Diversos
departamentos de educación, cuerpos de administración electoral e instituciones
legales han tenido la responsabilidad de la educación cívica. Como
instituciones nacionales, pueden tener un mandato en el marco de uno mucho más
general sobre derechos humanos, acuerdos constitucionales o desarrollo social.
También
ha habido algunos consejos multi-sectoriales nacionales y foros establecidos a
través de estatutos provisionales o asociación voluntaria.
Finalmente,
hay manifestaciones domésticas de organizaciones internacionales y
asociaciones.
Cada
una de éstas tiene méritos y retos.
Si
un país va a alentar y promover la educación cívica entonces es esencial que
haya alguna organización que actúe como elemento de cohesión entre otros
actores. Esto implica que estén en condiciones de ejercer algún poder o
influencia —mediante la primacía legislativa, con la provisión de presupuesto o
por su liderazgo intelectual. En la ausencia de esta ventaja, la educación
cívica seguirá siendo fragmentada aún cuando se siga el modelo alemán —véase
más adelante. Esto podría no verse como
un problema, e incluso podría ser considerado como apropiado para una sociedad
democrática que fomente el que múltiples voces e instituciones interactúen para
el fortalecimiento la sociedad —aunque introduce un cierto nivel de inercia
institucional que hace difícil la innovación en tiempos de difíciles.
El
modelo alemán
Alemania
ha establecido una institución federal para politische
bildung (educación para una ciudadanía democrática) que obtiene fondos federales para sus propios programas y los desembolsa
a través de una cadena de fundaciones, centros regionales, y organizaciones no
gubernamentales. Mediante el desarrollo de materiales educativos y por medio de
los incentivos y controles que le permite la concesión de subvenciones, ha
financiado a nivel nacional, sistemas de educación cívica democráticamente
alineados y domésticamente efectivos en donde la educación formal, la educación
no formal, las instituciones estatales y la sociedad civil jueguen un papel.
Este sistema está tan profundamente arraigado al paso de más de medio siglo de
existencia, que apenas y se le hace referencia en Alemania, y pasa inadvertido por
quienes desarrollan modelos de educación cívica. Merece mucha más atención de
la que recibe.
Instituciones
nodales
La
elección en cuanto a la institución nodal —un departamento de estado, una
institución creada por mandato legal, como un organismo electoral o una
comisión de derechos humanos, una universidad o un grupo de universidades o un
foro nacional de educación cívica— será determinada por los países de manera individual.
En algunos casos, esas instituciones pueden emerger como resultado de un
conjunto particular de circunstancias. Como sea que suceda, la institución
necesitará recursos para al menos participar involucrar otros actores y
desarrollar alguna forma de programa nacional.
Los
organismos electorales no son necesariamente las organizaciones apropiadas:
tienen las demandas propias de las elecciones, personal limitado y la necesidad
de ser vigorosamente apartidistas. Las Comisiones de Derechos Humanos enfrentan
problemas similares, aunque están habituadas a que se les “politice” y a lidiar
con dichas situaciones.