El sistema educativo de un país es uno de los recursos
más importantes de los que disponen los educadores cívicos y electorales.
Cualquiera que sea el sistema que exista en un país, los educadores electorales
deberán considerar los recursos disponibles en términos de currículum,
oportunidades de capacitación, equipo de personas e instrumentos para el reclutamiento
voluntario así como posibles lugares de aprendizaje.
Sistema de educación nacional
Un sistema educativo incluye instituciones tanto formales
como informales a nivel primaria, secundaria y estudios universitarios. Las
instituciones formales son aquellas que desarrollan, de forma privada o con
ayuda del Estado, un esquema educativo clasificado que resulta en la expedición
de un certificado, diploma o grado reconocidos por el Estado y que pueden tener
vigencia internacional. Las instituciones informales son aquellas que conducen
programas cortos vocacionales y de crecimiento personal que no son
necesariamente reconocidos por el Estado, aun cuando se expidan certificados
después de la culminación de los estudios. Dichos certificados pueden ser
reconocidos por una asociación profesional o vocacional. La brecha entre la
educación formal e informal está usualmente determinada por el campo de acción.
La educación primaria consiste en grados de educación
básica normalmente ofrecidos a los niños dentro de un sistema obligatorio. La
educación secundaria, usualmente llamada bachillerato, incluye por lo general
un esquema más diferenciado que prepara a los estudiantes para la graduación y,
posible acceso a la universidad. Finalmente, la educación superior incluye
preparatorias y universidades, así como educación técnica y vocacional. Estas
instituciones combinan frecuentemente una serie de cursos formales con un rango
de oportunidades educativas menos formales. En algunos sistemas educativos la
capacitación vocacional y técnica puede ser ofrecida en cualquiera de estos
niveles de educación. Sumado a lo anterior, puede existir una variedad de
oportunidades de educación y capacitación continuada, particularmente en países
que tienen sectores privados y de sociedad civil influyentes.
Algunos países tienen un sistema educativo articulado y
regulado a través de unos parámetros nacionales de certificación. En estos
países, la educación y capacitación a través de las innumerables instituciones
antes consideradas, puede permitir que la gente se mueva alrededor del sistema
y alcance certificados así como oportunidades integrales de educación. En otros
países, los sistemas son mucho más rígidos y las diferentes instituciones
determinan el progreso y los resultados de manera independiente.
Sistema
educativo
Será necesario considerar si el sistema educativo
proporciona oportunidades universales para que la gente aprenda sobre gobierno,
política, comportamiento electoral o reglas y estándares generales de la
sociedad. Si este es el caso, los educadores tendrán que ponderar si esto puede
reemplazar alguna parte del programa informal de educación cívica y electoral
para adultos, o si por el contrario, el sistema educativo ha sido diseñado de
tal forma que reduce o inhibe la participación del pueblo en la actividad
democrática.
En muchos casos, la educación primaria y secundaria
proporcionará habilidades, actitudes y conocimientos que brindarán una
educación más detallada que dé soporte a una democracia o unas elecciones. En
algunos casos, sin embargo, los sistemas nacionales de educación podrán haber
sido forjados para asegurar un apoyo al régimen que no es democrático, y donde
las diferencias no son bienvenidas. En dichos casos, la educación primaria y
secundaria puede dejar un legado que compromete severamente la habilidad de las
personas para asumir un comportamiento democrático, resolver diferencias, tomar
decisiones, votar o participar de las instituciones democráticas. En este tipo
de situaciones, los programas de educación cívica tendrán que ser extensos.
Oportunidades
de capacitación
Los educadores que operan en la esfera electoral y cívica
enfrentan impedimentos considerables para encontrar colegas capacitados y
oportunidades de capacitación para sí mismos. De hecho, la mayoría de la gente
que trabaja en este campo se interesó debido a que posee conocimientos en
ciencias sociales, política, o conocimientos educativos generales. Quienes se
dedican al área de educación para adultos pueden estar en mejor disposición de
trabajar como educadores electorales, puesto que la educación para adultos
usualmente incluye trabajo con personas en desventaja, y porque la superación
de éstas requiere una acción política en varios niveles.
El sistema educativo de un país proveerá estos caminos
informales de capacitación, los cuales dependerán no sólo del grado de
consolidación democrática que tenga el país, sino también del grado de
interacción que el sistema tenga con los movimientos sociales y las necesidades
del educando. Es interesante notar que muchas de las oportunidades vitales de
capacitación, y los programas más innovadores, están disponibles en países que
cuentan con democracias marginales e intensos conflictos sociales.
Los responsables de la capacitación de los educadores deberán
descubrir oportunidades de entrenamiento dentro del sistema y, cuando sea
necesario, complementar estas oportunidades con capacitación de corto plazo
dentro del trabajo.
Listas para reclutar personal y
voluntarios
Los programas de educación electoral y las campañas de
educación cívica requieren disponer de un gran número de funcionarios en un
lapso muy breve. Este personal recibe, a lo sumo, orientación sobre el material
disponible, aunado a limitadas habilidades para la educación para adultos. En el
caso de programas amplios, tener un grupo de profesores capacitados en quienes
apoyarse es muy ventajoso. Existe, sin embargo, una advertencia. La educación
formal demanda cierto tipo de habilidades y comportamiento. Suele haber una
brecha entre el aula y el lugar donde se lleva a cabo el programa de educación
cívica y electoral que no todos los profesores comprenderán.
Los educadores deberán identificar en el sistema
educativo aquellos niveles del propio sistema que presentan los mejores
candidatos para su programa. Notarán, igualmente, las fechas para la matrícula
formal en los términos del sistema, incluyendo calendarios de examen, para no
crear falsas expectativas en los profesores e instructores de sistemas formales
para incorporarse a un programa de educación cívica y electoral.
Lugares
de aprendizaje
Casi tan importante como conseguir funcionarios y
voluntarios será obtener lugares a bajo costo y accesibles para conducir un
programa de educación al votante. Fuera de aquellos aspectos del programa que
tienen que ver con llevarlo a grandes grupos de personas, existirán también
aspectos del mismo que requieren instalaciones para la realización de
seminarios y conferencias (capacitar a los educadores, talleres, resúmenes,
preparación de materiales y actividades con grupos focales). Las instituciones
educativas, ya sean privadas o estatales, pueden estar usualmente disponibles a
muy bajo costo. En algunos casos, éstas también proporcionarán facilidades de
hospedaje para programas largos.
Una vez más, al igual que con otros aspectos de los
programas de educación cívica, deberá existir un balance entre los costos y la
conveniencia frente a las percepciones públicas de todas o algunas de estas
instituciones.