Hay una estación de radio en Mali que transmite
regularmente un festival musical. El elemento que la hace diferente es que los
asistentes a la fiesta no están distribuidos en todo el país, sino que están
bailando justo afuera del estudio e incluso pueden entrar a hablar en el radio.
A las afueras de Johannesburgo, un invitado a una
estación de radio puede mirar por la ventana y, con un poco de suerte, podrá
ver a la persona que está llamando por teléfono para hacerle una pregunta.
En Washington, D.C., la televisión por cable ofrece un
calendario diario del alcalde, así como de los eventos cívicos más importantes,
justo en la frecuencia contigua de la transmisión de CNN desde Medio Oriente.
En Australia, tanto las estaciones de radio comunitarias
como las comerciales, acostumbran enviar una unidad móvil a los centros
comerciales y eventos masivos, desde donde transmiten en medio de una multitud,
logrando así que la radio sea más accesible para el público como escucha y
participante.
Las opciones de comunicación de alta tecnología se han
vuelto más baratas, más accesibles y más capaces de penetrar el mercado de lo
que nunca habían sido. Muchas veces, los educadores centran su atención en el
impacto a nivel nacional; sin embargo, es posible utilizar los medios con
impacto comunitario para alcanzar precisamente a los grupos especiales, a los
individuos de alto impacto y a los grupos que hacen exitoso un programa.
Cuando el mérito de dichos medios ha sido reconocido por
los intereses comerciales, es posible trabajar con agencias, o usando
directorios, para lograr acceso a ellos. Empero, aún estas agencias y
directorios muchas veces no alcanzan a estar al día con los cambios del
mercado. En las sociedades donde hay intentos de centralizar el control de los
medios, o donde hay grupos particulares de personas que desconfían de los
medios, es más difícil identificar lo que está disponible.
Más que un catálogo exhaustivo, el siguiente es un
conjunto de pistas y lugares en los cuales buscar:
Televisión por cable y comunitaria
La televisión por cable se basa en la premisa de que la
gente va a pagar por el servicio regularmente o sólo para ver determinados
programas. Para lograr esto, las compañías deben instalar el equipo necesario y
una vez que lo han hecho, puede imponerse, como una condición para que obtengan
la licencia de operación requerida, que destinen cierto tiempo a la transmisión
de emisiones de servicio público o que elijan autorizar pequeñas operaciones u
opciones más económicas para llenar el espacio al aire que de otra forma no
utilizarían. De manera que, usualmente, hay capacidad de sobra para que estos
canales puedan ser utilizados para mandar imágenes o textos estáticos a los
suscriptores.
Dicho acceso permite que las producciones económicas
llenen los espacios menos rentables durante el día o la noche. Sin embargo, la
disponibilidad de la televisión y el apetito voraz por materiales significan
que, adicionalmente a los canales especializados, hay un gran incremento en el
número de estaciones locales que transmiten programas de carácter comunitario
entre los horarios de mayor audiencia de la programación ofrecida por las
estaciones nacionales más grandes.
Aún en los países con un pequeño número de canales de
transmisión que utilizan la señal área y no por cable o vía satélite, existe
una gran tendencia a establecer programas de variedades regionales que pueden
ser transmitidos en distintos idiomas durante determinados horarios del día.
Puede parecer que dichos programas no tienen el mismo
alcance que tiene la publicidad en los horarios de mayor audiencia; empero, son
más baratos y, por ende, susceptibles de transmitirse durante periodos más
largos. También es posible preparar un mensaje mucho más enfocado debido a que
se tiene un mayor conocimiento de quiénes son los televidentes.
La radio comunitaria
Las estaciones de radio pequeñas siempre están buscando
material de programación, y siempre están dispuestas a ubicar publicidad en
pequeños espacios a un precio muy bajo. Pero lo más importante es que tienen
una audiencia fiel con características bien conocidas. En algunos países, se
confía más en dichas estaciones, y pueden ser más capaces de ofrecer
información y debates políticos más detallados.
Los factores anteriores deben ser contemplados al
preparar material. Se deben usar el lenguaje y el dialecto apropiados en la
medida que sea posible. Los temas deben estar relacionados con la audiencia, y
el estilo debe ser el esperado. El material que está preparado de acuerdo con
las especificaciones requeridas puede ser utilizado tal cual.
