Con el fin de desarrollar programas efectivos, los
educadores electorales deben conocer de votantes o votantes potenciales.
Necesitan saber lo que la gente sabe (o cree saber). También necesitan saber
cuál es la percepción que se tiene de las elecciones y del voto. Finalmente,
necesitan saber qué impulsa o inhibe a las personas a emitir su voto.
¿Cómo se puede obtener esta información? Se puede mirar
en una bola de cristal; se puede adivinar; se pueden examinar experiencias del
pasado; se puede hablar con otras personas que estén involucradas en el campo;
o simplemente, se puede preguntar a los votantes o votantes potenciales, aunque
sería imposible hablar con todo el mundo. Entonces, cómo estar seguro que las
respuestas que dan las personas con las que se habla son las correctas y si son
representativas de la totalidad de los votantes potenciales.
El uso de las encuestas
Las encuestas son útiles cuando se quieren conocer las
actitudes, valores, motivaciones, predisposiciones y posibles comportamientos
de un gran número de personas. Las encuestas son también útiles cuando se desea
generalizar los resultados de una población grande.
Grupos de enfoque
Con un pequeño número de personas —digamos unas pocas decenas—
por lo general resulta más útil usar métodos cualitativos y de mayor
profundidad, tales como grupos de enfoque, que permiten hablar a plenitud de
sus sentimientos. Después, simplemente se pueden revisar las transcripciones de
las discusiones grupales para averiguar sus pensamientos y actitudes. Los
grupos de enfoque generalmente proporcionan una mejor comprensión de los temas.
La riqueza de dichas transcripciones es muy difícil de cuantificar, y salvo en
un reducido número de casos, la cuantificación es generalmente inútil.
Es importante tener en cuenta, de todas formas, que los
grupos de enfoque no son una simple reunión o conversaciones sin estructura.
Los grupos de enfoque emplean una metodología específica con respecto a la
selección de las personas que van a estar en el grupo. Los grupos deben ser tan
homogéneos como sea posible, y deben ser estructurados para reflejar las
diferencias clave de potencial interés. Un grupo puede incluir sólo a hombres
jóvenes que votan por primera vez, por ejemplo, y otro puede incluir a únicamente
a mujeres jóvenes que votan por primera vez. La comprensión del comportamiento
de los grupos viene de las conversaciones cuidadosamente facilitadas, al igual
que de las diferencias que entre ellos existan. A partir de ese ejercicio se
podrán identificar los problemas clave para ser tenidos en cuenta al realizar una
gran encuesta, o para investigar asuntos descubiertos por aquellas encuestas
con mayor profundidad.
Diseñando encuestas
Esta discusión se propone ayudar a dos tipos de personas.
Primero, a aquellas que pudieran desarrollar una encuesta individualmente, para
quienes esta es una guía útil, o un plan sobre todos los pasos claves en los
tendrán que trabajar. Aunque no es un "manual de usuario" suficiente como
para desarrollarlo cada paso a profundidad.
Algunos detalles han sido incluidos en esta sección para
que aquellos interesados en el tema tengan una guía sobre lo que puede ser una
de las partes más costosas de un programa nacional de educación. Otros lectores
pueden desear ignorar la información técnica a continuación.
Las variadas dimensiones asociadas con las encuestas van
por lo general más allá de las capacidades y recursos de que dispone un solo
individuo u organización. De este modo, muchas organizaciones probablemente prefieran
contratar una firma de investigaciones profesionales con experiencia en
encuestas para que les haga este trabajo. En ningún momento, y bajo ninguna
circunstancia, se debe delegar el control del proceso. Esta descripción
pretende permitir a las autoridades electorales mantener un control crítico a
la hora de monitorear el proyecto.
Para llegar a conseguir que una encuesta sea exitosa, se
deben seguir una serie de pasos: