Los carteles pueden enviar información y contribuir a un
entorno estético. No es raro ver que sea uno de los artículos en temas
electorales que más se colecciona.
El cartel siempre ha sido tanto una forma de arte como de
comunicar, pero estos factores no son siempre compatibles, y el propósito y
ubicación de los carteles tiene que considerarse con anterioridad a cualquier
otro criterio. Cuando la forma y función se mezclan, un cartel puede ser una
herramienta muy efectiva en manos del educador.
Cuando la forma importa más que la función, los carteles
pueden ser una verdadera pérdida de tiempo, un esperpento público, y una
frustración individual.
Las pancartas o estandartes juegan un papel similar al de
los carteles, aunque normalmente son producidos en tela y usados para letreros
más grandes y para espacios exteriores. Su diseño también requiere un
conocimiento de los propósitos y la ubicación, y luego una apreciación de los
requerimientos de producción que se traducirán adecuadamente en el medio
disponible.
Propósito
- Creación del ambiente
adecuado: si el
propósito del cartel o estandarte es decorar el ambiente y provocar un
sentimiento particular frente a una elección, entonces es apropiado que
las consideraciones estéticas dominen. Los carteles y estandartes son
utilizados para decorar lugares de reunión, calles, sitios de votación, y
otras oficinas electorales. Estas exposiciones, si se vuelven
omnipresentes, o si uno de los carteles se vuelve una pieza de colección,
y por ende lo exhiben ampliamente los individuos, pueden crear un clima
electoral propicio.
Muchas ciudades han establecido la tradición de usar
dichas pancartas para que pendan en postes de luz en ocasiones especiales.
Transmiten más mensajes que una bandera y tienen el mismo impacto, pues son
coloridas, emotivas y creadoras de energía.
- Identidad: un segundo propósito puede ser
desarrollar una identidad para el organismo electoral o para la
organización encargada de conducir el programa educativo. Mientras que dicha
identidad puede alcanzarse simplemente con la asociación de la
organización con sus propios productos, una organización recién formada
tendrá que posicionarse por sí misma, y un cartel o estandarte ubicado en
lugares apropiados será la mejor forma de lograr esto. Tales carteles
están diseñados alrededor del logotipo, imagen, o eslogan de la
organización, o buscan asociar la organización a un momento histórico
particular o a una figura popular.
- Cultura: un tercer propósito puede ser
establecer una cultura a favor de las elecciones y la democracia
asociándolas con la cultura popular, celebridades, o momentos históricos.
Tales diseños pueden ser muy estéticos, pero puesto que empiezan a
transmitir un mensaje, éstos tendrán que superar algunas limitaciones impuestas
para la ubicación del mismo.
De igual forma, una elección puede tener ciertos
eslóganes claves que deseará transmitir: "Su Voto Cuenta", "Vote
por la Paz y la Prosperidad", "Salve su Tierra," entre otros.
Estos carteles pueden requerir una imagen o eslogan
simple, y se puede hacer uso del color para resaltar el impacto emocional, y no
tanto el comunicativo, de la producción.
- Fechas, lugares, horarios: cuando el propósito del cartel
incluye la comunicación de información que debe ser leída y absorbida, los
diseñadores deberán concentrarse en esa información como imagen central.
Estos carteles puede alertar sobre la fecha de una
elección, los lugares dónde votar o registrarse, los eventos educativos, el
reclutamiento de personal electoral, mensajes importantes de educación
electoral que vayan más allá del simple eslogan de campaña, etcétera. Muchos
organismos electorales han preparado carteles explicando los pasos a seguir en
el proceso de votación. Puesto que todas las partes de un organismo electoral
querrán comunicar dicha información, existe la necesidad de coordinar esta
actividad y asegurar que quienes piden los carteles y quienes los diseñan
intentan transmitir más que un poco de información con cada cartel. Esto puede
llegar a la exageración, y llega un momento en que la eficiencia actúa en
contra de la efectividad.
