Los investigadores y bibliotecarios se convertirán en los
guardianes de los materiales producidos para los educadores y los ciudadanos.
Estos educadores y ciudadanos requieren información sobre la procedencia de la
publicación.
El problema es que esa información no suele estar
disponible, puesto que los materiales usados con propósitos educativos son
efímeros o muy comunes. Sumado a lo anterior, es poca la atención que se le
presta a la durabilidad de los materiales, así que se preparan paquetes de
materiales entre los cuales un manual puede contener toda la información aquí
sugerida, pero no el resto de sus componentes.
La siguiente información básica debe proporcionarse en
todos los materiales impresos:
- Nombre y dirección del
productor o editor:
mientras que cierto tipo de material (particularmente libros formales) se
pueden encargar a los editores registrados, la tendencia es que los
organismos electorales y las organizaciones de educación electoral
publiquen ellos mismos los documentos utilizando técnicas de impresión y
empaste sencillas, combinadas con otros tirajes más especializados y limitados.
Varios de estos editores son organizaciones establecidas con propósitos
especializados y limitados, por lo tanto es fundamental una buena
información sobre la organización, incluyendo dirección, y cuando son
consorcios o coaliciones, los miembros que la componen.
Esto debe realizarse por dos razones. Primero, los
usuarios deben estar en capacidad de evaluar el material de acuerdo con un
rango de criterios (especialmente si el material es producido durante una
elección, cuando la parcialidad es un asunto importante), uno de los cuales es
la credibilidad de la organización editora. Segundo, porque aquellos que
recolectan o evalúan los materiales de las actividades que aseguran el uso
continuo de las experiencias contenidas en dicho material o mediante su
utilización necesitan la información para catalogar y obtener copias o
información adicional.
- Nombre de los autores y
colaboradores del proyecto: una vez más, esta información es necesaria para conocer la
procedencia y la forma de catalogar el texto. Sin embargo, existe una
tercera razón. Aquellos que están involucrados en la educación con fines
democráticos han realizado esto de manera anónima y han acumulado
experiencia y práctica considerables. Cuando esto no se reconoce, por una
falsa modestia, o por razones de responsabilidad colectiva e igualdad
democrática, los que han desarrollado el trabajo primario son pasados por
alto en favor de aquellos que se especializan en la recolección y edición
de materiales. Ni los profesionales ni las organizaciones que ellos
representan reciben el reconocimiento necesario. La mayoría del material
que está usualmente en uso en el mundo son del dominio público. Sus
orígenes son obscuros; pero sería bueno reconocer a aquellos que han sido
innovadores y líderes en esta área que se profesionaliza con rapidez.
- Fecha de publicación: un sorprendente número de materiales
impresos no llevan fecha. Al menos, debe utilizarse el año de publicación.
Esto ofrece un indicio del contexto dentro del cual ha sido producido el
material, e igualmente asegura que cualquier investigador o evaluador
podrá seguir el desarrollo de las ideas y los métodos a través del tiempo.
Además del año, puede ser necesario las fechas sean más
específicas en el caso de los materiales con información efímera. Una edición
de un panfleto puede estar más actualizada y ser más confiable que otra; los
suplementos del periódico pueden contener detalles que son actuales sólo el día
de la producción. No obstante, los materiales impresos están en muchos lugares,
especialmente en las áreas de recepción de las oficinas, en los estantes
públicos y en las vitrinas de distribución gratuita. Los materiales inadecuados
no pueden descartarse si no están fechados.
Así que, sumado al año, un material efímero puede
requerir el mes, y quizás hasta el día de publicación.
Las publicaciones especializadas tales como listas de
mesas de votación, enmiendas a regulaciones, y preguntas más frecuentes para
los educadores, pueden incluir la hora de impresión para asegurar que siempre
se está utilizando la última versión.
- Palabras claves de
clasificación: puesto
que el campo de la educación cívica y electoral es especializado y utiliza
materiales de una amplia variedad de disciplinas, es un poco difícil para
las personas encargadas clasificar los materiales. Aunque no es esencial
proporcionar palabras claves, puede ser muy útil que aquellos que han
producido el material las sugieran o, si están publicando un gran número
de trabajos, incluyan una lista de palabras clave para su propio uso.
- Información sobre
derechos de autor:
para permitir el uso de los materiales publicados con propósitos
educativos, hay que instruir a los usuarios sobre las formas como el
material puede reproducirse o cómo se pueden obtener copias adicionales.
Para mayor información sobre esto, ver Derechos
de autor y programas de educación electoral.
- Información sobre
paquetes: la mayoría
de los materiales se publican en paquetes o grupos. Algunas veces el
material vendrá acompañado de una cantidad de folletos o estará
complementado por panfletos y afiches. En algunos casos, el material puede
ser parte de una colección o series de publicaciones.
Dado que los materiales se separan unos de otros, se debe
prever la manera de asegurar que se lleve un registro de los componentes de
cada paquete. Existe la posibilidad de que no se pueda poner toda la
información en pequeños panfletos o artefactos, pero podrían contar con alguna
marca identificable o logotipo y el documento primario (usualmente un manual o
portada) debe contener los detalles completos y explícitos del grupo completo
de materiales. Si es posible, el documento primario debe mencionar no sólo los
títulos sino también debe proporcionar información descriptiva particular sobre
los afiches y demás ilustraciones.
- Propósito: los materiales educativos se producen
por alguna razón. Cuando se sacan del contexto particular, se vuelven
disfuncionales. Pero si son atractivos y están disponibles, los educadores
de otros contextos querrán utilizarlos y adaptarlos. Los educadores
insuficientemente entrenados y con pocos recursos desearán apenas
adoptarlos.
Además de lo anterior, los investigadores que pretendan
comprender cómo se prepararon y utilizaron los materiales para que las
lecciones se vuelvan más generales, también querrán información que comúnmente
no se suministra.
Los editores deberían expresar, en un prefacio, avance, o
frase introductoria, un corto mensaje sobre el sentido del contexto dentro del
cual se producen los materiales y el propósito para el que fueron creados. Esto
es especialmente importante en la educación al votante puesto que hay muchas
divergencias entre una elección y otra. El material adecuado sobre educación
electoral para una primera elección, para un electorado que nunca antes ha
sufragado, será muy diferente de aquel preparado para una comunidad altamente
letrada y habituada a las elecciones, donde éstas son obligatorias.