En
esta sección se incluyen cuatro posibilidades de programas que no encajan
fácilmente en la categorización general.
Son los siguientes:
Tienen un mérito considerable.
Aunque
el primer tópico, empleo de centros de información y líneas directas, no es una
práctica recurrente, ejemplos de experiencias nacionales sugieren que éste debe
ser un componente vital en un programa electoral.
El
correo directo lo utilizan, por lo general, los partidos políticos y las
autoridades electorales para información general. Como tal, es regularmente
usado, pero no siempre es un componente obvio para un programa de educación
electoral.
En
muchos países las campañas políticas y de intereses especiales también utilizan
mucho la propaganda por teléfono.
Finalmente,
las campañas en calles y vecindarios describen la participación activa en la
vida política local por la que la mayoría de los líderes políticos han sido
electos, y donde se desarrolla la educación más importante en cuanto a
responsabilidad cívica.