- Audiencia: los carteles tienen propósitos
generales comunes pero pueden estar enfocados a diferentes audiencias.
Obviamente, un cartel creado para gente joven se diferenciará de aquel que
va a ser localizado en una base militar o en una oficina del gobierno.
Algunos han sido diseñados especialmente para mujeres. En todo caso, es
importante hacer notar que en la mayoría de las ocasiones, los carteles
que despliegan los mensajes de educación electoral están diseñados para
una audiencia general.
Localización
La ubicación de un cartel deberá determinarse antes de su
producción. Cuando el propósito es claro, quienes los diseñan deben considerar
la ubicación intencional del cartel tanto como la no intencional. Aun cuando se
dan instrucciones precisas a aquellos que ubicarán los carteles, es posible que
también sean utilizados en otros contextos. Las instrucciones de localización
podrían incluir una lista de los contextos en los que el cartel no debe ser
utilizado. Las leyes electorales y las disposiciones locales pueden también
imponer restricciones a los lugares donde se pueden colgar carteles. Con respecto a las pancartas, se puede llegar
a requerir un permiso especial para poder colocarlas en postes de luz,
edificios y otros tipos de estructuras. Los educadores deben conocer estas
restricciones y requerimientos para proporcionarlos a quienes colgarán los
carteles.
- Tablón de anuncios: si se pretende poner un cartel en un
tablón de anuncios en un lugar interior como, por ejemplo, una oficina de
correos, donde las personas podrán observarlo con alguna calma y de ser
posible acercarse para mirarlo mejor, es factible contemplar un diseño con
un contenido de palabras elaborado, simulando, por ejemplo, la página de
un libro de tamaño A1 ó A2.1
Pueden incluso ser tamaños más pequeños, como A3 ó A4, si la información a
incluir es poca. Estos carteles deberán estar diseñados para transmitir un
mensaje a cierta distancia, tentando al lector a acercarse para mayor información.
- Exteriores: si, por otro lado, el cartel se
exhibirá en un camino donde transitan vehículos automotores, no se puede
utilizar el mismo diseño. Aunque usualmente así se hace. Los conductores y
los pasajeros de los carros pueden leer más o menos siete palabras grandes
de letras claras sobre un fondo oscuro en un cartel tamaño A1 ó A2. Una
indicación de lo que puede utilizarse puede obtenerse de un estudio sobre
el tamaño y diseño de los carteles localizados en esos caminos y
autopistas que hoy día tienen validez internacional.
Cuando se necesita enviar mensajes más detallados, y
existen otros medios para lograrlo sin distraer a los conductores, los mensajes
pueden disponerse en secuencia a lo largo de la carretera.
- Lugares de reunión: en los salones de clase o frente a un
grupo de personas, donde podrán estudiar el cartel pero sólo a distancia,
debe incluirse información limitada y ésta puede complementarse con una
charla e interpretación o discusión. Tales carteles raramente contienen
palabras, especialmente si están siendo utilizados en situaciones con
bajos niveles de alfabetización. En dichas situaciones, las palabras se
convierten en rompecabezas que no transmiten significados, sino que más
bien distraen la atención de otro tipo de comunicación y causan
inseguridad entre los aprendices. Es en este tipo de situaciones que los
rotafolios se convierten en una herramienta útil.
- Multitudes en tránsito: puede que las personas no tengan la
oportunidad de parar y leer o echar un vistazo, y que tampoco estén
sentadas como en un salón de clase. Pueden ser conductores que simplemente
vayan pasando por ahí. Quizás estén en la escalera de un metro o en medio
de una multitud de personas. La ubicación dentro de estos contextos debe
ser la misma que en las carreteras: sólo debe transmitirse la información
suficiente, y lo mejor es repetirla a través de una secuencia de carteles.
En general, la repetición de un cartel complejo es menos
exitosa que la secuencia de una variedad de carteles simples. Las personas,
raramente, son disciplinadas o están capacitadas como para empezar a leer u
observar en la mitad de un mensaje (como sería necesario con carteles que se
repitieran).
