¿Cuáles son las actividades clave?
La planificación estratégica y operativa del proceso electoral identificará las tareas clave y su instrumentación, es el objetivo fundamental del organismo electoral (OE). Las diferentes leyes y prácticas electorales le confieren responsabilidades diferentes a la administración electoral. La siguiente lista detalla las actividades clave que normalmente aplican donde el administrador electoral es responsable del proceso electoral en su conjunto.
Planeación y calendario globales
Se debe preparar una lista global y un calendario de las actividades clave que se tengan que ejecutar antes y después del día de la votación.
Preparación de las listas de los votantes
Existe un apartado especial que aborda el tema correspondiente a las listas de los votantes--ver Registro de Electores. Este trabajo será una tarea clave del administrador electoral. Nada provoca un descrédito más rápido a una elección que problemas graves con las listas de votantes. Las responsabilidades de los administradores en esta materia se explican más adelante en el apartado Responsabilidades en el Registro de Electores.
Distritos electorales y límites
A menudo se requiere que el administrador electoral revise la delimitación electoral antes de la elección. Esto puede implicar amplias revisiones de todas las demarcaciones donde se ha adoptado un nuevo sistema electoral o se han introducido alteraciones relativamente menores (ver Delimitación de Distritos).
Designación de los lugares de votación.
Deben definirse los lugares de votación, y esto puede incluir la previsión de sitios especiales para electores discapacitados y otras categorías, así como para las unidades móviles de votación (ver Selección de los Sitios de Votación).
Enlace con ONG¥s y observadores
De nuevo, la magnitud de esta tarea variará considerablemente dependiendo del país y del interés particular en el proceso electoral. Es necesario identificar lo más pronto posible donde se ubicarán los principales contingente de observadores o de grupos cívicos, a efecto de que se puedan asignar los recursos correspondientes. Gran parte del trabajo con estas organizaciones puede realizarse (con el entrenamiento adecuado) mediante personal que no este involucrado directamente en las principales actividades electorales (ver Facilitando las Actividades de Observación Electoral).
Nombramiento de personal
Ningún sistema funciona sin personal competente. Es esencial ubicar al personal indispensable en las áreas clave con suficiente antelación al inicio del proceso electoral. Se necesitan organizar los programas de capacitación e identificar al personal clave para asumir la responsabilidad de las diferentes áreas de actividad (ver Nombramiento y Capacitación del Personal).
Educación e información al votante.
Esta área de trabajo puede ocupar a una gran cantidad de personal. La magnitud de los programas de educación e información dependerá del tipo de elección y del nivel de conocimientos de los ciudadanos. De nuevo, es una área donde se pueden utilizar las habilidades especializadas y donde resulta esencial la planeación anticipada, pero también una donde el personal especializado puede reducir la carga de trabajo del administrador electoral (ver Educación Electoral y
Actividades de Información al Votante).
Relación con los medios de comunicación
Las exigencias de los medios de comunicación colmarán la paciencia de aún el administrador más experimentado. Designar personal especializado para atender esta área, reducirá la carga de trabajo del personal electoral clave. Gran parte de la información que necesitan los medios de comunicación es genérica. Una buena sección de relaciones públicas puede fácilmente atender la mayoría de las necesidades y requerimientos de los medios de comunicación. En caso de dificultades en la administración del proceso electoral, un personal experimentado en relaciones públicas puede ayudar a encontrar la mejor manera de presentar la información.
Voto en ausencia
Donde se permite el voto en ausencia, este representa uno de los mayores retos del administrador electoral. Normalmente se trata de un proceso repetitivo que involucra una cantidad considerable de trabajo que se presta a la automatización. Los sistemas que descansan en el envío por correo de una gran cantidad de papeletas o boletas de votación ponen una gran presión en el personal para poder cumplir con las fechas límite.
Proceso de votación
Por supuesto, el proceso de votación es el núcleo de trabajo electoral y esto incluye todo, desde el nombramiento de los funcionarios de la mesa receptora de votos hasta las gestiones para la impresión de las papeletas electorales. Cuando la oficina del administrador electoral puede delegar funciones en otras áreas del organismo electoral, esta suele ser una de ellas.
Escrutinio y cómputo de los votos
Una vez que ha concluido el proceso de votación, se inicia el escrutinio de votos. En este punto se concentra al máximo el interés de los candidatos y los medios de comunicación. Dependiendo del sistema, el proceso puede ser complejo y a menudo puede llevarse a cabo al final de una larga jornada. Son necesarios una organización y un entrenamiento muy cuidadosos para asegurar que no se cometa ningún error durante el escrutinio, cuando prevalece una gran expectación y son muchas las tareas que se ejecutan simultáneamente (ver Escrutinio de Votos).
Candidatos, partidos y representantes
La atención de los candidatos, partidos y representantes consume mucho tiempo y debe llevarse a cabo sobre una base abierta y apartidista. El nivel de exigencia sobre el administrador electoral pueden variar significativamente. Algunos candidatos y partidos pueden tener un trato mínimo con la administración electoral y concentrar, en cambio, sus energías en la campaña. Otros querrán vigilar cada paso del proceso y preguntarán continuamente sobre lo que se está haciendo (ver Partidos y Candidatos). La equidad de trato, el acceso igualitario y la transparencia son todos requisito clave para la relación con candidatos y representantes.
Costos y presupuestos
Las elecciones cuestan. El administrador electoral necesitará establecer un sistema para controlar los costos del proceso, preparar los presupuestos, hacer los pagos y obtener la aprobación de las autoridades competentes para los gastos efectuados. Después de la elección puede ser necesario someter los gastos a fiscalización.
Seguridad, secrecía y confianza
A lo largo del proceso y para todo este tipo de actividades, el administrador electoral debe fijar mecanismos o disposiciones de seguridad para garantizar que sus resultados no serán cuestionados por carencias en esa materia, de secrecía para garantizar que nunca podrá conocerse la forma en que la gente voto y de confianza para que todos los involucrados en el proceso electoral sientan que él les está prestando la misma atención y dando el mismo trato a todos, así como cumpliendo con la ley.
Conclusiones
El proceso electoral es complicado. Cada una de sus actividades clave puede ocupar a cientos de personas, requerir una gran especialización e involucrar costos sustanciales. Se necesita identificar las actividades clave y luego realizar una planeación estratégica y operacional de cada una de ellas. La valoración apropiada de lo que se necesita hacer y la planeación debida de cómo se llevarán a cabo las actividades mucho contribuirá a asegurar que el proceso electoral se desarrolle de manera fluida. La responsabilidad legal por conducción del proceso electoral recae siempre en el organismo u oficial electoral correspondiente, apropiado, aún cuando las actividades involucradas se hayan contratado de manera externa. Es absolutamente esencial mantener una visión panorámica de todas las tareas operativas. Los fracasos del proceso electoral en el terreno práctico, político y legal siempre terminarán recayendo en el organismo o persona legalmente responsable.
Para mayor información ver Responsabilidades para Brindar Servicios de Logística Electoral.