Normalmente, es esencial comprender el contexto dentro del
cual se conducirán los programas de educación al votante. Esta evaluación debe comprender
un entendimiento de los votantes en sí, así como de los recursos disponibles para
promover el programa.
Las evaluaciones de contexto son aún más importantes en entornos
de transición, donde es probable que haya cambios significativos en el ambiente
electoral. Estos pueden incluir una nueva constitución, leyes electorales promulgadas
o modificadas recientemente, cambios en procedimientos electorales, la introducción
de nuevos sistemas de representación o de tecnologías electorales, la creación de
una autoridad electoral permanente o de organismos representativos a nivel local,
el crecimiento de los partidos políticos y grupos de la sociedad civil, la concesión
del derecho al voto a ciertos segmentos de la población, grandes movimientos de
ciudadanos (incluyendo personas desplazadas como resultado de la guerra), mejoras
o tal vez empeoramiento de la infraestructura del país, la proliferación de medios
de comunicación, etcétera.
Entender el contexto contribuye a que los programas sean relevantes
y significativos. Es igualmente importante asegurarse que los programas serán no
solamente efectivos, sino diligentemente evaluados después de ser completados.
En relación con los votantes, los educadores desearán conocer
sus antecedentes básicos para después, haciendo uso de las mejores técnicas disponibles,
determinar las necesidades educativas u objetivos electorales de los grupos particulares.