"Uno de los desafíos más importantes --y sagrados-- que los administradores electorales deben superar en el desempeño de sus responsabilidades profesionales es el de abrir y hacer accesible a todo mundo el proceso electoral."9
Al formular esta declaración en una de las ediciones de Elections Today dedicada al tema de las necesidades especiales de los votantes, Richard Soudriette, presidente de IFES, enfatizó uno de los principios éticos referidos en Principios Guía, el que señala que la administración electoral debe ser diseñada para servir a los votantes.10 Esa edición de Elections Today contiene varios artículos que revisan los argumentos e implicaciones del acceso al proceso electoral.11 Las necesidades de los votantes varían de país a país y de área a área. La participación en el proceso democrático es un derecho fundamental que debe ser accesible a todos en términos que resulten tan igualitarios como sea posible.
Muchas personas con discapacidades no desean que se dispongan facilidades o arreglos logísticos especiales para que puedan votar, tales como el de voto en ausencia o por anticipado. Desean tener acceso a los mismos sitios en que votan ordinariamente los ciudadanos sin discapacidades, el mismo día y a las mismas horas. Para lograr esto, será necesario que el administrador electoral planee tales facilidades de acceso al realizar las gestiones para la aprobación de los lugares donde se instalarán los recintos de votación. En este sentido, deben considerarse los requerimientos para los usuarios de silla de ruedas, tales como el ancho de la puerta, las vías de acceso a ella y el tipo de urna a emplear.
Los votantes invidentes pueden requerir información en impresos Braille o el uso de ideas innovadoras en las boletas electorales, como en Canadá (Template For Blind Voters - Elections Canada ). También pueden ser ayudados mediante la producción de información en audio cassettes que les expliquen el proceso. Esto es especialmente importante en algunos países donde la guerra y las enfermedades han provocado que una buena parte población padezca de discapacidades y ceguera.
Es probable que haya costos importantes al prever estas facilidades, pero son costos que debe considerarse integralmente en el proceso electoral. Muchos asuntos pueden incluso resolverse sin costo, o a uno mínimo . Por ejemplo, cambiar un edificio que se ha usado tradicionalmente para las elecciones y que no tiene las facilidades requeridas por otro cercano y más accesible, quizá no involucre otro costo que el de asegurarse que los electores estén oportunamente informados del cambio.
El administrador electoral debe establecer un mecanismo para mantenerse en contacto con representantes de grupos de discapacitados para asegurarse que estén informados de los desarrollos que se han generado en cada área del proceso electoral. Es posible que muchas ideas innovadoras y de bajo costo surjan de evaluaciones con los propios grupos interesados. En el Reino Unido, donde se usan boletas electorales de papel, la legislación electoral dispone que los electores invidentes sea asistidos por un acompañante o por el funcionario que preside el recinto de votación. Una votante invidente considero que al requerirsele la asistencia de otra persona, se le estaba privando del derecho a la confidencialidad de su voto. Toda vez que ella era totalmente ciega, no era de ninguna ayuda el contar con una boleta electoral con impresiones grandes, además de que no sabía leer Braile. (Un ejemplo de una papeleta de voto está disponible en Ballot Papers - United Kingdom .)
Ante esta situación la votante propuso una solución satisfactoria que no representó ningún costo. Ya que la boleta electoral esta dividida por líneas horizontales y verticales, sugirió que el Presidente de casilla doblara la boleta a lo largo de las líneas horizontales que separan a los candidatos y luego a lo largo de la línea vertical donde aparecen los espacios en que se debe marcar al candidato elegido. Los dobleces se hicieron de tal forma que cada pliegue indicaba una preferencia en la papeleta electoral.
De esta forma, el presidente del recinto pudo informarle a la votante el esquema de distribución de los candidatos y las instrucciones para emitir su voto. La votante pudo entonces emitir su voto por sí misma. Este sistema para la votación de personas invidentes se usó en las elecciones generales de 1997 y se espera que sea usado de manera más amplia en las próximas elecciones. No cuesta nada porque no se requiere de ningún asistente ni adaptaciones especiales y si permite que el proceso electoral sea accesible a las personas invidentes en los mismos términos que a otros votantes y, lo más importante, preserva el secreto de su voto.
El administrador electoral debe mantener todos los aspectos de la votación bajo revisión, incluso los referentes al acceso. Deben realizarse encuestas todos los lugares donde se instalen recintos de votación para determinar la accesibilidad. El estado de Maryland en los Estados Unidos realiza este tipo de encuestas a través de formatos muy detallados ("emx_c009"). En una edición especial de Elections
Today se ha incluido un resumen de los resultados de un estudio de accesibilidad en el Reino Unido realizado por la organización "SCOPE", así como un manifiesto de los discapacitados.
Los ancianos constituyen una porción importante del electorado y, en muchos países, una porción cada vez más grande . Es importante que sus necesidades sean consideradas al realizar las previsiones electorales correspondientes. La votación por correo pueden ser apropiada para este sector, pero también debe considerarse el uso de estaciones de votación móviles que pueden llegar hasta los domicilios de aquellos que usualmente han preferido votar personalmente en lugar de hacerlo por correo.
En todas las discusiones sobre el acceso al sufragio, se debe considerar también lo relativo al acceso de todos los votantes a la documentación relacionada con el proceso electoral. La administración electoral debe evitar los modismos y el lenguaje antiguo o demasiado complicado. La "Campaña Ingles Simple" del Reino Unido es una organización que tiene como objetivo eliminar ese tipo de lenguajes de los documentos oficiales. En los países que usan varias lenguas, la administración electoral debe advertir la necesidad de que todos los avisos y comunicaciones oficiales se difundan en todas para asegurar que la información sea accesible a todos los votantes potenciales.