
educación cívica y electoral son actividades culturales. Están ligadas con la
expresión de los derechos humanos de las personas y la organización social.
Requieren interacción entre las personas, una gran pasión y la evocación de
sentimientos e interdependencia.
La
mayoría de la educación sucede, empero, en ambientes relativamente estériles y
altamente conceptuales. No obstante, el aprendizaje y la expresión humana se
graban profundamente a través de las palabras, la danza, el drama y el juego.
El increíble impacto y energía que se reporta en los pocos programas educativos
que involucran el teatro apoya lo dicho.
Así
pues, es triste encontrar tan pocos ejemplos del uso de las artes y la cultura
para promover la democracia, la responsabilidad cívica, los derechos humanos y
la educación al votante. Las secciones siguientes contienen comentarios sobre
programas de arte y ofrecen sugerencias sobre cómo las artes pueden incluirse
en programas educativos.
Arte de representación formal se
refiere a las actuaciones en lugares formales.
Teatro callejero tiene que
ver con escenarios más informales.
Eventos
especiales presenta actividades sociales que pueden o no incluir
algún tipo de actuación.
Artes y artesanías examina cómo
los artistas pueden ser llevados a realizar esfuerzos educativos.