Las estaciones radiales comunitarias pueden transmitir a
través de una frecuencia específica en todo el país, de tal forma que un
individuo que esté viajando pueda pasar automáticamente de una emisora a otra.
Cuando esto es posible, la publicidad nacional puede permitirle a la gente
mantenerse enterada de las elecciones o de cualquier otra campaña mientras
viajan.
Esta es definitivamente la situación ideal para cualquier
programa educativo a distancia.
Un programa educativo puede otorgarle importancia a un
personaje local, alguien que haya recibido la capacitación necesaria o que haya
sido nombrado como responsable de la información. Las estaciones comunitarias
pueden entrevistar a dichos personajes en cualquier momento sin incurrir en
mayores costos.
Sin embargo, existen algunas restricciones. Los
educadores no deben depender únicamente de las estaciones comunitarias. Dichas
estaciones pueden tener unas audiencias muy limitadas. Además, por lo general,
son desorganizadas para ubicar la publicidad, lo cual deja sin garantía que la
publicidad sea emitida o que haya algún registro de su emisión. Los programas
son más exitosos si establecen un contacto personal con la gente de la
localidad.
Periódicos comunitarios
Los periódicos comunitarios pueden ser periódicos de gran
circulación dentro de una ciudad por los cuales la gente paga. Acceder a ellos
puede hacerse de la misma forma como se hace a los periódicos referidos en Medios de impacto nacional. Sin embargo, es probable que
éstos sean periódicos independientes patrocinados por publicidad local.
Este tipo de periódicos puede ser distribuido libremente
a los hogares, al igual que pueden ser dejados en sitios públicos como
bibliotecas y tiendas para que la gente los pueda tomar. El primer caso es más
confiable, debido a que es más fácil determinar la repartición geográfica de la
información. En el segundo caso, debe hacerse una observación más profunda para
determinar si el periódico ha alcanzado al público pretendido.
Estos periódicos ofrecen servicios comunitarios
importantes: noticias locales, conmemoración de eventos cívicos, publicidad de
eventos y servicios locales, y muchas veces una página para correspondencia
donde la gente puede debatir temas políticos. Dichos periódicos pueden no ser
producidos ni distribuidos de una manera muy profesional —muchas veces son
producto de la dedicación de una idiosincrasia específica. Sin embargo, son
leídos, así sea para revisar la publicidad local, pero por lo general para
mucho más que esto. Vale la pena tener en cuenta que, los editores están
completamente al tanto de lo que está ocurriendo en la comunidad local.
De tal forma, este puede ser el medio ideal para promover
eventos, para obtener información o para establecer lo que puede formar parte
de un programa educativo o una campaña política. Los educadores electorales
pueden utilizar estos periódicos para comunicar la información local, por
ejemplo, dónde deben votar los ciudadanos, dónde se deben registrar, etcétera.
Por lo general, se tiende a utilizar más el material que ha sido preparado con
el editor bajo el formato adecuado.
Muchos periódicos comunitarios no se consideran a sí
mismos parte de la familia de libre distribución. Ellos sienten que tienen una
misión específica, además de que reciben el apoyo de una organización basada en
la comunidad o de un grupo de asociaciones con un objetivo político específico.
Dichos periódicos pueden tener un núcleo leal de lectores. Sin mencionar que
los más exitosos ya han penetrado la comunidad en general.
Los educadores deben analizar cuidadosamente los patrones
de lectores y de distribución para no crearse falsas expectativas con relación
a su alcance e influencia.
Periódicos religiosos o de intereses específicos
Muchas organizaciones religiosas poseen un periódico, que
puede tener un número sustancial de lectores en todo el país. Otras pueden
tener grupos de lectores más pequeños y más especializados.
Ninguna organización religiosa está a favor de la
actividad política o de cualquier promoción democrática específica. Por ende, muchas de sus publicaciones mantienen, con
vehemencia, el acceso restringido a sus lectores.
Sin embargo, es posible involucrar a los editores y
dueños de dichas publicaciones a descubrir si hay mensajes específicos que
puedan ser incluidos en sus publicaciones y cuál es la mejor forma para
hacerlo.
