Puede parecer que los programas de educación formal
conducidos en instituciones educativas, e integrados a un currículum estándar
se desenvuelven sin mayor organización y administración adicional. Los
programas informales, sean conducidos como actividades extracurriculares en
instituciones o de manera regular en una serie de sedes, requieren de una
cantidad considerable de organización para tener éxito. Por esto, los
educadores de adultos requerirán de mucha experiencia en organización, toda vez
que el desarrollo organizacional es una herramienta muy importante en su trabajo.
Aparte de la carga administrativa con la que los
educadores deben lidiar, también tienen que establecer la organización
necesaria para manejar un programa nacional o regional, y hasta para conducir
un solo evento educativo. Si no se da la atención apropiada a estas cuestiones,
los programas educativos pueden fallar sin importar la alta calidad de los
diseños del material educativo.
Los educadores tienen que ser capaces de organizar los
locales de reunión, al personal, el desarrollo de los programas educativos y
todo el material del currículum, al igual que su acceso a los educandos. Estos
requerimientos administrativos presentan sus propias exigencias (ver Administración y gerencia). Pero un programa nacional
estratégico también debe confrontar problemas organizacionales más generales:
- la forma en que se llevará a cabo la
planeación del programa y en que el grupo de coordinación educativa
dispondrá los recursos para alcanzar los objetivos del programa
- el uso de las instituciones existentes,
y la manera en que ese uso será negociado, acordado y financiado
- el establecimiento de organizaciones
específicas para cualquier programa particular, y especialmente para los
periodos electorales