El
teatro callejero es una herramienta importante para los educadores y hay
algunas directrices simples que deben seguirse para que sea exitoso. Éstas se
examinan en las secciones descritas a continuación.
¿Qué es el teatro callejero?
Las personas están ocupadas. Tiene vidas que
llevar. Sólo unos pocos tendrán tiempo para asistir a un evento educativo voluntariamente. La
mayoría querrá entretenerse.
Si
el entretenimiento puede ir a donde ellos están, será mucho mejor. Teatro
callejero es un término genérico para todas las formas de actuación que se
desarrollan donde las personas se encuentran, no sólo en la calle o en el
mercado.
Las
actuaciones pueden ser cortas e improvisadas, aprovechando la interacción con
la multitud espectadora, o pueden ser ligeramente largas y cuidadosamente
escritas y ensayadas. Sin embargo, siempre operan bajo el supuesto de que la
audiencia puede irse en cualquier momento, y que al menos algunos lo harán durante
la función. Depende de los actores llamar la atención de la gente y retenerla
lo suficiente como para transmitir su mensaje.
Encontrar una audiencia
La
primera labor del artista callejero es encontrar una audiencia. Por esta razón,
los mercados, los lugares donde la gente tiene que hacer fila, y los eventos
sociales son las mejores posibilidades. Las rutas de autobuses y taxis que
llevan a la gente a trabajar, las clínicas rurales, los hospitales y las
estaciones de tren son todos lugares donde las personas están esperando y
tienen tiempo suficiente.
Para
manejar una compañía callejera, puede ser necesario facilitarles transporte
para que se movilicen. Hay compañías que han desarrollado itinerarios fijos.
Los centros comerciales en las ciudades modernas y los almacenes de intercambio
en los pueblos pueden alentar a dichos grupos de actores, porque cuando son
buenos mantienen una buena cantidad de gente que al terminar la representación
puede estar satisfecha y hambrienta o sedienta. En algunos países y ciudades,
las asociaciones de músicos callejeros y las ordenanzas locales regulan lo que
está permitido: cuándo pueden hacerse funciones, dónde y por cuánto tiempo. En
otros lugares, pueden existir normas y reglas locales, y puede que sea
necesario contactar a personas y organizaciones importantes antes de la
función.
También
pueden existir sitios disponibles en parques públicos, o en plazas para la
realización de las obras. No son siempre tan frecuentadas como las áreas más
comerciales. El teatro callejero está diseñado para encontrarse con las
personas donde estén, y no para llevarlas a un lugar distante.
Llamar su atención
Puesto
que las personas suelen estar preocupadas, hay que llamar su atención hacia la
función. Esto requiere de cantantes y bailarines de teatro, mimos, pequeñas
simulaciones de la actividad diaria actuadas a un ritmo frenético, actores
vestidos con ropas llamativas, con máscaras, o usando zancos. Todos estos son
signos de que algo inusual está a punto de suceder.
Puede
ser posible montar pequeños escenarios y cargar artefactos teatrales al sitio
de la función. El grupo de actores tendrá que asegurarse que este material sea
portátil y resistente.
En
muchos lugares, no es posible amplificar el sonido o puede ser ilegal. En otros
lugares, los artistas pueden haber desarrollado su propio sistema para conectar
el sonido, ya sea a través de los buenos oficios de un negocio local, o usando
la batería de un carro, o inclusive un pequeño generador a combustible. Las
condiciones locales requieren de arreglos, también, locales.
Atraer
y mantener la atención de las personas tiene algo que ver con lo que la gente
espera y con lo inesperado. Los artistas profesionales que tienen alguna
experiencia en teatro callejero deben ser invitados a formar parte del
proyecto, en lugar de enviar a un grupo de personas inexpertas a la calle.
Transmitir el mensaje
El
teatro callejero puede ser utilizado para llevar mensajes simples. También
puede utilizarse para demostrar y practicar ciertas aptitudes; y con mucha habilidad
de por medio, puede provocar un debate y un diálogo entre los actores y la
audiencia. Guiones preparados pueden ser útiles, y muchos paquetes de educación
electoral incluyen algunos muy cortos.