Algunos editores podrían hacer una distinción entre la
información partidaria y la educación apartidista al votante. También pueden
querer que el material sea escrito por sus propios escritores, para lo cual los
programas educativos ofrecerían, únicamente, información contextual y artículos
modelos.
También es posible contactar a los editores con las
personalidades que sean miembros significativos de su fe o comunidad religiosa
y que estén involucradas en la campaña. También lo es entusiasmar a los líderes
de estas comunidades a que entren a formar parte de las coaliciones de la
sociedad civil a favor del programa.
Revistas comunitarias
El bajo costo de las herramientas de impresión,
reproducción y fotocopiado, junto con el acceso a las computadoras y a otros
programas de diseño, han hecho que se incremente la distribución de revistas
especializadas auto-publicadas. Tales "Zines", para usar un término
utilizado por muchos de sus productores para diferenciarlas de los diarios y
revistas más formales, son diseñadas y distribuidas en un mercado muy
específico, especialmente aquellos asociados con la juventud, la música y el
arte.
La expansión de la tecnología para producir discos
compactos de manera económica ha redundado en el aumento en su uso para
complementar los "Zines". La Internet también maneja un gran número
de dichos diarios.
Los "Zines" sufren y se jactan de la naturaleza
imitadora de su surgimiento. Van y vienen, por lo general, se acercan a la
sociedad con una perspectiva bastante radical, o al menos a su grupo en
particular, y muestran una irreverencia y sabiduría común que muchos diarios
oficiales y más restringidos quisieran tener.
Como resultado de su inmediatez, dichos "Zines"
son ideales para comunicar un punto de vista específico o para la publicidad de
eventos que se llevarán a cabo en un margen muy corto de tiempo después de la
aparición de la publicación. Debido a que sus lectores son objetivos fácilmente
identificables, ofrecen una oportunidad para alcanzar audiencias específicas.
Cabinas, kioscos o mesas públicas de información
Muchos países tienen oficinas para turistas que ofrecen
información general acerca de ellos. Algunos tienen oficinas que ofrecen
información estatal y municipal. En los países con sistemas de computación
avanzados, estas oficinas o kioscos han sido reemplazados por distintos tipos
de pantallas electrónicas digitalizadas que ofrecen acceso a una gran información
"en línea".
En Sudáfrica, estos kioscos computarizados fueron
desarrollados con el apoyo de la UNESCO para poder ofrecer información al
votante proveniente de los organismos electorales e información sobre los
participantes preparada por los propios contendientes. Esta información es
almacenada en un museo nacional, y ha sido distribuida en una amplia gama de
terminales computarizadas.
En el Reino Unido, existe un sistema nacional de
comunicación para ofrecer información sobre la comunidad a los viajeros. En
Australia, al igual que muchos estados de los Estados Unidos de América, ese
tipo de kioscos son cada vez más utilizados para ofrecer información sobre los
servicios del gobierno.
La disponibilidad de estos kioscos aumenta con el tiempo,
y una vez que eso ocurre, el acceso a la información es muy fácil de lograr.
Aún cuando no haya sistemas computarizados disponibles,
los países con kioscos públicos de información tienen sistemas especiales que
distribuyen la información y un gran número de personal puede recibir un
entrenamiento específico para ofrecer información electoral.
Boletines de noticias comunitarias
El aumento en la actividad comercial y en el número de
centros comerciales en lugar de plazas públicas, significa que ahora se deben
identificar los centros de reunión de la comunidad en múltiples sitios. En
estos centros de reunión suelen fijarse muchos tableros y boletines de noticias
comunitarias, en los cuales se puede ofrecer trabajo y también se pueden
utilizar como sistemas de intercambio de bienes y servicios.
Como consecuencia, hay un segmento de la población que
los consulta habitualmente, al igual que otros boletines de noticias puestos en
oficinas del gobierno, en centros comerciales, etcétera.
A pesar de que el uso de dichos sistemas de comunicación
diversificados puede sobrepasar la capacidad de los programas educativos
centralizados, una preparación cuidadosa del material apropiado para exponer y
para motivar a voluntarios locales puede provocar una difusión rápida de la
información en todos los boletines comunitarios.
También se examinan Métodos alternativos de comunicar la educación electoral se examinan otros métodos de
comunicación.