De esta manera, la ubicación determina cuánta
información, y en qué formato, tamaño, y colores, debe ser diseñado. Muchos
carteles se diseñan y luego se aprueban en salas de juntas. Cuando sea posible,
deben realizarse evaluaciones del cartel observándolo en el lugar apropiado,
especialmente si este debe transmitir información crítica.
Producción
El diseño efectivo de un cartel o estandarte está basado
en el propósito y la ubicación, y no en el colorido o el termina brillante.
Ciertamente, muchos de los diseños más exitosos utilizan colores muy limitados
y papel e impresión poco costosa. Puede que no se convierten en objetos de
colección, pero este no es el propósito principal.
Los países que tienen una cultura publicitaria de
carteles para periódicos comprenderán cuán efectivas pueden llegar a ser unas
pocas palabras en un fondo blanco, tentando a las personas a comprar el
periódico. Dicha compra debe considerarse como una lección sobre el diseño de
un cartel, así como de las actividades complementarias que le siguen.
Pero en general, la producción se hará en un papel o tela
para los carteles y pancartas. Recientes innovaciones en la impresión a gran
escala permiten el uso del plástico y otros materiales sintéticos con buenos
resultados.
La
reproducción de una imagen, cuando se requiere un gran número de copias,
usualmente se hará a través de una imprenta. Y el tamaño del cartel estará
limitado por el tamaño de la imprenta. Es posible imprimir grandes carteles en
secciones y después compilarlos, tal como usualmente se hace con las
presentaciones exteriores. Sea cual sea el tamaño que se elija, habrá
ramificaciones para el embalaje, el almacenamiento, la entrega y la
distribución, así como la disposición de espacios donde se pueden colgar
carteles y las instrucciones, el esfuerzo, y los suministros necesarios para
colgar los carteles adecuadamente.
Estos son caminos alternativos para preparar pequeños
tirajes, o cuando el costo por unidad no puede bajar sustancialmente. Lo más
costoso es la preparación de litografías, usualmente utilizadas para ediciones
artísticas limitadas. Un método menos costoso y capaz de reproducir más copias
sin degradación es la serigrafía. Carteles simples con pocas palabras (que no
por ello pierden impacto) pueden elaborarse utilizando pintura y dibujos con
plantillas u otras técnicas simples.
Cada
pancarta puede prepararse utilizando técnicas estándar de escritura, así como pinturas. Si
no, el uso de técnicas con plantilla y serigrafía, así como el uso de métodos
de impresión en tela son apropiados. La utilización de papel tratado o plástico
puede permitir nuevos métodos de impresión o de serigrafía comercial.
Cada uno de éstos tiene sus usos. La capacidad de
producir un cartel de manera muy simple, lo hace no solamente una buena
herramienta, sino también un método educativo apropiado.
Actividades
complementarias
La creación de carteles por parte de los estudiantes es
un método para categorizar y sintetizar el aprendizaje en forma creativa, lo
cual se convierte en un poderoso examen de lo que tiene que ser aprendido,
sirviendo como un excelente mensaje para otros. Por lo anterior, los educadores
pueden escoger decorar un lugar con carteles y estandartes producidos
localmente, en lugar de desarrollarlos a distancia. En algunos casos, se han
llevado a cabo concursos en escuelas sobre diseño de carteles, logos y
eslóganes, con lo que se atrae la cobertura de los medios de comunicación hacia
los programas de educación al votante, y se seleccionan algunos para se usados
por los propios programas.
De esa manera, el cartel se convierte en una herramienta
educativa, y, mientras algunos se producen con este fin, de otros se apropian
los grupos experimentados de educadores.
Notas:
1 Los tamaños de papel son
diferentes en los Estados Unidos de América y en los lugares que han adoptado
los estándares europeos. Este documento hace referencia a los estándares de
medida europeos. A4 es el estándar de página de carta. A5 es la mitad de una
página carta, mientras que A3 es el doble.