Las
personas que se encuentran en países desarrollados o que cuentan con adecuados
sistemas de educación en que los educadores sobre democracia tienen acceso a
éstos, probablemente no necesiten pensar en la forma para encontrar o hacer
tableros donde escribir, exhibir los carteles, o proyectar imágenes.
La
experiencia en la capacitación de educadores comunitarios en algunos países,
sugiere que esta es una necesidad apremiante y una de las más difíciles de
superar.
Generalmente,
los educadores usan papel periódico cuando no cuentan con las suficientes
pizarras. Pero esto presenta sus propios problemas, y puede que no lo haya en
suficiente cantidad. Sin embargo existen otras opciones.
Uso del papel disponible
Además
del papel de periódico especialmente preparado (o papel encerado) que se vende en
hojas sueltas o encuadernadas para el uso de los educadores, es posible que los
educadores comunitarios utilicen lo siguiente:
- papel de estraza o cualquier papel de un
solo color preparado para forrar libros, recubrir estantes o envolver
paquetes
- retazos de trabajos de imprenta
Fabricación de pizarras para tiza
En
la India, los pregoneros venden lino tratado para tapices que puede utilizarse
como una pizarra de tiza.
En
muchos otros lugares, es posible comprar pintura verde y negra que puede
utilizarse para transformar una pared en un pizarrón.
La
tiza de color puede incluso utilizarse en un pared blanca, pero es difícil de
lavar. Tal vez lo mejor sea utilizarla para mensajes básicos o propaganda.
La
tiza blanca no siempre es fácil de conseguir, pero el carbón sí, y puede ser, y
ha sido, utilizado como herramienta para escribir.
Fabricación de pizarras blancas
Las
pizarras blancas, o expógrafos, son una buena herramienta sobre la que se puede
escribir con marcadores secos que se puedan borrar. Aquellos que fabrican y
venden dichos tableros los han convertido en una herramienta esencial en la
capacitación. Ciertamente, su única desventaja (que el material que se escribe
tiene que borrarse) se ha resuelto añadiendo una cámara de fotocopiado a la
pantalla.
No
obstante, estos materiales son costosos y usualmente sólo están disponibles en
instituciones educativas o en lugares comerciales de entrenamiento.
Los
marcadores que escriben sobre estas superficies tienen un precio razonable, y
la versatilidad de las pizarras es considerable. Los educadores comunitarios
deben entonces considerar la posibilidad de fabricar expógrafos portátiles del material
que es utilizado para cubrir superficies lavables en la cocina, añadiéndole un
marco y una lámina de plástico con bisagras. Es posible crear un estuche
portátil para materiales educativos que se abra y se convierta en un tablero
blanco (o, usando pintura, en una pizarra para tiza).
Estas
y otras técnicas de bajo costo son utilizadas por los educadores sanitarios y por
los comunitarios en los países en vías de desarrollo, pero aún no ha existido un
esfuerzo real por transferir estas habilidades a aquellos encargados de la educación
cívica y electoral.