Los
eventos más exitosos incluyen humor, algo de sátira, uso imaginativo de
implementos teatrales e interacción con la audiencia. El teatro usado para la
educación electoral se enfocará en los procedimientos para votar, tal vez con
unas pocas personas tomando parte en una elección simulada. Existirán mensajes
sobre las campañas y roles de los partidos políticos y sus representantes, cómo
juzgar y seleccionar de entre las ofertas de los contendientes, y la
información sobre cuándo y dónde votar.
Generalmente,
el teatro callejero no puede garantizar que habrá una audiencia que retorne,
pero esto es posible, especialmente en pueblos pequeños o en áreas rurales. Por
esta razón, los actores tienen que desarrollar un repertorio que les permita
cambiar su tema si notan que las personas ya poseen algún tipo de información.
Entregar algo a los asistentes
El
teatro siempre está en constante movimiento, así que el público debe llevarse
algo de recuerdo. Pequeños panfletos y volantes, pequeños detalles que
promuevan la elección, como por ejemplo camisetas o calcomanías, son muy
útiles. Tienen la ventaja de que son fáciles de cargar y de rápida distribución
entre una multitud cuando se dispersa.
Es
igualmente posible dejar recordatorios permanentes que recuerden que los
actores estuvieron en el pueblo o mercado. Pueden dejarse carteles que anuncien
el show pegados en las paredes o postes, si esto no ofende a sus dueños. Los
comerciantes locales pueden ser persuadidos para que cuelguen afiches dentro de
sus tiendas.
Actividades complementarias
El
teatro callejero es un espectáculo en vivo. Es, igualmente, fotogénico. Donde
se reúnen las multitudes, se crea la noticia. Así que, aparte de la utilidad de
los folletos en el lenguaje de la audiencia, también existe la posibilidad de
que la presentación se use para obtener una cobertura gratis por parte de
programas televisivos de noticias, o que los actores sean entrevistados por
estaciones locales de radio. Fotografías tomadas por el grupo o por fotógrafos
del lugar pueden aparecer en los periódicos locales con historias sobre el
evento.
De
esta manera, la exposición del mensaje se multiplica más allá de la audiencia
disponible en un tiempo y lugar particular.
Las
buenas funciones también se pueden grabar en videocassette para una
distribución general, pero esto requiere de una producción y preparación
adecuada, que no puede tomarse a la ligera. La transición del teatro callejero
a la video producción no es siempre exitosa.
Reunir a los actores
Si
se crea un grupo callejero y viaja por muchos lugares, las comunidades locales
cuentan con recursos educativos para cuando el grupo termine de actuar. Es
posible incluir dentro del grupo a alguien que se encargue del entrenamiento de
los programas de educadores electorales, y utilice la función para reclutar
personas para una capacitación más a fondo en un evento posterior. Así, el
equipo va dejando un pequeño cuadro de educadores capaces de hablar con sus
propias organizaciones y contactos individuales una vez se han marchado los
actores.
No
obstante, no es tan fácil mantener un grupo de esa naturaleza en movimiento.
Esto requiere de un apoyo logístico sustancial. El transporte, el hospedaje, el
manejo del personal, y las relaciones públicas pueden ser costosos, sin
mencionar los salarios de los actores.
Pero
usar dicho grupo puede seguir siendo una actividad que vale la pena realizar
dada la alta visibilidad que tiene y la oportunidad de asociar otras
actividades y posibilidades de promoción con el grupo.
Una
alternativa es desarrollar un programa que movilice a los actores callejeros
existentes, suministrándoles entrenamiento y recursos; alentándolos para
incluir información electoral en sus propios espectáculos. Pequeños subsidios
para grupos comunitarios, que provengan no de los organismos electorales sino
de los programas de artes, pueden generar beneficios indirectos no sólo en
términos educativos sino también adicionándole color y confianza a las
elecciones.