¿Por qué?
Es esencial que todos los participantes en el proceso electoral conozcan los criterios relativos a la distritación e, idealmente, deberían tener la oportunidad de formular observaciones a las propuestas. Incluso si la revisión y arreglos consecuentes se han llevado ya a cabo y no hay posibilidad de introducir modificaciones, sigue siendo muy importante que todos los electores, partidos, candidatos y representantes sepan cual es la división del área en términos de distritos o demarcaciones electorales, dónde van a votar los electores, el número de electores en cada distrito, etc. Los partidos y candidatos necesitan esta información para organizar sus campañas. Los electores necesitan conocer la división de su distrito y dónde van a emitir su voto. Los administradores electorales necesitan saberlo porque afecta el número de oficiales de votación que se van a requerir, la cantidad de equipo con que requieren contar y, en suma, todos los aspectos de la logística electoral.
Permitir que todos los involucrados conozcan las propuestas es una parte del proceso de transparentación.
¿Cómo?
Hay dos momentos en el suministro de información. El primero ocurre cuando el proceso de delimitación de distritos se encuentra en curso y todos los participantes quieren contar con información o copias de las propuestas para poder considerarlas, evaluarlas y, si lo permite la ley, respaldarlas o formular contra-propuestas. Para hacer posible que este proceso se desenvuelva de manera fluída, los participantes requieren de información completa -detalles electorales, límites propuestos, cifras de cada área electoral, cifras globales y, preferentemente, una explicación sobre cómo se llegó a las propuestas presentadas y que otras opciones fueron consideradas. Cuando se está llevando a cabo un proceso de revisión de los límites electorales, es normal dar aviso público de ello. A menudo el punto de partida consiste en invitar representantes a los trabajos preparatorios y luego presentar las propuestas preliminares, las cuales pueden ser revisadas, de preferencia por un órgano imparcial, para finalmente publicar los arreglos definitivos, una vez que se han atendido las observaciones presentadas. A tal efecto, se debe seguir un calendario o cronograma; de otra forma, el proceso se puede alargar indefinidamente. Sin embargo, se debe proveer la mayor cantidad de información posible al público, utilizando todos los medios disponibles.
El segundo momento de la publicidad ocurre cuando se han concluído los trabajos de distritación y se torna necesario su conocimiento para efectos del proceso electoral. Los candidatos, partidos y electores necesitan saber. Suministrar tarjetas de votación individuales o muestras de las papeletas de votación a los electores es una manera de mantenerlos informados - ver Información Completa. Otra forma es la de enviar a los electores folletos o cartas informativas que incluyan mapas de su distrito o demarcación electoral, porque así sabrán no sólo donde tienen que votar, sino además el área geográfica que comprende su distrito.
A nivel local esta información debe ser complementada con la relativa a cada nivel electoral para que así se pueda apreciar cómo el proceso de distritación se desarrolló de manera justa y de acuerdo con la ley a nivel local, regional y nacional. Se debe considerar como un criterio guía el de procurar la mayor accesibilidad a la información al menor costo, o incluso sin costo alguno, para el participante. Hacer accesible la información a un costo alto contribuirá muy poco a la transparencia.